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Prueba Royal Enfield Continental GT 535, retornado a los orígenes

05 de Julio de 2016

Prueba Royal Enfield Continental GT 535, retornado a los orígenes

La estética setentera de asiento plano y desnudez está cada día más de moda en las motos de los aficionados de toda Europa. De hecho las motos retro cada día aumentan su cuota de mercado. Motos, en la mayoría de los casos, sin muchas ayudas electrónicas a la conducción, con asiento corrido, neumáticos menos anchos de lo habitual, y algunas, hasta con sonido de los 80. La moto que hoy nos ocupa no ha necesitado que su fabricante se estruje mucho el cerebro buscando un diseño con aire de épocas pasadas; la Continental GT 535 lo trae de serie, y por menos de 5.400 euros.

 

Precio Royal Enfield Continental GT 535.- 5.399 € (Tarifa julio 2016 en Más Que Motos Tenerife)

 

El espíritu clásico está presente, al igual que en todos los modelos de la marca anglo-hindú, en cada uno de los detalles de esta moto. Y no es que Royal Enfield se haya contagiado, de pronto, por la moda. No, en la factoría hindú siempre han sabido hacer “hierros” efectivos, fiables e intemporales durante décadas. Con la Continental GT 535, uno de los modelos más nuevos del catálogo del fabricante de motos en producción más antiguo del mundo, lo han vuelto a lograr, poniendo en escena una moto con aires de los sesenta, al más puro estilo café racer.

 

Pero no creas que todo en esta moto es antiguo. La tecnología que emplea es la que posibilita que la fábrica de la India produzca más de 250.000 unidades de fiables motocicletas año tras año. Motos que se exportan a más de 50 países, incluido uno de los más exigentes, donde cada año van a parar más de 3.500 Royal Enfield. En concreto, en el diseño y la producción de este modelo se invirtieron 17 millones de euros. En su fabricación se consiguen superar estándares de la máxima calidad, incluyendo robots para soldaduras y pintura, y en el diseño de sus componentes han intervenido ingenieros de renombre internacional.

 

 

Simple pero efectivo, así debe ser el chasis de una moto; o al menos eso es lo que se buscaba en aquellos años y que ahora, tras darle muchas vueltas, está recuperándose por fabricantes de todo el mundo. El de la Continental es un doble cuna de acero, diseñado por el equipo de Harris Performance y con cotas actualizadas. La horquilla, de fabricación propia, ofrece un recorrido de 110 milímetros. Detrás, se anclan directamente al bastidor, dos amortiguadores regulables Paioli, con el depósito en la parte inferior y una resultona pintura amarilla para los muelles, que ofrecen un discreto recorrido de 80mm. La GT 535 no sólo es estrecha, también es cortita entre ejes, con tan solo 1.360mm.

 

Las llantas, de 18 pulgadas y más estrechas de lo que hoy en día suele verse por las calles (100/90-18, delante, y 130/70-18, detrás), acogen unos neumáticos Pirelli Sport Demon con aspecto retro, pero ojo, sólo en el aspecto, puesto que su efectividad está más que demostrada, incluso sobre el asfalto “actual”. La Continental es una moto bastante ligera, menos de 185 kilos con el depósito lleno, y el reparto de pesos está bastante equilibrado sobre ambos ejes. De la frenada se ocupa un conjunto de disco de 300mm, pinza y bomba Brembo, en el tren delantero, y un simple disco trasero de 240mm, de fabricación nacional.

 

Royal Enfield dejó atrás hace años los viejos motores de acero fundido y ahora confía en su monocilíndrico de aluminio que alberga un cilindro, en este caso, de 535mm, con culata OHV, inyección electrónica y refrigeración por aire, al que se acopla una caja de cambios de cinco velocidades. El contrastado motor ofrece una potencia máxima de casi 30 CV a 5.100 rpm y un par máximo de 44 Nm a 4.000 rpm, con unos consumos realmente bajos. Su cigüeñal aligerado ofrece una mejor relación peso-potencia que aporta a la Continental GT una mayor respuesta y agilidad.

 

 

Antes de subirnos, nos quedamos embobados observando los detalles de una moto que ha encajado a la perfección en las moda de una época en la que parece que estemos de vuelta de todo. Nos encantan los reflejos de su escape cromado, inclinado y con forma de megáfono. (El escape incorpora triple catalizador para superar la normativa Euro 4). Los brillos del tapón de la gasolina y los del faro delantero. O los guardabarros, de metal y recortados, como los que usaban los que en los 70 desafiaban a los cronómetros de agujas. Igualmente inspirador es el cuadro de instrumentos en el que encontraremos la información precisa, nada más, formado por dos relojes analógicos con coronas cromadas, velocímetro a la izquierda y tacómetro a la derecha.

 

La posición de conducción no es tan extrema como su condición de “café racer” pudiera insinuar. Es deportiva, pero a la vez suficientemente cómoda para que tu paseo de cada día no suponga una tortura para tus antebrazos, y es que los semimanillares están colocados por encima de la tija. El depósito lleva esculpidos dos rebajes para que aproveches al máximo una de las mejores cualidades dinámicas de esta Royal; su estrechez. La posición retrasada de los reposapiés y un asiento corrido que te permiten buscar “tu sitio”, facilitan que consigas encajarte en ella para tumbarte “contra el viento”.

 

La primera duda nos asalta a la hora de ponerla en marcha. Usamos el botón o el pedal de arranque… ¿Que qué es eso? Pues una herramienta muy útil cuando te quedas sin batería. Y a fe que funciona muy bien, al menos en la zona de Los Realejos, en Tenerife, donde es difícil que la temperatura baje de los 20ºC. Una vez que su motor cobra vida, comienza a latir suavemente con un ralentí que apenas supera las 1.000rpm.

 

 

La Continental GT es ligera. Y ágil. Más de lo que esperábamos. En ciudad se conduce con absoluta naturalidad y la posición del cuerpo ayuda a estar en alerta ante cualquier imprevisto. El motor es muy suave. Los casi 30CV llegan de forma muy predecible. Y aunque su potencia pueda considerarse exigua si la comparamos con los modelos llegados en los últimos años, la forma en la que ésta se entrega, sin el menor reproche desde las 2.000 rpm, nos hace disfrutar de una conducción relajada. Algo que teniendo en cuenta las restricciones en los límites de velocidad y, sobre todo, las consecuencias de superarlos, hacen que nos preguntemos si estamos siendo coherentes en la compra de nuestras motos. 

 

Las suspensiones funcionan correctamente, aunque sorprende la eficacia de la sencilla horquilla delantera, de fabricación propia. Los amortiguadores traseros, si bien cumplen su función tienen ese tacto seco del que casi nos habíamos olvidado con los sistemas de progresividad. Un hecho que lejos de ser un problema, nos acercan a la esencia de las “café racer”. Motos sin ninguna concesión que no fuera la de restar segundos al crono por las calles y avenidas. Los frenos, al igual que las suspensiones, cumplen sobradamente con su cometido y si bien el Brembo delantero destaca por su potencia, el trasero, hindú, destaca por su tacto. 

 

La ECU Keihin cumple a la perfección, demostrando que se ha hecho un excelente trabajo en lo que a entrega de potencia se refiere. El tacto es preciso y dispones de un margen amplísimo de utilización; desde las 2.000 rpm en adelante, todo empuje y suavidad. Eso sí, a partir de las 4.000 rpm las vibraciones se dejan notar, aunque no de manera preocupante. Lo más destacable de la Continental GT, su suavidad y facilidad de conducción. Sin lugar a dudas es la “café racer” ideal para los que quieren estrenar, conservando aromas del pasado, su carnet de “moto grande”.

 

 

Si te lo estás pensando, te hacemos una propuesta: Pon tu mente en modo “moto clásica” y olvídate de aceleraciones fulgurantes, apuradas de frenada o inclinaciones hasta rozar la rodilla. Céntrate en disfrutar de lo que te rodea a tu paso por la carretera, en abrir gas a fondo para disfrutar de la melodía de su escape o para sentir en puños y pies las pulsaciones de un motor que vibra, claro que vibra, pero que lo sientes vivo y pletórico de fuerza. La fuerza de una marca indómita y legendaria. Esa es la esencia de una moto atemporal que no ha llegado dejándose llevar por las modas, es así. Es la auténtica moto “estilo vintage” que tanto buscan en otras marcas.

 

Pon una Royal Enfield en tu vida y ella se encargará de poner la sonrisa en tu rostro…

 

Unidad de prueba cedida por Más Que Motos Tenerife, concesionario oficial Royal Enfield

 

Prueba realizada por el equipo de Canariasenmoto

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