01 de Diciembre de 2010
Prueba SOLO MOTO
Hace más de veinticinco años en Kawasaki presentaron su GPZ 900 R Ninja, una polivalente sport carenada cuya filosofía parece heredar esta nueva Z 1000 SX. ¿De vuelta a los orígenes?
Tratar de unificar lo mejor de dos mundos es algo que muchos fabricantes tratan de conseguir. En Kawasaki tienen una larga experiencia en este sentido, pues su agresiva Ninja de 1984 combinaba unas brillantes prestaciones sin renunciar a un carenado de generosas dimensiones que invitaba a los largos viajes.
De hecho, aquella Ninja, que más adelante se radicalizó con la llegada de las siglas ZX-R, se puede considerar como una de las pioneras de un segmento denominado sport-touring, en el que conviven el carácter deportivo con un talante turístico. Una combinación que, con la exitosa Z 1000 como base, en Kawasaki han conseguido retomar con esta atractiva versión Z 1000 SX.
Una moto que no tiene la imagen habitual de los modelos actuales de este estilo, sino que es más agresiva (filosofía Ninja…) a la vista y muy funcional en orden de marcha. Los responsables de la marca la sitúan en el mismo grupo que la CBF 1000 de Honda, Triumph Sprint GT y ST, FZ1 Fazer o la Suzuki GSX 1250 FA, pero desde nuestro punto de vista esta nueva Z 1000 SX, sin llegar a abrir un nuevo sector, creemos que es más excitante que estos modelos de una familia en la que Kawasaki engloba su Z 1000 SX.
Esta nueva versión SX no es simplemente una Z 1000 con carenado, sino que refuerza su carácter touring pero al mismo tiempo descubrimos una vertiente sport muy agradecida que nos entusiasmó en una bonita ruta marcada en la provincia de Málaga.
Entre las curvas de la serranía de Ronda y la autovía del Mediterráneo, con sol pero también con la presencia de frío y de una ligera lluvia, la SX nos demostró muy buenas maneras, facilidad de conducción, confort, protección y buen tacto, con un punto excitante que marca la diferencia.
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