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Probamos las nuevas KTM RC390 y RC125, con alma de carreras

20 de Febrero de 2015

Probamos las nuevas KTM RC390 y RC125, con alma de carreras

Con la nueva gama “RC”, KTM ha puesto en la calle dos modelos en los que su lema «Ready to Race» está más vigente que nunca. Desde su presentación, este par de modelos austriacas se han convertido en la referencia entre las deportivas de media y baja cilindrada, no sólo por la calidad del conjunto, por un impactante diseño o por unas emocionantes prestaciones, sino porque ninguna otra marca ha apostado por lanzar modelos de este tipo, de media y pequeña cilindrada pero con un claro guiño a los amantes de las deportivas.

 

Dos motos, cedidas para la prueba por Valsebike, el distribuidor autorizado de KTM en la provincia de Las Palmas, que atesoran el exquisito cuidado en las terminaciones y en el encaje de componentes que está presente en todas las motos de la fábrica de Mattighofen, independientemente de su tipo o cilindrada.

 

Dos motos de corte radical, aunque su postura de conducción es más cómoda de lo que imaginas, que a su vez ofrecen los ingredientes necesarios para seducir a los usuarios que valoran las sensaciones por encima de la potencia y cuyos pesos están ajustados al milímetro. Máquinas, las dos,  que te sorprenderán en el día a día por su ligereza y facilidad de uso, aunque si les exiges un poco más allá te sorprenderán con sus cualidades dinámicas, incluso en el circuito.

 

 

KTM RC390; ¡Quién tuviera 30 años menos!

La RC390 de Valsebike «caramba, casi escribo RC30, y los veteranos sabrán el porqué» es una moto deportiva, sin medias tintas, que se posiciona en un segmento único para los más radicales del carnet A2. Y es que KTM no se ha andado con rodeos y ha puesto en escena un modelo con tecnología, equipamiento y estética más propia de motos de un segmento bastante más exclusivo. Una moto de calle inspirada en las nuevas Moto3, lo que la convierte en un verdadero juguete.

 

Su aspecto exterior es anguloso y agresivo, desde la afilada cúpula hasta su estilizado colín. Chasis multitubular, horquilla invertida, basculante de aluminio, pinza de freno de anclaje radial… ¿Aún no se te cae la baba? Se ha trabajado a fondo en la ergonomía para que pueda acoger tallas grandes en un espacio tan pequeño. El asiento está alto, a 820mm del suelo, lo que te permite circular con más comodidad de lo que a priori pudiera parecer. El conjunto depósito asiento está muy bien resuelto y el del acompañante se asemeja a la tapa de un colín, consiguiendo así un aspecto más deportivo. El cuadro de instrumentos es totalmente digital y cuenta con testigo de sobre régimen, marcha engranada, testigo del ABS -de serie y desconectable en conducción deportiva-, nivel de combustible, velocidad y un atractivo cuentarrevoluciones racing.

 

El ligero motor que la impulsa, de tan sólo 36 kilos, y que ya pudimos probar en la Duke 390 (VER PRUEBA) es un monocilíndrico (DOHC 4V) de cárter seco –con doble bomba de aceite–, en el que destaca su extrema compacidad conseguida a base de una disposición vertical de sus ejes. Gracias a la gestión de la inyección Bosch, desarrolla una potencia de 44 CV a 9.500 rpm, suficiente para que una moto de tan sólo 147 kilos adquiera el calificativo de divertida. El consumo es otro de los fuertes de este motor; rodamos a fondo más de 100 km por las más rápidas curvas de Mogán y cuando repostamos no llegamos a meterle más de 4 litros en el pequeño depósito de 10L.

 

Tampoco se han escatimado recursos en la parte ciclo, realmente equilibrada, que ofrece un comportamiento muy ágil e intuitivo. Las medidas son algo diferentes a la Duke 390, en la RC se han cambiado los settings de las suspensiones, se ha cerrado la dirección 1,5° y reducido el lanzamiento hasta los 88 mm, con lo que la distancia entre ejes es también más corta (1.340 mm). Todo eso, junto con unos semi­manillares anclados directamente a la tija superior, hace que la RC tenga un comportamiento más intuitivo que la versión naked, porque es más ágil y fiel a a nuestras reacciones. Sobre todo en curvas, dónde la RC390 es la reina de la agilidad y la precisión.

 

Óptica delantera
Óptica delantera Doble óptica que combina perfectamente con el aspecto deportivo
Diseño deportivo
Diseño deportivo Aspecto exterior anguloso y agresivo, desde la afilada cúpula hasta su estilizado colín
Ruedas
Ruedas Ruedas ligeras de 17" en aluminio fundido y pintadas en naranja

 

Tras los primeros kilómetros, comienzas a rememorar con envidia aquellos años en los que tu físico seguro que le sacaba más jugo a las posibilidades de la RC390, pero esa juventud la suples a base de experiencia y disfrutas como aquel joven de poco más de 20 años… ¡Quién tuviera 30 años menos! ¡O quién hubiera tenido por aquella época una RC390! Una deportiva de verdad. Ligera y bien resuelta de la que sólo puedo criticar su asiento, algo duro para mi gusto, y el escaso ángulo de visión de los retrovisores. O apartas el codo, o no ves nada.

 

Y llega ese tramo de carretera que conoces palmo a palmo, y te sueltas. Y comienzas a disfrutar y a apreciar realmente las cualidades de una moto heredera de la categoría de Moto3. Y sientes la aceleración, no tan fulgurante como en una 600, pero suficiente para disfrutar y aprovechar al máximo el exquisito comportamiento de la parte ciclo, de la finura de los cambios de marcha, de la potencia de su freno delantero –creo que también tiene trasero, pero lu utilizarás poco, muy poco-. La RC390 es una moto que se conduce con la rueda delantera. Una moto con la que podrás apurar mucho más la frenada que con cualquier supersport, y anticiparla cuanto quieras. Ventajas de tener “sólo” 44 CV. Y si puedes disfrutarla en un circuito, multiplica todo lo que te he dicho, por dos.

 

El bastidor tipo trellis es responsable de su excelente comportamiento en zonas de curvas. Por mucho que la exijas, nunca notarás una mala reacción. Puedes improvisar sin miramientos bajo cualquier imprevisto y su respuesta será siempre noble. El motor le gusta girar alto de vueltas -la luz de sobre régimen te sorprenderá constantemente- y no ofrece unas reacciones bruscas en las retenciones, es más, tendrás que ayudarte de freno para colocarla en la entrada de la siguiente curva. Las suspensiones, progresivas, tienen un buen compromiso entre comodidad y eficacia y a no ser que seas Jack Miller, no echarás en falta un tarado más duro. Algo que tu trasero tampoco agradecerá.

 

¿Se le puede pedir más a una auténtica deportiva por menos de 5.400€?

Creo que KTM ha puesto el listón muy alto. La RC390 es una moto muy bien acabada y con componentes de primera calidad. Una moto que te garantiza diversión con unas prestaciones que casi cualquier piloto podrá tener bajo control y por lo tanto, disfrutarla con responsabilidad. Si lo que buscas es una deportiva con carácter para darle rienda suelta a tu Permiso A2, la RC390 es tu moto… ¡Sin lugar a dudas!

 

 

RC125; Sensaciones por encima de potencia.

Si tienes carnet A1 o carnet B -con más de tres años de experiencia- estás de suerte porque tienes una deportiva a tu medida, la KTM RC125, una atractiva, excitante y elegante moto para iniciarte en el mundo de la deportividad sobre dos ruedas. Un modelo derivado de la Duke 125 (VER PRUEBA) que tanto éxito ha tenido entre los jóvenes, y no tan jóvenes, de Canarias.

 

Es la más pequeña de la familia “RC” de KTM, y sin embargo comparte con su hermana mayor, la RC390, la mayoría de sus componentes, y por lo tanto ofrece dosis similares de diversión. Un modelo creado para atraer a esa generación de jóvenes adictos a las nuevas tecnologías que difícilmente llegarán siquiera a probarla y que sin embargo, si por cualquier casualidad, se ponen a los mandos de una RC125, experimentarán sensaciones que ninguna tablet o Smartphone les va a hacer sentir en la vida, por muchas prestaciones que tenga su nuevo juguete 886.0.

 

Aunque no disponga de pantalla “retina” o de la última versión de “Android”, la RC125 es extremadamente adictiva. En ella se aplica toda la experiencia deportiva de la marca de Mattighofen envuelta en una moderna carrocería que esconde en su interior los componentes de más alta calidad de su categoría, un chasis de deportiva con garra y un motor vigoroso, de bajo mantenimiento y de respuesta agradable… ¿Puede mejorarlo tu Smartphone?

 

Al igual que su hermana mayor, su estilizada figura incorpora detalles poco vistos en una moto de esta categoría como son; el escape semi oculto bajo la quilla, unos intermitentes integrados en los retrovisores, sin que sean perceptibles excepto cuando se iluminan, luces led tanto en el colín trasero como y el pico de­lantero, o las anaranjadas llantas de palos, un rasgo diferenciador de la estirpe más deportiva de la marca KTM , que acoge una goma de 150mm en la trasera, toda una declaración de intenciones.

 

El bastidor, el mismo que el de la RC 390, garantiza rigidez y estabilidad. Es un multitubular de acero tipo Trellis con basculante de fundición de aluminio, horquilla invertida WP con barras de 43 mm y un amortiguador también WP directamente anclado al chasis. El equipo de frenos está compuesto por un disco delantero de 300 mm con una pinza de 4 pistones de anclaje radial, y un disco trasero con pinza de pistón simple. El motor es un monocilíndrico 4T –LC, 4V, DOHC, IE Bosch– que desarrolla 11 kW (15 CV), el máximo permitido para conductores con carnet A1 y con intervalos de mantenimiento cada 7.500 km.

 

 

Metidos en faena con la RC125, lo primero que nos ocurre es que nos exigimos a nosotros mismos para poder sacarle todo el partido a los 15CV de su motor. Unos caballos que llegan de manera muy digerible. Sin estridencias, pero sin vacíos. Muy fáciles de dominar, que es lo que se pretende. El empuje no engaña, hay lo que hay, pero gracias a una parte ciclo ágil y ligera, consigues hacer series de curvas a ritmos bastante dignos. El ritmo, la fluidez de conducción es todo en una moto de este tipo, y la RC125 te lo pone muy fácil. Incluso te sorprenderás intentando no perder el rebufo de motos con mayor potencia.

 

Tus armas son la agilidad y ligereza. Podrás girar, inclinar y frenar con menor esfuerzo que en motos de mayor cilindrada y con ello mantener ese ritme deseado que a la larga cunde una barbaridad. Sobre firme húmedo los neumáticos no ofrecían una confianza a la altura de la moto, pero basta cambiárselos por otros más pegajosos. Y es que la movilidad y dosis de diversión que ofrece la RC125 invitan a estar siempre sacándole el jugo a una moto, por otro lado, perfectamente predecible y controlable, gracias también a que KTM se adelanta a la futura directiva europea de ABS obligatorio y no da opción a elegir: sí o sí tienes que comprar la RC 125 con frenos ABS.

 

En definitiva, que la RC125 ofrece el más completo repertorio de argumentos del segmento de las deportivas de 125cc. Chasis multitubular, motor de máxima potencia para su cilindrada, ABS de serie, basculante de aluminio, horquilla invertida, pinza de freno de anclaje radial y la tecnología más moderna heredada directamente de las motos que tantas victorias han conquistado en el mundial de Moto3. Un modelo en el que las sensaciones están por delante de la potencia y con el que conseguirás vivir experiencias que no te ofrecerá ninguna maquinita…

 

Y recuerda que las “RC” de KTM estás disponibles en Valsebike para que puedas probarlas

 

Precio KTM RC125ABS 4.399,00€ (Tarifa Febrero 2015. No incluye tasas y gastos de matriculación)

Precio KTM RC390ABS 5.399,00€ (Tarifa Febrero 2015. No incluye tasas y gastos de matriculación)

 

Este mes, la gama RC tiene en vigor una campaña especial de financiación sin intereses y seguro gratuito.

Valsebike además aporta un cheque regalo de 100,00€ en accesorios y boutique.

 

Prueba realizada por el equipo de Canariasenmoto, con la colaboración del Circuito de Maspalomas

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