Probamos el casco Shark Raw Trinity, confortable agresividad

Buscando un casco cañero que se adaptara a la filosofía “Faster Sons” de nuestra moto de prueba, la Yamaha XSR700, Motard Class nos invitó a probar uno de los modelos de Shark que más aceptación ha tenido entre los moteros más inconformistas que buscan un casco cómodo, seguro y con una diseño innovador.

Una vez más, el especialista en equipamiento de la calle Viriato, 26 -y Fernando Guanarteme, 83-, de Las Palmas de Gran Canaria, acertó de pleno con un modelo fabricado en resina termoplástica, totalmente personalizable con gafas y máscaras protectoras desmontables, y con una estética rompedora. Y es que cuando creíamos haberlo visto todo en cascos, llega este ingenioso Shark como un soplo de aire fresco.

Su arquitectura es modular, ya que puedes jugar optando por lucirlo sólo, sin gafas ni máscara, sólo con las gafas o con todo, dependiendo de tu estado de ánimo y del uso que la vayamos a dar. Una operación que además resulta sumamente sencilla y que también se adapta perfectamente a los que no nos queda más remedio que utilizar gafas para conducir.

Si quisiéramos integrarlo en alguno de los habituales tipos de casco, lo tendríamos difícil, ya que el Raw es un casco único, diferente y para los que van un poco “a su aire”. Pero eso no quiere decir que por su espíritu inconformista, o precisamente por ello, no valoren la seguridad y la comodidad. El Raw Trinity de Shark está fabricado en resina termoplástica de gran calidad y en dos carcasas diferentes para que se ajuste perfectamente a cada talla. 

Un casco con cierto aire retro que no renuncia a las nuevas tecnologías ya que incorpora pequeños huecos circulares en el forro interior para dar cabida al sistema de comunicación bluetooth sharktooth y de esta forma poder hablar por teléfono con el “manos libres” o comunicarte con los compañeros de ruta.

El casco es liviano, según aparece en la trasera, 1.150 gramos para la talla “L”. Ponérselo, con gafas y máscara, es más fácil de lo que parece, y sorprendentemente cómodo, como anticipamos, también para los que llevan gafas. Una vez colocado, controla muy bien los niveles de ruido. Más que algunos integrales. El interior, confeccionado en fibras naturales de bambú, es acogedor y muy confortable. El relleno del interior ofrece una calidez de la que te dará pereza desprenderte, cuando te lo quites. 

A velocidades altas, y con una moto sin protección alguna, sorprende la protección que garantiza la estanqueidad del conjunto que forman las gafas y la máscara. Las gafas encajan muy bien en el hueco del casco, y una vez puestas, es muy sencillo colocarlas hacia arriba en la parte superior del casco. Justo ahí arriba dispone de una entrada de aire para refrescar el interior, que se abre de forma manual en los modelos 2015 -removiendo una tapa-, y de forma automática -con una pieza deslizable- en los modelos de 2016.

Además de su incomparable estética, destaca la alta calidad de pintura y la inacabable gama de colores y combinaciones con diferentes diseños de máscaras y cristales para las gafas, que están disponibles en el original ahumado -con muy buena visión aún en zonas oscuras como túneles- y en colores como el dorado, el plateado o el amarillo, que van en consonancia con el irreverente aspecto del Raw Trinity de Shark.

Sin duda alguna, uno de los diseños más radicales que hemos utilizado en pruebas de motos y que no deja a nadie indiferente, te guste o no.

Puedes encontrar el Raw Trinity, y toda la gama de accesorios personalizables, en Motard Class, distribuidor autorizado Shark

Precio Shark Raw Trinity.- 249€

Prueba realizada por el equipo de Canariasenmoto