06 de Abril de 2014
Finalizaba marzo cuando asistimos a la jornada para debatir sobre la reducción de la siniestralidad vial en España en la Fundación Mapfre. Allí especialistas y las directora general de la DGT resumieron algunas de las medidas y acciones más relevantes para llevar a cabo, por ser más eficientes y efectivas en la reducción de la siniestralidad.
La cuestión es que allí se citaron sobre todo los límites de velocidad, la tolerancia cero al alcohol y drogas, y el uso del caso y del cinturón de seguridad, como las más importantes y eficaces para reducir el número de fallecidos y heridos en accidentes de tráfico. La cuestión es que los motoristas esperan y necesitan más que eso.
El riesgo de matarse en un accidente de moto es mucho mayor
Pero también hay que invertir en infraestructuras más seguras
Pero además de esto hay varias medidas que se pueden y deberían tomar para reducir aún más la siniestralidad de las motos, y que están relacionadas con las infraestructuras. Lamentablemente algunas pueden exigir invertir dinero que las administraciones públicas dicen no tener.
Podríamos decir que las tres más importantes son: pavimento, barreras y pintura.
Para una moto es muy importante el buen estado del asfalto del pavimento de la calzada, que sea homogéneo y sin irregularidades, que la adherencia sea buena y que drene adecuadamente el agua de lluvia. Hay que prestar atención también al sellado de las fisuras y grietas del pavimento, para que no sea resbaladizo. Hay que prestar también cuidado con los peraltes y contraperaltes de las curvas, y sobre todo con la transición entre peraltes.
El tema de las barreras de protección, limitación y balizamiento es muy importante. Se ha avanzado bastante con los años, al dejar de emplear perfiles de soporte “en I” por otros tubulares o revestidos en las nuevas barreras, pero todavía falta por seguir avanzando, y por sustituir perfiles antiguos en los guardarraíles existentes.
Es muy importante que todos los soportes y los bordes del guardarraíl (incluida la bionda) no tengan bordes cortantes. Los perfiles en C, tubulares, o revestidos con elemenos redondeados son menos peligrosos. Las biondas deberían llevar guardacantos y es muy interesante colocar doble bionda inferior, o faldón, que evite que el motociclista supere la barrera.
Sería todavía mejor, allí donde sea posible, aumentar el ancho de los arcenes, suavizar taludes y emplear soportes y postes rompibles y deformables que absorban la energía del impacto, en aquellos puntos donde haya un alto índice de caídas de motos.
La pintura no puede descuidarse tampoco. Para las marcas viales hay que emplear pinturas antideslizantes. Algunos tipos de pintura resbalan incluso cuando están secas, y son casi una pista de hielo cuando llueve. Esto es tanto más importante con la pintura de los pasos de peatones en los entornos urbanos. Hay que tener cuidado también con las pinturas con resaltos, para no emplear estas en curva, y para que la altura del resalto no sea excesiva (no más de 10 mm).
La pregunta es esa: ¿para cuándo serán estas medidas de seguridad vial?