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Prueba Indian Scout Bobber, despierta tu lado más gamberro

19 de Enero de 2018

Prueba Indian Scout Bobber, despierta tu lado más gamberro

Desde que el pasado año en fabricante americano anunciara la salida al mercado de la versión Bobber de su popular Scout estábamos deseando ponernos a los mandos de esta unidad cedida por Vegueta Bikes (Autos Vegueta), el distribuidor autorizado de la firma Indian en Canarias.

 

Indian es una marca con un gran prestigio entre los entendidos de las dos ruedas y todos sus productos cumplen con las prestaciones exigidas por sus incondicionales. La marca del grupo Polaris ha satisfecho las expectativas de un público que esperaba poder volver a montar en una Indian tras años de estar aletargada.

 

Sin romper del todo con la filosofía custom, la Bobber va un paso más allá en su actitud más radical. No hay más que echarle un vistazo: Predominio de tonalidades “dark”, llantas de aleación ligera de 16 pulgadas, neumáticos de gran sección y dibujo remarcado, suspensiones recortadas, estriberas retrasadas y un manillar plano, definen la inconfundible silueta de esta descarada Scout Bobber.

 

Precio Indian Scout Bobber.- 13.990 euros (Con 5 años de garantía oficial Indian)

 

 

Para demostrar que la tecnología no está reñida con el estilo clásico, la Bobber cuenta con detalles que le aportan una personalidad única dentro de la familia Scout. Como mandan los cánones marcados en los años 40, cuando las motos americanas eran despojadas de todos los elementos superfluos, la Indian que nos ocupa es monoplaza, larga y baja. Los neumáticos, con un dibujo muy pronunciado, son de gran sección y van montados sobre elegantes llantas de ocho palos. Los guardabarros y las suspensiones han sido recortadas para acercarla al asfalto.

 

Destaca el color negro mate que contrasta con el pulido de los resaltes del poderoso bicilíndrico de 1.130cc. y los acabados oscuros de todos sus elementos, incluida la carcasa del faro -con tecnología led- y las tapas del radiador. Pero además de la tonalidad, hay evidentes cambios visuales en esta versión Bobber como la suspensión rebajada desde los 78 mm de la original a los 51 mm de ésta. O las llantas de 16 pulgadas con neumáticos taiwaneses Kenda K791 de gran sección con un trasero 150/80-16 y un delantero 130/90-16 que mitigan en gran parte la disminución del recorrido de la suspensión. Al igual que el asiento, con un amplio mullido y rematado en un excelente cuero en dos tonalidades diferentes.

 

 

A los mandos descubrimos que la posición de conducción despierta ese lado gamberro que permanecía adormilado. Los 649mm de altura de su asiento te permiten llegar mejor al suelo que a las estriberas, y eso que se han retrasado unos cuantos milímetros. El cuerpo queda inclinado hacia delante formando con las piernas un ángulo que te invita a una conducción alegre, sintiendo el tren delantero, más parecida a la de una cruiser que a la habitual en una custom.

 

El bastidor de aluminio es el mismo que el del resto de la familia Scout, conservando sus bondades y su poco peso (245kg), para tratarse de una custom. Las suspensiones no son regulables, ni la horquilla Showa ni el par de amortiguadores traseros, aunque siempre que el asfalto sea bueno no echarás de menos la falta de ajuste. La frenada está confiada a un único disco delantero de 298mm mordido por una pinza de dos pistones. Detrás encontramos un disco de igual medida, mordido por una pinza de un solo pistón.

 

 

El motor de esta Scout Bobber cubica 1.130cc. Es el mismo motor del resto de la familia Scou, a excepción de la Scout Sixty. Un V-Twin a 60º con una potencia máxima de 94 CV a 8.000 rpm y un par máximo de 97 Nm a 5.800 rpm, es decir, un propulsor con considerable empuje. Un motor de inyección electrónica tremendamente suave y de bajo consumo, lo que garantiza, con su depósito de 12,5 litros, una importante autonomía.

 

Aunque había aviso por lluvia que nos aseguraba agua para la jornada elegida para la prueba, podían más las ganas de conducir una moto que ya en parado te conquista con sus elegantes líneas y detalles como la cerradura de contacto, en el lateral izquierdo, en el hueco que deja el ángulo del V-Twin. Llegado el momento de agarrarse al manillar, ancho y plano, pulsar el botón de arranque y ajustarse las gafas antes de meter primera.

 

 

El motor es todo empuje y suavidad desde el primer golpe de gas. No hay vibraciones apreciables y su empuje confirma que estilo y diversión no están reñidos. Ofrece un importante par desde muy pocas revoluciones y puedes jugar con el cambio para aumentar la emoción, aunque su par motor no te reprochará si entras pasado de marcha en una curva. El aumento de peso sobre el tren delantero permite mayor precisión y sensibilidad a la hora de abordar las trazadas. El comportamiento es muy lineal, desde prácticamente el ralentí hasta la zona alta. Los cambios de marcha son tan sonoros como precisos, y el embrague no exige que seas un poderoso luchador para sacarle todo el jugo.

 

A pesar del gran balón del tren delantero, en curvas se mueve sin dificultad y es muy estable un las trazadas a ritmo vivo. Los límites los marcarán unas estriberas que parecen querer emular la radial de un soldador repasando rebabas. Raspan con facilidad a poco que despiertes tu lado gamberro. Las suspensiones trabajan bien si el asfalto es bueno. Conjuntadas y equilibradas permiten disfrutar de cambios de dirección sin ningún flaneo a pesar de no tratarse de una moto peso pluma. Sólo cuando el asfalto está roto, la suspensión trasera manifiesta su disconformidad y pide a gritos otro tipo de firme. Los frenos son adecuados para el ritmo de la Scout Bobber y el conjunto con un ABS poco intrusivo permiten una frenada potente y eficaz en cualquier situación.

 

 

Originalmente las Bobber eran motos artesanales para tíos duros, motoristas de verdad que les gustaba montar en moto, pero hacerlo ellos solos. Y aunque ahora ya no hace falta ser un tipo duro para llevar, la Scout Bobber supera la prueba del algodón enfatizando con clase y estilo un diseño minimalista. Calidad y prestaciones que se manifiestan en la carretera con un gran comportamiento dinámico que despierta tu lado más gamberro.

 

Unidad de prueba cedida por Vegueta Bikes, distribuidor autorizado Indian en Canarias

 

Prueba realizada por el equipo de Canariasenmoto

 
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