Un relato de Feli Santana con fotos de Marcelino Ortega

Esta es la historia de las Mini Motos GP Canarias, una especie divertida a escala que sentó cátedra en el universo de la velocidad en Canarias, con dos Campeonatos de España y muchas más anécdotas que seguiremos recordando en detalles, este primer resumen es de las pruebas puntuables para el Campeonato de España que se celebraron en Canarias...

A finales de 1994 ya habíamos dado tres giros a nuestro campo organizativo dentro del Moto Club Las Palmas Roque Nublo. Las siguientes puestas en escena serian de nuestras cosechas personales. Mientras Juan Luis andaba cocinando con todas las opciones de velocidad, Yamaha Jog, Velocidad en grandes cilindradas y Resistencia, yo seguía hilando objetivos en la tierra. Enduro, Triales y nuestro querido y lanzado Viejas Glorias. Éramos dos revulsivos pasionales contagiando a la peña, para compartir nuevas experiencias en carreras de motos. Además, todos los equipos de trabajo del Moto Club eran una piña de entusiasmo.

Juan Luis estaba de pleno en el nuevo complemento de la velocidad, las MiniMotoGP que hacían furor en las escuelas europeas y saltaban las primeras competiciones con un grado de satisfacción bastante aceptable y hasta divertida. De ahí, cuando decide tirar y destapar la "caja de pandora" para poner en escena la nueva escuela de la velocidad, lo hace con todo un campeonato, digno de maestría. Sponsor, circuitos, marcas y espectáculos. Pronto el contagio de todo el campeonato Insular se torna de lo más atractivo, aparecen marcas, como Pollini, ZPF, GRC. DRAC, DM, etc.

Y para rematar la faena se presenta a la primera Copa de España de MiniMotos. Íbamos a ser el laboratorio experimental de los éxitos de la competición. Hasta el momento conocíamos del interés en Alicante, Valencia, País Vasco y Cataluña, además de Canarias.

Pues como dice el argot a lo "hecho pecho". Y ya se estaba presentando la Copa de España Trofeo Palcolor. Con Unelco, Pepsi, Cirios... etc. Más o menos así nos vimos envueltos en ese primer reto. Con una veintena de pilotos canarios de media, más los adeptos que se iban sumando de otras islas.

Tremendo espectáculo con aquellas parrillas numerosas las que vivimos en el Circuito de Tarajalillo. El gran Karting Club aportaba las instalaciones para el primer año del Campeonato en exclusiva. A las mangas de las Mini Motos, con sus respectivas categorías, añadimos el primer año la Copa Yamaha JOG, para disfrutar de la variedad del espectáculo.Al siguiente año desapareció el resto de pilotos de Yamaha JOG se pasaron todos al exquisito ambiente de competición de las Mini Motos.

El resultado de tan noble entusiasmo competitivo se traduce en satisfacción general en la RFME, que nos otorga además prueba para el siguiente año, inaugurando, de paso, el primer campeonato de España. Estaba en pleno apogeo la escuela nacional de velocidad y los costes eran muy económicos. El equipo, las motos y las carreras estaban a la altura de cualquier economía y durante cuatro años intensos sirvió de lanzamiento para la velocidad grande. Fue de los campeonatos más divertidos y competitivos que se recuerdan.

El primer año tuvimos a chavales que continuaron su aventura en la velocidad grande. El caso de Héctor Faubel que hacía unos buenos nacionales o Pablo Nieto, hijo mayor de Ángel, al que en su visita a su Viejas Glorias 12+1, se quedó encantado de que le regalara un par de fotos de Pablillo, que de ahí dio el salto a las grandes.

Muchas anécdotas en el tintero y otras grandes carreras de Mini Motos que recordaremos en su momento, realizadas en fiestas locales, otras Islas y hasta en el patio de la mismísima cárcel. Es decir "dentro del talego".

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