10 de Marzo de 2024
Óscar González es un nombre que resuena en la historia del motociclismo canario. Entre 1972 y 1977, este piloto excepcional dominó las pistas, acumulando victorias en todas las especialidades en las que participó. Su palmarés es un testimonio de su talento y determinación.
Un comienzo meteórico
En 1972, Óscar González irrumpió en la escena del motocross con un segundo puesto en el II Motocross Hispanidad. Su éxito no se hizo esperar, y al año siguiente, se proclamó campeón en el II Motocross 18 de Julio y en las Dos Horas de Motocross.
Dominio absoluto
En 1974, Óscar González demostró su versatilidad al conquistar victorias en diversas disciplinas. Se impuso en la I Subida Todo Terreno de Tacoronte, el IV Motocross "San Pedro Martir", las III Horas de Motocross del Atlántico, el II Motocross Islas Canarias, el II Motocross Chimbesque, el III Motocross 18 de Julio, el I Motocross Lomo Apolinario, el I Motocross Ciudad de La Laguna y la I Subida a La Esperanza. Además, se coronó Campeón Provincial de Motocross.
Un piloto todoterreno
En 1975, Óscar González continuó cosechando éxitos en el motocross, ganando el I Motocross Tamaragua. Ese mismo año, incursionó en el trial, obteniendo un tercer puesto en el I Trial Ciudad de La Laguna.
Consolidación
En 1976, Óscar González se consolidó como uno de los mejores pilotos de Canarias. Ganó el I Dos Días de Trial Tagoror y el I Motocross Güimar. Al año siguiente, compitió en el Gran Premio Montesa y en el II Moto Arena Pl Alcaravaneras, sin obtener podio. Sin embargo, su espíritu competitivo lo llevó a probar suerte en la velocidad, donde logró dos quintos puestos en el I Campeonato de Velocidad Ciudad de Las Palmas.
Un legado imborrable
La carrera de Óscar González se vio truncada en 1977, pero su legado permanece vivo en la memoria de los aficionados al motociclismo canario. Su talento, pasión y entrega lo convirtieron en una leyenda de este deporte.
Más allá de las estadísticas
Óscar González no solo fue un piloto excepcional, sino también un ejemplo de deportividad y compañerismo. Su espíritu de lucha y su afán por superarse inspiraron a una generación de jóvenes pilotos.
Un homenaje merecido
Este artículo de Feli Santana es un pequeño homenaje a Óscar González, un ícono del motociclismo canario que dejó una huella imborrable en la historia de este deporte.