13 de Mayo de 2020
Dado que durante el periodo de confinamiento ha expirado el plazo de más de tres millones de inspecciones técnicas de vehículos, la patronal de las estaciones de inspección ha pedido al Gobierno una prórroga hasta el 30 de septiembre para evitar el colapso por la avalancha de vehículos.
Mientras llega una respuesta, si necesitas parar la ITV a tu moto vamos a darte algunos consejos que te ayudará a superar el trámite de la mejor manera posible, con la seguridad que nos aporta haber pasado la revisión sin restricciones en las condiciones de uso de nuestra moto.
Para agilizar el trámite, lo más aconsejable es solicitar Cita Previa en cualquier ITV (todas ofrecen este servicio) ya que sólo suele haber una línea de inspección para motos. Mantener siempre en buen estado los diferentes elementos de tu moto, agilizarán el trámite. No olvides llevar los originales de la tarjeta de inspección técnica y del permiso de circulación. Tampoco olvides el recibo del seguro vigente (No es obligatorio, pero agiliza el trámite).
Lo primero es tener en cuenta los plazos; aunque en la mayoría de los casos, te llegará un aviso de Tráfico para que acudas a la estación de ITV que mejor te cuadre. En las motos y cilomotores, actualmente, los plazos son los mismos: Primera revisión a los 4 años y posteriormente, revisiones periódicas cada 2 años.
Una vez en las instalaciones de la ITV elegida, te tocará hacer cola para pagar la tasa (si no lo has hecho previamente, de manera telemática) la tasa (existen descuentos por pago online). Los precios dependen de la cilindrada de la motocicleta y la Comunidad Autónoma en la que se vaya a pasar la ITV, que puede ser cualquiera del territorio español, independientemente de la provincia en la que matriculaste tu vehículo o de tu residencia habitual.
Si mantienes tu moto según el programa de mantenimiento de la marca y no has realizado reformas de importancia sobre tu moto, no tendrás problema en pasar el trámite. Recuerda que cualquier reforma de importancia de los componentes de origen, como una variación de cotas o la sustitución de los muelles de la suspensión, requiere de un certificado de validez. O si debido a un accidente, se ha producido algún daño estructural, también tendrás la obligación de volver a pasar la inspección.
En la inspección revisan, más o menos por este orden, que matrícula y número de chasis, coinciden. Comprobarán el alumbrado delantero y trasero, poniendo en funcionamiento los intermitentes. A continuación, comprueba el estado de los neumáticos, que los espejos retrovisores no estén dañados y que el asiento presente su textura y tejido en buen estado. Otros elementos como el guardabarros, los agarraderos del pasajero, la matrícula y la pata de cabra deben de estar bien visibles y cumplir su función. En cuanto a la dirección, haz uso del manillar y comprueba que se bloquea correctamente y asegúrate de que tanto los depósitos de aceite como de gasolina no presenten fugas.
Comprobarán asimismo la suspensión, los frenos, el sistema de escape (original y homologado), la bocina y cualquier aspecto que parezca dañado o irregular. Otro aspecto a evaluar, son los gases del escape y el ruido que emite. Hoy en día, los límites legales en cuanto a emisiones de gases contaminantes son muy restrictivos, por lo que también será un aspecto que tendrán muy en cuenta. El motor, las fugas y los ruidos extraños serán el último punto, junto con la comprobación del dibujo del neumático, según los testigos de desgaste de la banda de rodadura de la goma.
Si tienes alguna duda, lo más recomendable es que te pongas en manos de tu taller de confianza y ellos se encargarán de todo; de poner la moto a punto e incluso de pasar por ti, el trámite de la ITV.
Cada modelo y marca tiene su programa de intervalos de mantenimiento, pero como norma general:
Tras someterse a la inspección, tu moto puede obtener tres calificaciones: