Indian Motorcycle es la primera compañía de motocicletas de América. Fundada en 1901, Indian Motorcycle se ha ganado el corazón de muchos motoristas en todo el mundo y ha consolidado una gran reputación como una de las marcas más legendarias y míticas de América por su dominio sin rival en competición, su excelente ingeniería y sus innumerables innovaciones y primicias en la industria. Herencia y pasión que llegan a Canarias de la mano de Vegueta Bikes (Grupo Autos Vegueta).

Recientemente tuvimos la oportunidad de probar dos de las máquinas más evocadoras de Indian; por un lado la Challenger Elite es un nuevo modelo bagger de la marca americana con un nuevo motor, el más poderoso de la historia Indian, humanizado gracias a innumerables asistencias electrónicas y envuelto en una impresionante y agresiva carrocería. El otro mito que pasó por nuestras manos fue la Indian Roadmaster Elite, un vehículo que lleva el lujo en los viajes sobre dos ruedas a otro nivel. Una moto capaz de aunar el estilo clásico de la marca con la última tecnología, con modos de conducción y una solución innovadora para disminuir el calor del motor.

• Precio Indian Challenger Limited 2020.- 32.690 euros
• Precio Indian Roadmaster Limited 2020.- 34.590 euros

La bagger de nuestra prueba, la Indian Challenger es una moto totalmente nueva, que puede presumir de músculo gracias a su nuevo motor Indian PowerPlus 108, un propulsor totalmente nuevo de refrigeración líquida V-Twin a 60 grados de 1769 cc y 4 válvulas por cilindro con unas cifras de vértigo: 122 CV de potencia y 178 Nm de par. Dispone de una transmisión de 6 velocidades, embrague asistido y ajustadores de juego de válvula y tensores de cadena de distribución hidráulicos.

Para facilitar su manejo, el piloto dispone de 3 modos de conducción (Rain, Standard y Sport) con diferentes aplicaciones del control de tracción. La más moderna de la familia touring de Indian está equipada con Smart Lean Technology, una tecnología que se basa en los datos de una unidad inercial IMU Bosch que añade un pre control en curva al control de tracción dinámico y al ABS en curva, así como Drag Torque Control (Control de derrapaje debido al par motor). El nivel de intervención de cada una de las ayudas electrónicas a la conducción y la respuesta del motor varían automáticamente según el modo de conducción elegido.

La Challenger, al igual que toda la gama del fabricante norteamericano, se articula sobre un bastidor de fundición de aluminio que envuelve su poderoso motor bicilíndrico refrigerado por líquido. Al bastidor se anclan una horquilla invertida y un amortiguador trasero Fox ajustable que garantiza el confort en marcha. Los frenos con pinzas Brembo de anclaje radial y un par de neumáticos Metzeler Cruisetec, completan una parte ciclo capaz de meter en vereda los 365 kilos que, en seco, marca la Challenger sobre la báscula.

El confort de marcha tampoco se ha mimado con la incorporación de un carenado frontal con parabrisas regulable en altura y deflectores ajustables. Tampoco debemos olvidar su asiento confort, llave de proximidad, doble guantera, maletas impermeables (más de 68 l. de capacidad), iluminación full-LED, sistema de audio y un depósito de gasolina de 22,7 l para eternizar el viajes son otras cualidades de esta custom bagger espectacular.

La Challenger Limited -existe otra versión Dark Horse- es el modelo más tecnológico de la marca ya que además del nuevo motor de agua V-Twin PowerPlus de 1.769 cc y 122 CV, sube a una máquina de dos ruedas una electrónica de última generación en la que no falta el Ride Command, el sistema de pantalla táctil de info-entretenimiento con pantalla de 7", conectividad por Bluetooth y USB.

La fábrica de Iowa se ha propuesto ser el referente tecnológico de la categoría y no ha reparado en gastos para hacerlo posible. En su pantalla táctil, incluso con guantes, ofrece una auténtico soporte de entretenimiento en marcha gracias a un procesador quad-core y a detalles como la información del tiempo y del tráfico, y se complementa con el potente sistema de audio PowerBand, optimizado especialmente para este modelo.

Conducir la Roadmaster Elite, posiblemente el modelo más lujoso de la marca de Iowa, es como viajar en otra dimensión. Nuestro modelo de prueba, incorpora modos de conducción y una nueva tecnología que desactiva el cilindro trasero con el objetivo de generar menos calor desde el motor y mejorar el confort del conductor. Una moto de grandes dimensiones concebida para realizar grandes viajes y devorar autopistas, tanto en solitario como acompañado, y disfrutando de una comodidad que no es habitual sobre dos ruedas.

Además, se han actualizado ciertos detalles aerodinámicos y conductos de aire ajustables. No falta en la Indian Roadmaster la tecnología LED, el asiento y los puños calefactables con distintos niveles, el cierre remoto de maletas, reposapiés de pasajero ajustables, control de crucero, llave inteligente presencial y hasta control de presión de neumáticos.

La Roadmaster Limited está propulsada por el motor Thunder Stroke 116 que ofrece 92 CV y arroja un excepcional par motor de 168 Nm a 2.800 rpm para una suave conducción a cualquier velocidad. Cuenta con una caja de cambios de seis relaciones y dispones de varios modos de entrega de potencia que permiten optimizar la nada desdeñable cifra de potencia y, sobre todo, de par máximo del descomunal propulsor bicilíndrico de 1.901 cc que produce la fábrica de Iowa.

Dispone de una parte ciclo que se sustenta en el chasis de fundición de aluminio y que se basa en una horquilla convencional con barras de 46 mm, con un recorrido de 119 mm, y un monoamortiguador con ajuste neumático y 114 mm de recorrido. El siénteme de frena está basado en un trío de discos de 300mm, mordidos delante por pinzas de 4 pistones y 2 detrás. Por supuesto cuenta con un sistema antibloqueo ABS para que los Metzeler Cruisetec no pierdan agarre en las frenadas. Delante, la goma es de 130/60B19 66H por la 180/60R16 80H que monta detrás.

El lujo en marcha es impresionante. No falta de nada; desde asiento Rogue Clima Command frío/caliente que viene como estándar de fábrica añadiendo más confort para conductor y pasajero, a un enorme repertorio de accesorios touring para mejorar cada ruta. Las comodidades de conducción premium incluyen iluminación LED, arranque sin llave, control de crucero, alforjas con cierre centralizado, control de la presión de los neumáticos y puños calefactables.

Asimismo, el parabrisas eléctrico permite ajustar fácilmente, desde un botón en el manillar, la altura. Las rejillas de ventilación inferiores gestionan el flujo de aire para una comodidad óptima del conductor y el pasajero. Y por último, el sistema de info entretenimiento Ride Command integra Apple CarPlay®, navegador con indicaciones de giro y destinos y búsquedas intuitivos, conectividad Bluetooth, información del vehículo e información del tráfico y tiempo, y un lelectrizante sistema de sonido de 200W.

Referentes dentro de la categoría de las touring de largo recorrido

Las protagonistas de nuestra prueba, modelos touring de largo recorrido, asombran a su paso en cualquier carretera de las islas, y no solo por su envergadura o su sonido; sus excelentes acabados o su sonido provocador embelesan a quienes las ven pasar o se acercan para absorberlas con la mirada y soñar con viajar hasta esa lejana puesta de sol, protegidos por sus impresionantes carrocerías.

La Roadmaster Elite es una moto con una envergadura que impresiona a primera vista, pero que una vez en marcha ofrece un comportamiento noble y predictivo, siempre que seamos conscientes de lo que tenemos entre manos. El poderoso motor Thunder Stroke 116, cifra de pulgadas cúbicas que equivale a unos colosales 1901 cc, ofrece un carácter tan genuinamente americano como un paquete de Marlboro: Cilindros en V a 49 grados, carrera larga y un descomunal par a bajo y medio régimen. Su empuje es constante desde bajas revoluciones, siempre con un característico sonido, al que le gusta más “trotar” de manera constante que los explosivos “galopes”.

El lujo y el ahorro de peso no son compatibles.

Los metales nobles, los accesorios, el equipamiento e incluso la instalación eléctrica se suman al peso de un chasis y un motor concebido para tragar y tragar millas a ritmo constante y sin muchos tramos de curvas. La parte ciclo está muy bien resuelta para que esta mastodóntica moto ofrezca una dinámica más que digna. Es permisiva con los errores de marcha porque desde menos de 2.000 revoluciones su descomunal motor responde sin un tirón ni una queja con extraordinaria suavidad, con las vibraciones justas para valorar su estirpe pero nunca molestas, todo lo contrario. El cambio es preciso y su accionamiento sorprende porque espera algo más rudo. Se mueve con facilidad a ritmo tranquilo y solo, una vez que decidas echar el pié a tierra, o los dos pies, porque es muy bajita de asiento -673mm-, tendrás que centrarte en localizar el caballete lateral y asegurarte de que queda bien asentada.

Una “gran turismo” a la americana; tan suntuosa como espectacular

La relación de seis velocidades de su caja de cambios, con una sexta tipo “over-drive” para aprovechar el músculo de su motor, permite sacarle mayor partido a un motor que no necesita girar mucho más allá de las 4.000 rpm. En carreteras de curvas hay que enlazar los virajes con suavidad, anticipando la maniobra, pues hay que lidiar con sus inercias, que no son pequeñas. Las autopistas o carreteras más amplias son su mejor escenario; ahí sentirás lo que es el auténtico lujo de viajar sobre dos ruedas, con todas las comodidades y envuelto en el sonido de su doble salida de escape o de la banda sonora que elijas en su sistema de sonido.

El centrado de masas facilita, no obstante, su manejo

Pero si en algo destaca la Roadmaster Elite es por su extraordinario confort a la hora de afrontar cualquier viaje; cuanto más largo, mejor. La moto parece ir colgada sobre hilos mágicos desde el cielo porque se mantiene inalterable a las irregularidades del terreno. Horquilla y amortiguador filtran lo baches con una facilidad asombrosa ayudados por el generoso perfil de los neumáticos específicos para grandes motos americanas. El parabrisas regulable te garantiza la protección al viento, para ti y para el pasajero que irá como en el sofá de casa. Desde el respaldo integrado a las plataformas para los pies ajustables en altura, pasando por a los apoyabrazos, ofrece todos los extras que puedas desear para un asiento de primera clase.

La seguridad en las frenadas se consigue apoyándote sin miramientos en el freno trasero

Tan solo criticar el calor del motor y de los escapes si te coge una ola de calor como la que nos persiguió a nosotros por Las Tirajanas durante el reportaje… un indescriptible ambiente caldeado. Pocas motos encontrarás en el mercado con igual o parecido derroche de lujo y capacidad de carga, algo que lleva aparejado un peso suspendido que obliga a un trabajo duro de la suspensión. Aunque se defiende bien en cualquier terreno con precisión y seguridad,  arrastrar bajos y escapes es algo que se logra con más frecuencia de la que sería aconsejable. Y es que tanto peso dificulta el manejo de la moto especialmente a baja velocidad o al circular por las ratoneras curvas que dibuja la orografía isleña.

Un alma poderosa para una moto irreverente

La dinámica de la Challenger Elite es distinta, más parecida a lo que acostumbramos en Europa. De hecho, la Challenger es la moto más potente y tecnológica salida de las cadenas de montaje de Indian en Iowa. Un moto que llega para rubricar el excelente trabajo que han hecho a lo largo de estos 6 años en el mercado, revolucionando en cierta medida el mercado de las mega custom americanas.

Para la Challenger se ha creado un motor totalmente nuevo que no parte como sería, hasta cierto punto lógico, del mega bicilíndrico de 1.901 cc que monta la compañera de este reportaje. Han preferido utilizar como base en más moderno propulsor V a 60º refrigerado por agua de la familia FTR 1200 (VER PRUEBA) y elevar su cilindrada hasta las 108 pulgadas cúbicas, o lo que es lo mismo: 1.789 cc, denominado Power Plus.

El bicilíndrico de la Challenger conseguirá que olvides “qué era eso de las vibraciones”

Los 122 CV y los 178 Nm a 3.800 rpm que anuncia Indian y que se notan cuando retuerces el acelerador, se consiguen gracias a una sofisticada inyección electrónica, a un doble árbol de levas y a las 4 válvulas por cilindro que destacan entre algunas de las características de la arquitectura de este moderno propulsor que tien el objetivo de mover con soltura los cerca de 400 kilos que en orden de marcha pesa la Challenger Elite.

Teniendo en cuenta los parámetros servidos por una plataforma IMU, similar a las que montan las motos deportivas más tecnológicas del mercado, y que a su vez tienen origen en el mundo de la competición, esta Bagger de Indian ofrece al conductor  3 modos de conducción – Rain, Standard y Sport-; cada uno con un carácter de moto diferente. Asimismo se utilizan todos estos parámetros para optimizar el trabajo del sistema ABS, sensible a las curvas, o el control de tracción.

Acertado equilibrio de una parte ciclo tan sólida como eficaz

El sólido chasis en fundición de aluminio habitual de Indian se encarga de mantener a raya un consunto de generosas dimensiones que anuncia un peso de 365 kilos en seco. Delante incorpora una sólida horquilla invertida con 130 mm de recorrido acompañada de un amortiguador Fox trasero, lo que junto con un equipo de frenos delanteros de 320 mm de diámetro y mordido por pinzas radiales Brembo, y un disco de 298 mm en la rueda trasera, contribuyen a la buena dinámica de la moto. En cuanto a los neumáticos Metzeler Cruisetec (130/60B19 66H delante y 180/60R16 80H detrás) van montados en elegantes llantas Sport que contrastan con los ribetes en rojo, en medidas de 19" x 3.5" / 16" x 5".

En la Challenger Elite todo está diseñado “a lo grande”, literalmente hablando. Si no pasas con holgura el metro setenta de altura tendrás dificultades de adaptación para llegar con confianza a manillares y mandos de los pies. El manillar te obliga a ir un poco colgado y las piernas irán bastante estiradas para que apoyen bien sobre las plataformas, pero ¡oh, milagro! Con el paso de los kilómetros te encuentras más cómodo de lo que a primera impresión pudieras suponer.

Resulta sorprendentemente ágil y no será fácil rozar sus estiberas

Ante ti, el tablero de instrumentos de la bagger de Indian, equipado con Ride Command y un prodigioso sistema de sonido. Este sofisticado adelanto tecnológico de pantalla táctil te permite emparejar tu moto con tu smartphone o complemento electrónico que quieras, además de informarte de todos los datos que necesites, desde la presión de las ruedas hasta la temperatura ambiental, y todos los datos que esperas de un completísimo ordenador de a bordo: consumo instantáneo y total, distancia recorrida, itinerario del viaje y un sinfín de parámetros.

Para arrancar sólo necesitas acercarte a ella, con la llave presencial en el bolsillo, y activar el contacto. El motor cobra vida de manera casi mágica, teniendo en cuenta su cilindrada y configuración, ya que no vibra como lo haría cualquier megatwin. El carenado delantero, con las ópticas led al frente, detrás y en los intermitentes, ofrece una gran protección al piloto, desviando el viento de cabeza y tronco.

Danzar sobre una bestia de 400 kilos y 2,5 metros de largo

Desde los primeros metros alabas el trabajo hecho por los ingenieros en cuanto a progresividad y capacidad de dosificación de un propulsor ideal para este tipo de moto que acelera como una bestia parda, aún teniendo que arrastrar cerca de 450 kilos, contigo encima. Los mapas de motor permiten adaptar la entrega de potencia a tu estado de ánimo o al estado de la carretera, pero si te decides por el modo “sport” te vas a divertir de lo lindo.

El chasis junto a una amortiguación equilibrada y un conjunto de frenos acorde a las estimables inercias de esta moto, consiguen que la dinámica de una moto con la envergadura de la Challenger Elite te seduzca en cuanto te adecúes a los metros de anticipación y a su especial trazada por las ratoneras curvas de Canarias. Se siente en su salsa en tramos como Pasito Blanco-Arguineguín, pero tampoco le hace ascos a otros como Fataga donde te sorprenderías con la agilidad con la que baila entre curvas.

En ninguno de los dos casos, Indian ha apostado por hacer de ellas motos desmesuradas. Son motos con mucho empaque, pero dinámicamente funcionales. La comodidad y el confort de marcha han sido dos de los objetivos de Indian, pero no han descuidado el comportamiento dinámico.

Ambas pueden presumir de equipos de sonido que te harán más amenos los grandes viajes; esos en los que sueles ir acompañado y con un importante equipaje. Si la Roadmaster Elite destaca por su impresionante capacidad de carga sorprende que en las maletas de la Challenger (68 litros) no quepa un mísero casco tipo jet. Y es que con su diseño alargado y estrecho se ha buscado seguir la ortodoxia de la filosofía bagger.

Las dos opciones touring de “Vegueta Bikes” son ideales para los amantes de los grandes viajes, pero también para quien se quiera dar el capricho y presumir de exclusividad. Ambas cuentan con motores más que suficientes para que nunca eches de menos más potencia, con una acertada dinámica y con un equipamiento tecnológico que, hasta ahora estaba reñido con las líneas más clásicas del panorama custom.

Y recuerda que Indian te ofrece 2 años de garantía + 3 años de garantía limitada extendida para motor, transmisión y electrónica.

Casco utilizado en la prueba: MT Le Mans 2 SV Flaming Gloss Fluor Orange (VER DETALLES)

Prueba realizada por el equipo de Canariasenmoto