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Prueba Triumph Street Triple, el tridente imparable

31 de Enero de 2014

Prueba Triumph Street Triple, el tridente imparable

Cada vez que la superventas de Triumph se enfrenta a alguna prueba, el resultado obtenido es excelente. Y no es que la Street Triple cuente con una delantera como la del Madrid, con Benzema, Cristiano y Bale… No, sus principales argumentos son el empuje, la agilidad y la ligereza, tres factores que definen el tridente con el que el popular modelo de la marca británica acostumbra a superar “con goleada” cualquier prueba a la que es sometida.

 

En esta ocasión, Triumph Canarias, el distribuidor autorizado de la marca para toda Canarias a través de Gubra, nos cedió para la prueba una nueva unidad equipada con ABS, ya no la encontrarás sin él, y en un precioso color azul que destacaba la sensualidad de esta minimalista naked con la que la firma británica compite en uno de los segmentos más completo y atractivo del mercado actual.

 

Con esta prueba, pretendemos destacar de nuevo las cualidades de la Street Triple. Y es que a pesar de todo lo publicado y de llevar, con las pertinentes remodelaciones, tantos años en nuestro mercado, es una moto poco conocida entre los motoristas canarios.

 

La popular tricilíndrica de Triumph es una es una excelente opción para aquellas personas que únicamente dispongan del carné A2. Es un modelo limitable, y además actualmente cuenta con una promoción de kit de limitación y homologación gratuito para los usuarios que así lo requieran. Un regalo que viene a sumarse a los 400€ de descuento en el precio.

 

La Street Triple es una moto encuadrada en el competitivo segmento de las naked de media cilindrada. Un pastel en el que casi todas las marcas han metido la cuchara con mayor o menor fortuna y que sin embargo, hasta ahora, la Triumph era la única que contaba con un ingrediente único, su elástico motor de tres cilindros. Su secreto para hacerse definitivamente un hueco importante en el segmento.

 

 

Pero veamos qué hace especial a esta esta Street Triple, desde el punto de vista de tres usuarios diferentes:

 

Hacomar López (37 años).- Probador habitual de Canariasenmoto.com. Tiene como moto propia una MV Agusta 920 Brutale con la que recorre anualmente unos 2.000 km por las intrincadas carreteras de las islas. Kilómetros que se suman a los más de 5.000 que hace anualmente sobre las motos de pruebas que pasan por Canariasenmoto.

 

La Triumph Street Triple se siente una moto ligera, ágil y muy sencilla de conducir. Para los que no somos muy altos se agradece la altura del sillón no muy elevada que ayudada por lo estrecho de la zona central hace que llegues con cierta facilidad al suelo con los pies.

En ciudad destaca su excelente agilidad y es fácil cambiar de dirección gracias a su excelente radio de giro.

Empiezan las curvas y aquí es donde sale a relucir las virtudes de este modelo. La Street Triple tiene una facilidad asombrosa para entrar en las mismas, apenas tienes que hacer esfuerzo y cae de forma natural a la curva y se mantiene perfectamente durante la trazada. A la salida de la curva el empuje del tricilindrico te proporciona unas sensaciones excitantes ya que tiene buen empuje desde casi cualquier régimen. Solo si llevas la moto a la parte final de la curva de potencia notaras una falta de empuje. Destaca también la excelente suavidad al cambiar de marcha.

En cuanto a los frenos funcionan de forma eficaz pero para mi gusto echo en falta un poco más de tacto de forma que no sea necesario ejercer tanta fuerza sobre la maneta, pero como digo es una cuestión de gustos.

El ABS funciona con eficacia de lo cual puedo dar buena fe ya que el camino de vuelta después de finalizar la prueba comenzó a llover. La carretera estaba mojada y en un tramo urbano de repente el coche que iba delante pegó un frenazo. Tuve que frenar bruscamente y note como entraba en funcionamiento el ABS evitando el bloqueo de la rueda y el patinazo seguro aun más con el piso mojado. Posiblemente en un modelo sin ABS el resultado hubiese sido otro completamente distinto.

En resumen, una moto con unas prestaciones excelentes, fácil de llevar y muy divertida para conducir con ella en carreteras de curvas como las que tenemos en nuestras islas.

 

 

Alexis Rivero (36 años).- Tiene como moto para sus salidas, principalmente en fines de semana, una Honda ST1300 Paneuropean a la que le hace más de 10.000 km al año preferiblemente en salidas de más de 300 km ruteando por las retorcidas carreteras de Gran Canaria, sólo o acompañado.

 

La Street Triple es atractiva. Pequeña, revoltosa y juguetona. Tras los primeros kilómetros, descubres una moto distinta; pequeña, compacta y con mucho músculo… ¡Qué bien suena cuando sube de vueltas su tricilíndrico!

Bajarme de mi “Pana” y subirme en ella es como hacerlo a un juguete. Sin embargo, a pesar de su pequeño tamaño y a pesar de mi “envergadura” me siento cómodo. El conjunto manillar, asiento y estriberas crean una postura cómoda en la que rápidamente te sientes integrado. Los pequeños espejos dan una buena visión de los que sucede detrás de ti. Las estriberas no vibran nada y es envidiable la suavidad del tricilíndrico de 675 c.c.

La horquilla invertida tiene un funcionamiento exquisito, y aunque el amortiguador trasero lo noté algo balando para mi peso, las suspensiones en conjunto ofrecen buena información de los que hay bajo las ruedas y un buen apoyo cuando le exiges de verdad. En la carretera de La Aladea a Mogán, donde tuve el placer de pilotarla y disfrutarla, puedes apurar hasta el mismo ápice de la curva y desde allí acelerar si contemplaciones hasta que se enciendes las luces del panel. Todo muy controlable y dosificable, por supuesto. Y el equipo de frenos, con la confianza que da el ABS, suficiente para cualquier apurada.

Según pasan los kilómetros, sientes que la postura de conducción es cómoda, con una posición erguida y los brazos abiertos sin forzar. El asiento es amplio y cómodo, no como en otras motos minimalistas en las que me he montado. Por compararla con alguna de las que yo tuve, tomo como referencia a mi última Bandit 650 y no hay color… El motor empuja desde mucho más abajo y está más lleno en toda la gama del cuentarrevoluciones, aunque lo que más ha cambiado respecto a mis recuerdos sobre mi antigua naked ha sido la parte ciclo. Lo que se puede conseguir con un conjunto sencillo pero equilibrado es sorprendente. Y lo fácil que pone las cosas al piloto.

No he llegado a probarla en ciudad, pero me imagino que una moto con este peso, que empuja suavemente desde abajo y con un cambio y tacto de embrague tan dulce, será una delicia como moto para el día a día, y para los que se inician en esto de las motos de carretera. Es una moto polivalente con la que disfrutarás de una merecida exclusividad.

La tricilíndrica inglesa ofrece sensaciones diferentes que se confirman rodando con ella. Sensaciones positivas que aúnan el empuje desde debajo de una bicilíndrica, con el torbellino de potencia a altas revoluciones que sólo ofrecen las de cuatro cilindros en línea. No me han gustado dos cosas; primero, que cada vez que paraba tardaba un buen rato en encontrar la escondida pata lateral, y segundo, que la carretera de La Aldea a Mogán sea tan corta.

 

 

Fernando Jiménez (47 años).- Probador habitual de Canariasenmoto.com y que tiene como moto propia una Honda Deauville 700 ABS con la que recorre anualmente unos 7.000 km por ciudad y todo tipo de carreteras. Kilómetros que se suman a los más de 10.000 que hace anualmente sobre un variopinto catálogo de motos de pruebas.

 

¡Qué alegría! Otra vez estoy a lomos de una Street Triple. En la unidad que hemos probado recientemente resalta su elegante color azul. Un tono que ensalza la musculosa forma de la pequeña Triumph, una moto que en cuanto a estética destaca ante todo sus dos faros trapezoidales delanteros que son la seña de identidad de esta Triumph. Otro detalle destacable es su escape minimalista con salida por el lateral derecho con el objetivo de tener el centro de gravedad más bajo y hacerla más manejable. Todos estos detalles, unidos a un motor elástico y enérgico, y a una parte ciclo realmente capaz y eficiente, sitúan a la Street Triple como un referente y con sólidos argumentos para destacar en su segmento. Por cierto, ¿saben a qué motor me recuerda este triciíndrico? La respuesta más adelante.

Sobre la ST te sientes cómodo e integrado. Sobre todo los más pequeñitos como yo. El manillar es ancho, plano y con una posición baja. La posición un poco retrasada de las estriberas permiten que el cuerpo cargue un poco sobre el tren delantero obteniendo una posición de conducción bastante sport. Los espejos ofrecen una buena visión de lo que ocurre tras de ti y el radio de giro, a pesar del diámetro de las barras de la horquilla delantera, es aceptabe.

En ciudad todo es fácil. Un motor suave que no es necesario que apures y que a cambio te ofrece una embriagadora melodía a través del pequeño escape lateral. Cambiar de marchas es muy agradable y sólo has de insinuárselo a la palanca de cambios. Puedes circular con comodidad y con cierto aire de exclusividad, algo muy apreciado por los más jóvenes y por el sector femenino. Ambos encontrarán en esta moto esa nota de distinción que les convierte en “únicos”.

Pero sus tres cilindros de 225cc son capaces de mucho más. Llegan en este modelo hasta 95 CV (Tope requerido para poder limitarse para usuarios del Carné A2). Ese toque suave y gradual a bajas vueltas se torna poderoso cuando superamos las 6.000 rpm. Y comenzamos a sentir el aullido que produce este tricilíndrico hasta que el conjunto de led's azules del cuadro nos avisa de que hemos de cambiar de marcha. La alegría se contagia y comenzamos a animarnos y “atacar” las primeras curvas impregnando el ambiente del sonido Triumph. La facilidad con la que puedes llegar a divertirte con esta moto es asombrosa y no deja de sorprender su eficacia al realizar los cambios de dirección. Se mueve con una agilidad sorprendente en las curvas.

Las suspensiones son regulables únicamente en la precarga del muelle trasero y tienen un ajuste un poco duro lo que favorece la conducción alegre. El potente sistema de frenos funciona con eficacia, aunque quizá se echa en falta una mejor capacidad de dosificación.. El ABS ofrece un plus de seguridad, impagable.

Uno de los aspectos que más me ha gustado de la ST es la contundencia de su motor y la considerable cifra de par, ambos factores consiguen que la moto responda de forma inmediata a las órdenes del mando del gas. ¡Qué lástima no haber podido tener una moto como esta, y a este precio, cuando uno era más joven! Por cierto, la forma de entregar la potencia de su motor me recuerda a una VFR750 que tuve hace ya no muchos, sino demasiados años.  La Street Triple es una de esas motos a la que te acoplas rápidamente en una auténtica simbiosis de placer.

 

 

En la imagen superior se puede ver la personalización sobre la Street Triple con algunos extras, pintados todos ellos en el mismo color de la carrocería, que a continuación te detallamos:

  • Tapa colín = 141,39€
  • Cúpula = 219,42€
  • Quilla = 234,99€

 

Unidad de pruebas cedida por Triumph Canarias (Gubra), distribuidor autorizado Triumph

 

Precio Street Triple ABS = 7.795€ (Gastos de matriculación incluidos. No incluye impuesto municipal)

Precio Street Triple R ABS = 8.895€ (Gastos de matriculación incluidos. No incluye impuesto municipal)

Campaña actual: 400€ de Descuento y Kit de Limitación A2 (con su instalación y legalización).

 

Equipamiento del piloto, cortesía de Motard Class: VER MÁS DETALLES

 

Prueba realizada por el equipo de Canariasenmoto.com

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