13 de Diciembre de 2010
Cuando parecía que 200 CV era una cifra exagerada para una moto de serie, llega el control de tracción de Kawasaki y los transforma en dóciles y aprovechables.
Igual que ocurrió en competición años atrás, el aumento progresivo de las prestaciones de las motos deportivas ha obligado a desarrollar sistemas de control de tracción cada vez más sofisticados. Actualmente sin las ayudas electrónicas sería muy difícil sacar provecho a motores que rondan los 200 CV, pero no todas estas ayudas funcionan igual de bien. La nueva ZX-10R sorprende por la facilidad con la que se gestiona la potencia, para ser una SBK de nada menos que 200 CV responde de una manera contundente, pero sobre todo controlable en todo momento.
El secreto está en la electrónica
Está claro que la ayuda electrónica en las motos deportivas ya es imprescindible, pero no cualquier control de tracción es igual de efectivo. Esto ha quedado claro después de probar el de la ZX-10R. Las ayudas electrónicas permiten a los pilotos ir más rápido y a mejorar sus tiempos, pero no se debe olvidar que los usuarios de la calle necesitan estas ayudas tanto como los propios pilotos.