Suzuki Burgman 200, la ciudad se queda pequeña

Mucha gente pensará que hay poca diferencia frente a la versión de 125 pero los caballos extra de esta Burgman 200 (18,4CV) la hacen mucho más polivalente y gracias a sus cualidades dinámicas, pensarás que la ciudad se queda pequeña. Precio 3.299 euros (enero de 2010).

Las principales características del renovado Burgman 200 son su bajo asiento, adecuado para cualquier talla de conductor, su gran capacidad de carga, la finura de su motor de inyección electrónica y sus acabados que están a la altura de un scooter gran turismo de mayor cilindrada.

Si queremos encuadrar este Burgman 200 en una categoría, por prestaciones y capacidad está mucho más cerca de los scooter de 250 c.c. que de los 125 c.c.

Estéticamente el Burgman 200 se muestra como un scooter moderno con un frontal afilado donde el conjunto del faro es el protagonista y parte trasera al estilo de los maxiscooter actuales pero con la ventaja de ser más reducido. El acabado y presentación del puesto de conducción es de los mejores de la categoría. La gran capacidad de carga, dos guanteras delanteras, una con llave, bajo el asiento entran dos cascos integrales y algo más, lo hacen especialmente atractivo, de hecho su “hermano” de 125 ha sido el scooter más vendido del 2009, por algo será…

Pequeños, pero prácticos, detalles hacen destacar a este scooter por encima de la competencia; la toma de corriente en la guantera, el indicador de cambio de aceite en el tablero, la forma del hueco bajo el asiento que te permite llevar hasta un par de raquetas, la tapa de la cerradura con la llave magnética, la frenada combinada que aumenta la seguridad para principiantes, y para los que no lo son, etc.

Vamos a ver como va en marcha…
Nada más ponerte “a los mandos” compruebas que todo está en su sitio, con espacio suficiente para los pies, espejos grandes y bien fijados (que no vibran) y el manillar situado en una posición adecuada.
Maneta de freno apretada y pulsamos en botón de arranque y “finura y suavidad” se ponen en marcha. Este motor es todo discreción, no vibra, no suena, vaya, parece un anuncio de esos de “a que huelen las nubes”,  y a la hora de exigirle entrega de forma casi instantánea sus 18,4 caballos pero todo en el Burgman 200 está diseñado para conseguir un equilibrio en todos los aspectos difíciles de igualar.  Sus 160 kilos le hacen más ligero que sus competidores de 250 c.c. y, en cuanto a consumo, es un mechero, y tiene una autonomía cercana a los 300 kms (uso combinado).

La postura de conducción ayuda a desenvolverse con gran soltura entre él tráfico  de la ciudad, que será su espacio natural. El pasajero cuenta con mucho espacio, asiento confortable, asas donde poderse agarrar y un par de generosas plataformas para los pies, es decir, que el pasajero es bienvenido al Burgman 200.

La combinación de llanta delantera de 13 pulgadas y una horquilla firme consiguen, junto a la regulación del par de amortiguadores posteriores, una estabilidad en marcha impensable en motos de este tipo hasta hace pocos años. Se mueve con facilidad en carreteras de circunvalación a velocidades de 100-110 kmh. sin la menor muestra de fatiga o movimiento extraño incluso en las curvas de alta velocidad. Los frenos son suficientemente potentes para sus prestaciones y la frenada combinada está muy bien ajustada permitiendo frenadas límites con total seguridad.

La pantalla protege bien pero podría ser un poco más ancha en la parte de las manos (ya se encargarán de este aspecto la propia Suzuki o las empresas auxiliares).

Por ponerle alguna pega al scooter de Suzuki, indicaré que la luminosidad de su faro delantero, con la luz corta (de cruce), me ha parecido escasa aunque igual es un problema concreto de esta unidad de prueba.

Teniendo en cuenta los problemas de circulación de nuestras ciudades todas las marcas apuestan por vehículos ciudadanos prácticos y este apartado los scooter son los reyes de la ciudad; rápidos, limpios, con gran capacidad de carga, silenciosos, fáciles de usar, etc.

La propuesta de Suzuki para la categoría es la de ofrecer un scooter más pequeño con todas las prestaciones de un gran turismo que te invita a abandonar la ciudad en busca de nuevos horizontes porque con el Burgman 200 la ciudad se te quedará pequeña.

Unidad de prueba cedida por Poleposition Canarias (Concesionario Oficial Suzuki para Las Palmas)

Texto y Fotos: Fernando Jiménez