18 de Marzo de 2022
Una subasta en Turín (Italia) de las motos más emblemáticas del siglo XX
Joyas que marcaron la historia del mundo de las dos ruedas del siglo XX y que ahora se ponen a la venta en una curiosa subasta en Turín (Italia). El evento ha atraído a aficionados de todo el mundo. Entre las casi 100 motos que se ponen a la venta hay algunas joyas de marcas italianas e incluso vehículos usados en la II Guerra Mundial
Ciclomotores, scooters y motocicletas
Entre las 97 motocicletas por las que se pujará hay propuestas de todo tipo, desde una de las reinas del motocrós de principios de los años 70 del siglo XX, una icónica KTM 125 GS de 1974 perfectamente restaurada, a una protagonista de las calles y bulevares urbanos, una Innocenti Lambretta C 125 de 1950, una de las que se prevé obtenga una mayor cotización. La Lambretta es uno de los scooters más representativas y originales del siglo XX, convertida ya en mito para aficionados y coleccionistas. Su éxito se basó en un diseño y construcción sencillo y fiable. La fabricaba en Milán Innocenti pero también se montó en España en los años 70, cuando se dejó de fabricar en Italia.
100 motos a subasta
La subasta, organiza por Aste Bolaffi, una empresa fundada en 1890, se celebra hoy viernes, 18 de marzo, en el Garaje Bolaffi de Turín pero también se pueden hacer ofertas a través de la web del organizador: www.astebolaffi.it
Bajo el nombre ‘100 motos’ se grupa un trozo de historia, con una especial relevancia de marcas italianas, muchas de ellas ya desaparecidas. Por ejemplo, se ponen en venta una Bianchi 125 Freccia Celeste de 1953, con un motor de dos tiempos de 125 cc que incluso participó en varias carreras en Italia, una Gilera 300 de 1964 con motor de cuatro tiempos y 300 cc, una Laverda 200 bicilindrica de 1965 o y una Mival 175 Sport de 1955 que con formas sinuosas y vivos colores son un buen reflejo de los años dorados del motociclismo italiano años dorados del motociclismo nacional.
La empresa Bianchi la fundó en 1855 Edoardo Bianchi, un milanés emprendedor que igual hacia bicicleta que motos entre 1897 y 1967 e incuso automóviles entre 1900 y 1939. Actualmente es una prestigiosa marca de bicicletas. Laverda, creada en Vicenza por los hermanos del mismo nombre, era una empresa fabricante de maquinaria agrícola que en 1949 se lanzó a hacer unas motocicletas con enorme éxito. En el 200 la compró Aprilia y poco después a esta el Grupo Piaggio. Mival también fue una de las muchas empresas que tras la guerra se lanzó a hacer motocicletas para movilizar al país. Era productos sencillos, de fácil mantenimiento pero que cumplían una misión fundamental en el despegue de la economía italiana.
Las motos más antiguas
En esta oferta también hay modelos que participaron en la II Guerra Mundial como una BSA (Birmingham Small Arms) M20 de 1939 y uso militar todavía con el equipo estándar del ejercito inglés, aunque se rematriculó para poder usarla en carretera.
Entre los lotes de scooters destacan el extravagante Salsbury 85 de 1948, inspirado en los vehículos que utilizaban los pilotos para moverse en el aeropuerto de Hollywood Burbank en Los Ángeles, que antes se llamó Aeropuerto Bob Hope. A su fascinante diseño suma un estado de conservación perfecto y el hecho de ser una rareza porque se fabricaron menos de 1.000 unidades que no se podrían exportar. Otra curiosa rareza es un Swallow Gadabout de 1946 fabricado por la empresa británica Swallow Sidecar Company, creada en 1922 por Bill Lions y William Walmsley, ara fabricar sidecars y después carrocerías de automóviles. Lo más interesante de este scooter es su perfecto estado de conservación.
Entre las motos off road, destacan la Bianchi MT61 de 1964, precursora del enduro moderno; la rara Parilla 175 Motocross de 1955, la ágil Gilera 124 5 V de 1969 o la poderosa Husqvarna TE 610 de 1999, que muestran la evolución que ha experimentado este segmento de mercado.
Entre las curiosidades destacan dos BMW R100R de 1992 personalizadas y ganadoras de varias exhibiciones, un sidecar IZH Jupiter de 1956, una Moto Guzzi Airone 250 Sport de 1953 y una Gilera Saturno Sport de 1958 que incluso ahora está lista para rugir en circuito o en carretera con su extraordinario sonido y suspensión deportiva.