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Prueba BMW S1000XR, emociónate en cada curva

12 de Noviembre de 2015

Prueba BMW S1000XR, emociónate en cada curva

Que BMW Motorrad tiene predilección por los modelos trail, es algo evidente. De hecho desde la económica F650GS hasta la superventas R1200GS /Adventure, la firma bávara tiene presencia en todos los segmentos de las trail. Uno de los tipos de motos con más éxito en el mercado general de España, y en el de Canarias, particularmente. Porque lo que tenemos claro es que este tipo de configuración de moto es el que mejor se adapta a unas carreteras condicionadas por la especial orografía de las islas. Y a pesar del amplio portfolio de BMW Motorrad, había un subsegmento en el que cojeaba; el de las maxitrail asfálticas de aspiraciones deportivas, que otras marcas han conquistado con productos de enorme éxito.

 

El reto de BMW, por lo tanto, era sacar al mercado un producto diferenciado del resto de la gama «GS». Una moto con prestaciones deportivas, bien equipada para viajar y que no desentonase dentro del espectro de modelos que los apasionados por las trail tienen en mente.

 

La factoría alemana «sólo» tuvo que recurrir su dilatada experiencia en motos trail -BMW es el fabricantes que más motos de este tipo ha vendido en todo el mundo- y a un modelo con una contrastada reputación; la S1000R, que a su vez deriva de la S1000RR que BMW puso en los circuitos del Mundial de SBK. De ella tomó una buena parte de los componentes, incluido el tetracilíndrico que es garantía de elasticidad y prestaciones. Y así consiguió dar a luz este polivalente modelo que llega aderezado con un montón de alta tecnología, asistentes y ayudas al pilotaje, ¡y 160 CV!

 

 

El estado de las carreteras no hacía presagiar unas jornadas ideales para probar la S1000XR de Marmotor, el concesionario oficial BMW Motorrad en la provincia de Las Palmas; más que nada por el pésimo estado de las carreteras de Gran Canaria tras una semana de intensas lluvias. De hecho tuvimos que aplazar un par de días las sesiones de fotos para que no salieran «aguadas». Y es que la XR no es una trail al uso, se caracteriza por una marcada orientación asfáltica al incorporar llantas de 17'' en ambos ejes con neumáticos sport-turismo, muy de carretera (190/55-17 el trasero).

 

Técnicamente, la nueva S1000XR guarda muchas similitudes con su hermana naked, la S1000R. Evidentemente las suspensiones tienen un recorrido mucho más largo y la posición de conducción es más erguida. El manillar es más ancho, y está sobre elevado, y el chasis de aluminio ha sido retocado para permitir anclar las estriberas en una posición más cómoda, adelantándolas y reforzándolas, incluso, para un posible uso de pié sobre la moto. El depósito ha crecido en capacidad hasta los 20 litros y ese aumento ha permitido retrasar un poco el asiento buscando una mayor amplitud y confortabilidad para un uso mucho más viajero.

 

El motor de la S 1000XR, un tetracilíndrico DOHC, de 4 tiempos y refrigeración líquida, y que cubica 999 cc, se ha tomado directamente de su hermana roadster, pero con modificaciones interesantes. Se ha mejorado la respuesta a bajo y medio régimen para conseguir el mismo par motor pero con una disponibilidad mayor en un número más amplio de revoluciones. Es un motor más lleno a cualquier régimen. Rinde 160 CV a 11.000 rpm, 2.000 revoluciones menos que la deportiva RR. El máximo par motor, que es de 112 Nm, se consigue a unas contenidas 9.250 rpm.

 

 

El objetivo de BMW, ofrecer polivalencia, confort de marcha, dinamismo y buenas dosis de sensaciones, exigía confiar en una parte ciclo consistente. Por ello ha aprovechado gran parte de los componentes de la S1000R, aunque ahora las suspensiones cuentan con mayores recorridos (150 y 140 mm, delante y detrás respectivamente). En el tren delantero se monta una horquilla invertida con barras de 46 mm y detrás un monoamortiguador que regula las oscilaciones del basculante trasero, también de aluminio. El equipo de frenos de la XR, can ABS de serie, está conformado por un doble disco de 320 mm mordidos por pinzas de cuatro pistones de anclaje radial. Detrás se conforma con un disco de 265mm con pinza de doble pistón.

 

El ABS es desconectable y la frenada es de tipo integral parcial, aunque si se montan los modos de conducción «Pro», la frenada pasa a contar con ABS «Pro», más sofisticado y que al igual que el DTC, controla la frenada cuando la moto está inclinada. Otra opción reseñable es que las suspensiones pueden incluir regulación electrónica Dynamic ESA. Y como viene siendo habitual, las distintas opciones pueden montarse en dos paquetes o kits (Touring o Dynamic), que suponen un ahorro considerable de dinero a diferencia de si se incluyen por separado, y que nuestra moto de pruebas, equipaba.

 

Y siguiendo con los interesantes asistentes a la conducción, de serie se incluyen dos modos de conducción («Rain» y «Road») con control de tracción ASC, a los que la S1000XR de Marmotor sumaba los modos de conducción «Pro» («Dynamcic» y «Dynamic Pro»), que en su caso vienen acompañados de control de tracción DTC, más sofisticado al contar con control de inclinación. Todas las ayudas que redunden en mayor seguridad son siempre bien recibidas, está claro.

 

 

Nos subimos a la S1000XR, y aunque los que midan menos de 1,75 no lo harán con soltura con los 840mm, una vez que te acoplas a su asiento, lo olvidas. De todas formas hay un asiento más bajo e incluso un kit que rebaja las suspensiones, de forma que podrás adaptarla a pilotos de cualquier altura. La postura es cómoda, como no podía esperarse menos de un trail. El carenado protege más de lo que parece y gracias a la regulación de su pantalla, que requiere el uso de las dos manos y por lo tanto no puede hacerse en marcha, el uso turístico será más placentero. También para el pasajero, puesto que el colín sobredimensionado incorpora un asiento mullido y confortable, con generosas asas en los dos lados.

 

Nada más ponerla en marcha compruebas el buen empuje del tetracilíndrico desde bajas, que digo bajas, desde bajísimas vueltas, lo que contribuye a que los 228 kilos declarados (con el depósito lleno) pasen desapercibidos y parezca que son bastantes menos. Las primeras sensaciones que viene a tu cabeza rodando con la XR son agilidad y dinamismo, una percepción que se va intensificando con el paso de los kilómetros.

 

La banda de utilización del motor es amplísima y el empuje constante e inagotable, y eso que debido a los pocos kilómetros de nuestra unidad de pruebas, no estirábamos hasta la zona roja. Nada que ver con los perezosos motores de algunas trail, aquí hay una barbaridad de caballos, dosificables y siempre a tu disposición. La emoción que te ofrece al tomar cada curva te hace pensar bajo el casco que, para la veces que meteremos este tipo de motos por lo marrón, porqué conformarnos con las prestaciones de los habituales bicilíndricos si podemos tener los 160CV de este «cuatrocilindrosenlinea».

 

 

Pero lo que sí es irrenunciable es la posición de conducción de la S1000XR, para el día a día, para viajar o para divertirte por las retorcidas carreteras de Canarias, para eso sí queremos una moto trail. Un tipo de moto que te permite «casi» lo mismo que cualquier deportiva pero que te regala una postura de conducción mucho más civilizada, para que disfrutes cómodamente de la tremenda energía de la nueva tail-sport de BMW.

 

Las ayudas electrónicas que ofrece son tremendamente eficaces, sobre todo se como en nuestro caso, si tenemos que meterla por algunos tramos de tierra, aunque cortos, bastante resbaladizos, buscando la mejor ubicación para las fotos. La frenada está siempre bajo control gracias a una potente y dosificable frenada semi integral, que viene acompañada además con un sistema ABS desconectable a voluntad y con control de tracción ASC-DTC muy eficaz. Podemos dar fe de ello gracias a su éxito sobre hierba húmeda con neumáticos llenos de barro.

 

La ergonomía es muy similar a la de la «R1200GS» pero con la diferencia de tener la sensación de ir sobre una moto mucho más pequeña y menos voluminosa. Las suspensión electrónica, en nuestro caso, hace honor a su nombre de «inteligente», siendo capaz de regular los reglajes de la horquilla y el amortiguador casi al instante según terreno y conducción. El ángulo de dirección es más conservador que el de sus hermanas «R y RR» y aún así su comportamiento es tremendamente ágil. No echamos en falta el Telelever ni el Paralever de su «prima hermana» y ese ahorro de peso, junto al robusto chasis de aluminio, le confiere un comportamiento felino. Sigue imperturbable, la línea marcada en los cambios de dirección y siempre te encuentras cómodo en zonas reviradas y llenas de curvas cerradas como las que encontramos en el tramos entre La Aldea y Mogán. En recta, su aplomo es soberbio y la protección de la cúpula, en eso si tengo ventajas por mi altura, suficiente.

 

 

Uno de los pocos detalles criticables de la «XR» es el tacto del embrague, algo duro. Al menos más duro que el de la «GS», seguramente debido a su accionamiento por cable, en lugar del hidráulico de esta última. Pero tenemos una buena noticia; si tu moto tiene el cambio «PRO», válido tanto para subir como para bajar marchas, no lo vas a utilizar mucho.  El cambio, corto y preciso, te invita a estar constantemente jugando con él sin necesidad de tocar la palanca de embrague. Y eso que la mayoría de las veces no es necesario, gracias al empuje en cualquier marcha. Pero te anima a explorar la zona alta de vueltas y a abrir gas con decisión disfrutando de la enérgica parada que te catapulta hasta la siguiente curva sin titubeos y con la nobleza de una parte ciclo que lo aguanta todo.

 

Los diferentes modos de conducción interfieren tanto en la respuesta del motor como en el funcionamiento de la parte ciclo y en la intrusión de las asistencias. Para mi gusto, mejor contar siempre con ese «ángel de la guarda», en forma de asistencia, que prescindir de él. Las suspensiones, excepto en el caso que fueras a ir a saco por una carretera con un asfalto impecable, mejor el modo «road». Sin embargo para el motor, el que más me gustó fue el modo «dynamic» con una entrega muy enérgica de potencia que a mí me gusta poder controlar a mi antojo con mi muñeca derecha. Cuestión de gustos, pero lo importante es que bajo el casco surja una sonrisa, y eso con la «XR» está casi garantizado «en cualquier modo que elijas».

 

A pesar de su aspecto «trail» la S1000XR es una moto asfáltica y donde realmente la vas a disfrutar es dentro de lo «negro». En ciudad, excepto para los que somos bajitos, por lo de la altura del asiento, y en carretera, ofrece siempre un comportamiento excepcional. Es rápida, ágil, divertida y obediente. Una moto que además de contar con un equipamiento de lujo, al menos en opción –control de crucero, puños calefactables, ordenador de a bordo, soporte de GPS, maletas, luces LED, suspensiones electrónicas, asistente del cambio, etc.-, ofrece un gran y acogedor espacio para que el pasajero pueda acompañarte cómodamente en tus interminables rutas con tu «XR».

 

 

En definitiva, la «XR» es una moto de marcado carácter «sport» pero con la mayoría de las ventajas de una moto «trail». Una moto para aquellos que no quieren renunciar a un comportamiento deportivo  pero con la comodidad que le confiere una ergonomía al más puro estilo «GS».

 

Muchos serán los incondicionales de la marca que cambien de siglas, pero seguro que también serán muchos otros los llegados de marcas diferentes, contagiados por unos argumentos irrefutables: Una moto con las prestaciones que sólo pueden darte sus «160CV» pero que a la vez es cómoda, efectiva, polivalente, y con todas las novedades tecnológicas que se han incorporado recientemente al mundo de la moto.

 

El precio base de la BMW S1000XR es de 17.200€, a los que hay que sumar los 450€ de la gestión de matriculación y transporte. Pero si quieres completar tu «XR» puedes optar por los «paquetes» que BMW ha preparado a un precio especial: el «Paquete Dinámico»  incorpora el asistente de cambio, los modos PRO, ABS Pro con luz de freno dinámica, Control de crucero, Control Dinámico de Tracción e Intermitentes Led Blancos por 1229,57 €, un 18% más barato que las opciones por separado. Otro, para los más viajeros, el «Paquete Touring». Este, por 1.539,99 € (14% de dto.) incorpora las suspensiones Dynamic ESA, Caballete central, preinstalación de navegador, puños calefactables, caballete, parrilla trasera y soporte de maletas. El Protector de puños cuesta 97,39 € y luz diurna Led, 359,13 €.

 

Unidad de pruebas cedida por Marmotor, concesionario oficial BMW Motorrad en Las Palmas

 

Prueba realizada por el equipo de Canariasenmoto

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