27 de Noviembre de 2024
MITT ha dado un paso decidido en el segmento de las Gran Turismo con la nueva GT-K, una moto que destaca por su diseño sofisticado, un equipamiento tecnológico de primer nivel y un motor bicilíndrico de 730 cc. Diseñada para los amantes de las largas distancias, esta moto española, perteneciente a Jets Marivent, promete comodidad, dinamismo y una excelente relación calidad-precio.
Con un precio de 11.495 euros, confirmado por Jesús Saiz, director comercial de la firma, la MITT GT-K se convierte en una de las opciones más competitivas del mercado para quienes desean disfrutar del placer de viajar sobre dos ruedas sin renunciar a la capacidad y prestaciones propias de una GT.
De marca prometedora a producto consolidado
MITT continúa con su crecimiento en el mercado español, respaldado por su éxito de ventas. La marca impulsada por Jets Marivent ha logrado consolidarse como una opción atractiva dentro de este competitivo sector, a base de ofrecer motocicletas que combinan un diseño moderno con tecnología avanzada a precios competitivos. Su gama abarca diferentes segmentos, desde motos naked hasta sport touring, pasando por modelos clásicos y opciones para el público más joven. Estos productos buscan atraer tanto a motoristas experimentados como a aquellos que buscan iniciarse en el mundo de las dos ruedas.
Gran Turismo al alcance de todos
La MITT GT-K llama la atención a primera vista por sus líneas envolventes y fluidas que combinan elegancia con funcionalidad. Su frontal, dominado por una llamativa triple óptica LED, ofrece una excelente protección contra el viento. "El parabrisas panorámico, regulable eléctricamente en altura e inclinación, asegura una experiencia personalizada y cómoda para pilotos de cualquier talla", anticipaba Bernardo Caballero, responsable técnico de la marca.
Voluntarioso motor de 730cc y 75CV
La MITT GT-K está equipada con un motor bicilíndrico en paralelo de 730 cc, que genera 75 CV de potencia a 8.500 rpm y un par máximo de 70,6 Nm a 6.700 rpm. Este propulsor está diseñado para ofrecer una entrega suave y progresiva, ideal para largos recorridos. El consumo homologado de 4,6 l/100 km garantiza una excelente autonomía gracias a su depósito de 24 litros. El embrague antirrebote es un añadido importante que mejora la seguridad y facilita una conducción más suave, especialmente en reducciones bruscas.
El chasis de aluminio ofrece estabilidad y confianza
La parte ciclo de la GT-K está diseñada para ofrecer un equilibrio óptimo entre comodidad y dinamismo. El chasis doble viga de aluminio, combinado con un basculante del mismo material, asegura una estructura ligera pero resistente. "Las suspensiones están a la altura de una moto Gran Turismo: horquilla invertida de 41 mm ajustable en compresión y extensión, y un amortiguador trasero con sistema de bieletas y regulación solamente en precarga", nos contaba José Manuel del Val, responsable técnico de MITT, añadiendo que los componentes de las suspensiones son de Showa.
Brembo y Pirelli acentúan la confianza
En el apartado de frenos, encontramos un doble disco delantero de 298 mm con pinzas Brembo radiales y un disco trasero de 220 mm, todo ello respaldado por una bomba radial de Brembo y un sistema ABS firmado por Bosch. Los neumáticos Pirelli Angel GT completan el conjunto, garantizando un excelente agarre.
Sofisticación al servicio de la funcionalidad
Los detalles pensados para el confort no terminan ahí: la posición de los semimanillares elevados favorece una postura ergonómica y relajada, mientras que el asiento amplio, situado a solo 780 mm del suelo, permite a pilotos de menor estatura mantener un buen control de la moto en parado. Además, la zona para el pasajero es espaciosa y está equipada con una estructura trasera que facilita la instalación de un baúl.
Conectividad y confort en cada detalle
La tecnología es uno de los puntos fuertes de la MITT GT-K. Su pantalla TFT de formato panorámico y grandes dimensiones ofrece una lectura clara y repleta de información útil para el piloto. La conectividad es otro punto clave: gracias al sistema de mirroring, podrás sincronizar tu teléfono móvil con la moto y reflejar las funciones del dispositivo en el display. Además, incluye tres tomas de corriente (USB, USB-C y 12V) para cargar dispositivos electrónicos.
Consola central y llave presencial keyless
Desde al panel central, situado sobre el depósito, bastante a mano, puedes controlar la altura del amplio parabrisas regulable eléctricamente. También abrir el depósito de combustible, abrir las maletas laterales, todo sin necesidad de sacar la llave del bolsillo. Cuenta con puños y asiento del piloto calefactables en 5 niveles, y dispone asimismo de sensor de presión de neumáticos.
Nos ponemos en marcha
Desde el momento en que me subí a la GT-K, quedó claro que el diseño no solo busca agradar a la vista, sino también ofrecer practicidad. El asiento es sorprendentemente cómodo, incluso después de varias horas de prueba, y la posición de conducción es natural y relajada. Con una estatura de 166 cm, pude apoyar ambos pies en el suelo con facilidad, lo que aporta mucha seguridad en maniobras a baja velocidad.
Entre Guadalajara y Cuenca
El parabrisas eléctrico es un gran acierto. Durante el recorrido, por las reviradas carreteras que circundan el pantano de Buendía, entre Guadalajara y Cuenca, comprobé que ajustar su posición en marcha fue sencillo y eficaz, lo que se agradece especialmente en rutas donde las condiciones de viento pueden variar, como ocurrió en el acertado itinerario que el equipo de MITT había preparado para el estreno de su nueva GT.
Pensando en el confort del usuario
La pantalla TFT es de un tamaño generoso, lo que facilita la lectura de la información mientras conduces. Sin embargo, noté que en ciertas condiciones de luz intensa, como el sol cenital, la visibilidad del display puede verse afectada. Esto es algo que la marca ya está trabajando para mejorar en las versiones definitivas. la GT-K incorpora soluciones muy prácticas, demostrando que MITT, y su proveedor JEDI, han pensado en la comodidad de los usuarios en el día a día.
Todo lo que se puede esperar de un motor de 75CV
El motor, voluntarioso en todo momento, mostró a lo largo de toda la prueba un rendimiento sólido y consistente, con una respuesta que permite disfrutar tanto en rutas tranquilas como en trayectos más dinámicos. Aunque su potencia es suficiente para mover con soltura los 250 kg de peso en orden de marcha, se percibe que este propulsor prioriza la suavidad y la eficiencia sobre la agresividad.
Confianza para disfrutar de tu viaje
La estabilidad en marcha es notable, incluso en carreteras reviradas como las que nos habían preparado para el test. Las suspensiones Showa, aunque tirando a blandas, ofrecen un comportamiento predecible y cómodo, ideal para rutas largas. En curvas cerradas, la moto transmite confianza y permite disfrutar de una conducción fluida.
Sin control de tracción ni caballete central
El embrague antirrebote es un gran aliado, especialmente al reducir marchas a ritmo rápido, donde aporta un extra de seguridad y control. El sistema de frenos es uno de los aspectos más destacables de la GT-K. Los Brembo ofrecen potencia y una gran capacidad de dosificación, lo que resulta esencial en una moto de este peso.
Buscando los huecos en el mercado
La MITT GT-K representa un avance significativo para la marca española en el competitivo segmento de las Gran Turismo. Con un precio ajustado, un equipamiento completo y un diseño que combina funcionalidad con elegancia, esta moto es una opción ideal para motoristas que buscan iniciarse en el mundo de las GT o que valoran la relación calidad-precio.
La experiencia a los mandos de la GT-K confirma que MITT ha logrado un equilibrio entre confort, tecnología y rendimiento dinámico, ofreciendo una moto que cumple con las expectativas de los amantes del turismo en moto. Ahora los "deuvilleros y especies similares" tienen un modelo que hará las delicias de quienes cuentan con un presupuesto ajustado pero no quieren renunciar a una compañera de viajes capaz, predecible y bonachona.
¡Muy pronto en los distribuidores de MITT en Canarias!