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Prueba Honda CB125F 2015, la streetfighter para el carné B

16 de Junio de 2015

Prueba Honda CB125F 2015, la streetfighter para el carné B

La nueva Honda CB125F 2015, a diferencia de la anterior versión, se destapa para adoptar el aspecto desnudo de las otras naked de la marca, las Honda CB500F y CB650F, que no muestran más vestido que la pequeña cúpula adosada al inconfundible faro delantero.

 

En la firma japonesa se ha buscado conseguir dos objetivos muy claros, ofrecer una facilidad de conducción apta para todos los niveles de conducción y mantener un coste reducido. El primero se ha conseguido, sobre todo, gracias a una ligereza extrema de tan sólo 128 kilos en orden de marcha y a una llantas de 18 pulgadas que pueden aportar más confianza al conductor con menos experiencia. Y la reducción de costes, al igual que en otros modelos como la exitosa MSX, viene derivada de la internacionalización de la producción del gigante japonés por diferentes países del sudeste asiático.

 

Nuestra unidad de pruebas, cedida por Juan Armas, distribuidor autorizado de Honda en la provincia de Las Palmas, en color Amarillo Twinkle Perlado -una atractiva mezcla entre amarillo y verde fosforescente- resplandecía en cualquier escenario escogido para hacer las pertinentes sesiones de fotos para ilustrar esta prueba.

 

Sin renunciar al nivel de calidad y al empaque de todos los productos de la marca, la CF125F tailandesa se ha renovado en su totalidad para ofrecer un producto económico, tanto de coste como de mantenimiento, para el segmento con mayor número de ventas en nuestro país, el de los conductores que llegan al mundo de la moto gracias a la convalidación del carné de coche con más de tres años.

 

Para conseguir ese objetivo, la CB125F ha adoptado la imagen de una moto de mayor cilindrada, con un chasis totalmente nuevo y un par de llantas de 18 pulgadas -antes de 17- pero sin dejar de ser ese tamaño de moto ideal para todos los públicos. El nuevo faro, envuelto por la pequeña cúpula que integra una completísima y atractiva instrumentación -sobre todo por el ingenioso sistema de indicador de marcha engranada-, es el sello más destacado de una nueva carrocería en la que faltan un bien resuelto par de aletas laterales que abrazan un deposito, rematado, en la parte posterior por un comodísimo asiento corrido.

 

La combinación de tonos negros en el chasis y en las llantas de de aluminio -siete palos desdoblados-, y los tonos grises, e incluso cromados en el escape,  contrastan con unos amortiguadores que, pintados en rojo al igual que los logos laterales, destacan en un conjunto de líneas limpias.

 

Para el motor, Honda se ha decantado por una apuesta segura que mantenga los valores de economía y robustez de su predecesor pero tratando de optimizar, aún más el consumo, y dotándolo de una mejor respuesta en bajos y medios. Se trata de un monocilíndrico de 52,4 x 57,8 mm (diámetro por carrera) de cuatro tiempos dotado de inyección electrónica PGM-Fi y refrigeración por aire que ahora incorpora un nuevo eje de equilibrado para reducir el nivel de vibraciones. La fábrica declara una potencia máxima de 10,6 CV a 7.750 rpm con un par máximo de 10,2 Nm a 6.250 rpm. La caja de cambios se mantiene con cinco relaciones. Como antes, destaca por un consumo muy bajo, sólo 1,94 l/100 km, lo que permitirá recorrer más de 600 km sin repostar con su depósito de 13 litros.

 

La nueva CB125F es algo más larga que la anterior CBF125, concretamente 25mm -de 1.270 se pasa a 1.295mm- y la geometría también ha variado, aunque sólo ligeramente, debido a la incorporación de las nuevas llantas, en cuyas gargantas se alojan neumáticos de 80/100-18 delante y 90/90-18 detrás. El peso, como habíamos dicho anteriormente, se mantiene inalterado respecto al de su predecesora, en 128 kilos.

 

Los amortiguadores traseros disponen de cinco posiciones de regulación, en precarga de muelle, para adecuarse a conducción en solitario o con pasajero y ofrecen un recorrido de 120 mm. La horquilla mantiene una configuración telescópica convencional, aunque ahora con 31mm de diámetro. El equipo de frenos tampoco varía, y sigue contando con un disco anterior de 240 mm y un tambor trasero de 130 mm.

 

La posición de conducción que ofrece esta pequeña streetfighter es confortable. Con unas estriberas adelantadas y un manillar algo más retrasado para conseguir una posición más erguida, que deje de pasar factura con el paso de los kilómetros. La altura del asiento, a 775 milímetros del suelo, invita a encaramarse a él hasta al más pequeño de la clase. En este punto no habrá queja alguna.

 

Arrancamos y el pequeño motor cobra vida de manera casi imperceptible; ni siquiera aparecen vibraciones. No será el más potente del mercado, poco más de 10CV, pero es dulce y suave como él solo. La respuesta desde bajos es agradable y sube de revoluciones de forma alegre. Además permite aprovechar muy bien el empuje en medios, y ahorrar cambios de marchas.

 

Y hablando de cambios, dos cosas nos han gustado, cómo se muestra el cambio engranado en una escala creciente en el centro del tablero, y lo más importante, lo suave que va el cambio y el accionamiento de la palanca del embrague. Subes y bajas marchas con una facilidad pasmosa. Eso sí, no conseguirás con este motor aceleraciones fulgurantes, pero tampoco te quedarás el último tras ponerse en verde el semáforo.

 

Cuando hablamos de cientoveinticinco a veces nos olvidamos que son motos eminentemente ciudadanas, pero quién se va a resistir a la llamada de esas carreteras de curvas que afortunadamente rodean cualquiera de las ciudades de Canarias, y no digamos de sus pueblos. ¡No te puedes negar! Y finalmente te ves con la pequeña streetfighter atacando esa curve conocida en la que no debes desaprovechar la inercia y el escaso empuje de su motor para salir airoso del reto.

 

En este apartado, casi todo lo hace bien. Porque es una moto muy ligera y direccionable. Las curvas no tienen secretos para ella. Tiene la agilidad de una bici. Lo mismo podríamos decir de sus suspensiones, y otro tanto de los frenos, porque aunque atrás sólo contemos con un simple tambor, tampoco necesitaremos decelerar como si fuera la moto de Márquez o Pedrosa, no. Sabemos lo que hay, y nos adaptamos a ello, para divertirnos a la escala de la moto. Pero hay un detalle que habría que corregir inmediatamente, los neumáticos. Son horribles. Si te compras esta moto, encarga un nuevo juego de una marca de prestigio y pide que te los monten antes de sacarla a la calle.

 

Como anticipamos al comienzo del artículo, la CB125F es una moto totalmente nueva, que sólo mantiene el concepto pero en la que todo lo demás es nuevo. Y en este caso, nuevo equivale a mejor. Se han reforzando sus puntos débiles en el apartado ciclista y el motor ha sido profundamente revisado para ofrecer unas mejoras prestaciones dentro de las posibilidades que ofrece una 125, disminuir el consumo y mejorar el confort de marcha.

 

Una moto que ha ganado mucho con el cambio de imagen, adoptando una estética más al gusto europeo y que está ya disponible en Juan Armas en toda su gama de colores: Amarillo Twinkle Perlado, Azul Onyx Metalizado, Blanco Sunbeam Perlado y Rojo Blazing Candy.

 

Moto de prueba cedida por Juan Armas Canarias, Distribuidor Autorizado Honda

 

PVP Honda CB125F:  2.495 € (Tarifa de junio de 2015) Incluye regalo de casco o similar

 

Equipamiento para el piloto cedido por Moto Boxes: VER DETALLES

 

Prueba realizada por el equipo de Canariasenmoto.com

 
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