22 de Septiembre de 2013
Al igual que ocurre con los coches, cada vez más motos incorporan gadgets electrónicos entre su equipamiento, ya sea de serie u opcional. No es extraño que las grandes touring como la de la foto que ilustra este artículo cuenten con navegador integrado pero es ahora hasta las más sencillas ya poseen cuadros de a bordo con multitud de información, algo hasta hace poco reservado solamente a los coches.
Pero claro, si tenemos una moto normalita, no podemos acceder a este mundo electrónico integrado. Y en ese caso, sí que ocurre como en los coches y acabamos intentando colocar un navegador o el móvil a mano con mayor o menor éxito. Pero por encima de todo, estos dispositivos tienen que ayudarnos pero nunca distraernos en nuestra labor que es conducir.
¿Dónde coloco mi navegador o móvil en la moto?
Pues sinceramente, donde puedas. Pero siempre cumpliendo una serie de reglas muy sencillas y de sentido común que os pasamos a detallar a continuación de forma breve.
Vale, ya lo tengo colocado. ¿Y ahora?
Pues ahora úsalo con responsabilidad. Es decir, nada de quedarte embobado mirando para él en marcha. Un vistazo rápido y de nuevo los ojos en la carretera y a lo que tienes por delante. Por supuesto, huelga decir que nada de usarlo en marcha ya que está penado. Si tenemos que cambiar la ruta, nos detenemos con seguridad y modificamos lo que haga falta.
Esto anterior sirve para los navegadores pero si es un móvil, prohibido juguetear con él o intentar ponerlo en modo altavoz mientras circulamos por ciudad para hablar. Que la tecnología no acabe con nosotros.