01 de Agosto de 2021
Los Ayuntamientos serán, principalmente, los encargados de luchar contra la contaminación acústica
Todo parece indicar que en otoño llegarán a España los "Radares de Ruido", una nueva herramienta que podría estar "autorizada" para esa fecha y que podría ser utilizada la DGT o los Ayuntamientos para multar a los infractores que no cumplan con las restricciones a la "contaminación acústica".
La Organización Mundial de la Salud (OMS) sitúa a la contaminación acústica en el segundo escalón del ranking de problemas medioambientales a los que se enfrente Europa, justo detrás de la contaminación del aire por partículas que es contra la que luchan normas como la Euro5 de las motos o todas las restricciones de circulación actuales.
El funcionamiento es relativamente sencillo. Una serie de micrófonos direccionales que apuntan al tramo de carretera o calle que se pretende evaluar, alertan a una cámara 360º y unas antenas acústicas que miden los niveles de decibelios cada décima de segundo. Además de medir el sonido, determinan la dirección de la que proviene. A continuación la cámara toma una fotografía del vehículo en cuestión con su placa de matrícula y emitiría la pertinente denuncia.
La normativa de emisiones de ruido es muy estricta: "Son contaminantes todos los ruidos con una intensidad superior a 55 decibelios (dB) durante el día y a los 50 dB por la noche".
Las multas que, por ejemplo en Madrid, van desde 90 hasta 600 euros y permiten a las autoridades incluso retirar los vehículos de la vía pública, serán determinadas por los Ayuntamientos. Ellos se encargarán, principalmente, de gestionar no solo el ruido de los vehículos, sino de comportamiento errático de alarmas, de uso indebido del claxon, de los sonidos emitidos por los equipos del coche superando los decibelios permitidos... ¡ah! y del ruido que hacen sus propios vehículos de servicio público.