27 de Febrero de 2019
¿Por qué el aceite es la vida de tu motor?
Si siempre has querido saber por qué gripa un motor, por qué sale humo blanco o por qué tu moto no funciona correctamente no te pierdas las respuestas esenciales de los expertos a estas preguntas habituales
A día de hoy, a pesar del gran abanico de motores que encontramos, todos llevan aceite para lubricar sus componentes y ofrecer así un rendimiento óptimo. Sean de gasolina, eléctricos, híbridos o de agua… todos ellos necesitan estar bien engrasados, pues de lo contrario es fácil que el motor no proporcione todo el potencial que el propulsor es capaz de entregar, se acorte su vida útil e incluso llegue a gripar. Por ello, desde FUCHS nos brindan las respuestas de sus expertos para mantener bien lubricado el motor de nuestro vehículo así como las consecuencias que puede ocasionar el no tener el aceite en un estado óptimo.
¿Qué aceite lleva mi motor?
El primer paso qué debemos realizar es saber qué lubricante es el adecuado para nuestro vehículo, pues no todos son iguales. Para poder dar en el clavo a la hora de escoger el aceite ideal, FUCHS dispone de una herramienta online en donde podremos buscar el óptimo para nuestro vehículo, sea del tipo que sea, y garantizarnos una elección correcta. Pues en caso de no utilizar el adecuado o uno de baja calidad, nuestro motor dejará de funcionar con eficacia, se desgastará más rápido y no lubricará todas las piezas de una manera adecuada, además de elevar el consumo de combustible e incluso llegar a producir una rotura.
¿Cada cuánto tengo que cambiar el aceite?
La periodicidad del cambio dependerá del tipo de vehículo y de la recomendación del fabricante a la hora de hacerlo. En un turismo corriente, la vida de un aceite puede ser de hasta unos 15.000 km aproximadamente, mientras que en una moto suele ser menos, entre 6.000 y 10.000. No obstante, si no realizamos este cambio cuando es preciso, el lubricante perderá sus propiedades y tendrá toda la ‘suciedad’ acumulada que ha ido limpiando en nuestro motor durante tantos kilómetros. En esta situación, la lubricación no adecuada del motor puede acarrear distintas consecuencias. Desde ruidos de las partes internas del motor hasta una mayor fricción y desgaste entre las partes móviles y, en el caso más grave, el temido gripado del motor.
¿Cómo saber la cantidad de aceite que lleva mi vehículo y si lo está consumiendo de más?
En mayor o menor medida, siempre dependiendo del tipo de motor que tenga nuestro vehículo, todos consumen aceite. Obviamente, si nos encontramos con un consumo desmesurado deberemos revisar dónde está el problema. Uno de los síntomas más evidentes donde se puede notar que el consumo de aceite es elevado es cuando el vehículo expulsa humo gris azulado por el tubo de escape con el motor a una correcta temperatura. Ese humo puede ser aceite en exceso que se está quemando junto con el combustible. Es conveniente revisar el nivel de aceite de nuestro motor periódicamente, y podremos hacerlo gracias al ojo de buey de la tapa del motor que nos marca el nivel idóneo (en la mayoría de las motocicletas) así como por la clásica varilla (en la mayor parte de los turismos), en ambos casos siempre en frío. De hacerlo con el motor caliente, la medición será errónea, pues indicará más del qué realmente hay dado a su expansión por calor. Descuidar el nivel hará que no sepamos la cantidad de aceite de la que dispone nuestro motor, pudiendo llegar a ocasionar un gripaje del mismo.
¿Convene utilizar un aceite u otro dependiendo de si uso mi moto en diferentes situaciones climatológicas?
Sí. Dado que unos motores funcionan a diferente temperatura que otros, cada uno requiere un aceite acorde a su temperatura. Además, el clima es un factor importante a la hora de saber con qué producto debemos lubricar nuestro vehículo. A día de hoy, al encontrar aceites multigrado, nos servirán –normalmente- tanto para las temperaturas más frías como para las calurosas. Por ello, este tipo de aceites tienen dos cifras, siendo la de la W –de Winter, invierno en inglés- la que delimita la temperatura más baja a la que el aceite mantendrá sus condiciones de viscosidad. En caso de no utilizar un aceite adecuado para una temperatura concreta, nuestro motor podría arrancar con mayor dificultad y que le costase un sobresfuerzo empezar a funcionar de forma óptima. Por el contrario, si la temperatura excede de la que indica nuestro aceite, el fluido será menos denso de lo que debe, recalentando nuestro motor.
¿Qué hacer si vemos que nos quedamos sin aceite?
Si vamos circulando y repentinamente se nos enciende el testigo de presión del aceite en nuestro cuadro de instrumentos es que hay algo que no va bien. Lo lógico es prever los cambios de aceite en su momento y estar al tanto de lo que consume nuestro vehículo. Sin embargo, hay ocasiones en las que se hace imposible preverlo. En este caso, lo mejor es parar la moto y llamar directamente a la grúa para que la lleve a nuestro taller de confianza y le haga el cambio de aceite así como una revisión. De lo contrario, el motor de la moto, sin aceite, griparía y habríamos destrozado el corazón de nuestra compañera.
Para ocasiones absolutamente excepcionales, en mitad de un viaje, donde no hay otra opción, tocará rellenar el aceite motor hasta la señal. Los expertos de FUCHS Silkolene recomiendan no rellenar el aceite con otro que no sea el que lleva la moto.