Tragedia en Telde: Muere un repartidor en un brutal choque frontal

Doce vidas rotas sobre el asfalto: la tragedia no cesa en Canarias

La lista negra de motoristas fallecidos en Canarias en este 2025 suma una nueva víctima. Y ya van doce. Esta vez, la tragedia ha golpeado a Telde, donde un joven de 35 años, que trabajaba como repartidor de comida, ha perdido la vida tras chocar frontalmente contra un coche que circulaba en sentido contrario en la Avenida del Cabildo, en La Garita.

El accidente ocurrió en la tarde del martes 8 de abril. Según los primeros datos, el motorista impactó violentamente contra el turismo, sufriendo heridas de extrema gravedad. A pesar de la rápida actuación del personal del Servicio de Urgencias Canario (SUC), nada se pudo hacer por salvarle la vida. El joven falleció en el lugar del accidente.

Agentes de la Policía Local procedieron al cierre de la vía y comenzaron las diligencias para esclarecer las causas del suceso. El impacto conmocionó a los vecinos de la zona y a sus compañeros del sector de la restauración, donde era una persona muy conocida y apreciada.

Una víctima más… ¿hasta cuándo?

Los motoristas no siempre somos los culpables, pero siempre somos los más vulnerables. Somos los que nos llevamos la peor parte. Cada jornada, miles de repartidores, trabajadores y amantes de las dos ruedas salen a las calles canarias confiando en volver a casa. Pero, para doce familias, eso ya no será posible en lo que va de 2025.

Doce vidas truncadas. Doce nombres que ya no volverán. Y lo más preocupante es que, mientras la cifra crece, la conciencia colectiva no parece avanzar al mismo ritmo.

La seguridad vial es responsabilidad de todos

No se trata solo de estadísticas. Detrás de cada número hay una familia, una historia, una pérdida irreparable. Urge que todos —administraciones, conductores, peatones y motoristas— asumamos que la seguridad vial depende de decisiones responsables: respetar las normas, prestar atención, reducir la velocidad, anticipar los peligros.

No podemos normalizar esta tragedia constante. Cada motorista fallecido es una alarma que debería sonar más fuerte.

Desde aquí, nuestro respeto y apoyo a la familia, amigos y compañeros del joven fallecido. Que su memoria sirva para que la próxima historia no acabe igual.