02 de Junio de 2020
Hace un par de fines de semana estrené la nueva XSR900 demo que hemos preparado para ti en Yamaha Flick Moto. La idea de replicar una moto me vino a la mente tras ver una unidad “alicatada hasta el techo” en el stand de Yamaha del Motorbike Expo Verona 2019. Y me terminé de decidir después de ver el resultado de la que un cliente nos compró a finales de 2019.
Este cliente nos descubrió una cúpula de faro tipo clásica desarrollada para la moto por el fabricante español Puig. He de reconocer que cuando la vi en fotos no fue “amor a primera vista”, pero cuando la vi montada en la moto… uf, terminó por animarme para hacer una XSR900 demo para 2020.
Después de publicar las primeras imágenes de nuestra demo en las RRSS, un par de amigos comentaron en nuestro Facebook que se parecía a la Yamaha RD350LC YPVS. Y precisamente, leyendo esos comentarios lo primero que me vino a la mente fue la foto de la presentación de las RD350 en el año 1981, que hacía poco había publicado Antonio Cabrera Medina en el grupo de Facebook Motociclismo Canario (una página de referencia de la historia del motociclismo canario).
También me vino el recuerdo de un “conocido” del mundillo de la moto al que solía ver con su cañeada RD350YPVS sin carenado, a veces hasta haciendo el cabra los sábados por la noche por las calles del puerto, a finales de los ochenta. Algo que hoy en día llevaría al responsable a dar con sus huesos en la cárcel tras haber ocupado la portada en todos los medios del país. En aquellos divertidos días de los ochenta… solo era una estampa más de una época de la que solo puedo decir… “gracias Ángel de la Guarda, sobrevivimos”.
Aquel “tipo” era la viva imagen del quemado irreverente, y empecé a interesarme por aquel modelo al verlo a él haciendo diabluras con ella. Tuve que preguntar a los entendidos de la época para comprender el aura de misterio que rodeaba a aquel modelo. A finales de los ochenta, cuando yo comenzaba mi afición a las motos, las motos de dos tiempos de pequeña cilindrada eran como un calvario forzoso por el que pasar hasta poder llegar a una flamante “seiscientos”, o más, de cuatro cilindros y cuatro tiempos. Pero así aprendí el glorioso pasado de Yamaha con los motores de dos tiempos y sus importantes aportaciones.
No me voy a extender contando la historia de las Yamaha RD350 en sus diferentes evoluciones. Te dejo el enlace a un fabuloso artículo publicado hace poco en la web de Todocircuito, pero volviendo a nuestro tiempo presente y en este idílico noviazgo con nuestra XSR900 demo, ¿qué me lleva a plasmar toso esto en un nuevo capítulo de Melodía de Diazepanes?
Seguramente todo se deba a los comentarios sobre las semejanzas de nuestra XSR900 con las históricas RD350LC. A la similitud de colores, el pequeño carenado, y quizás también, a alguna de sus piezas metálicas.
Su estética es especial, sin duda. No hay que olvidar que la Yamaha XSR900 ha sido premiada con el "Best of de Best" del Red DotAwardProductDesign 2017. Y que éste no es el primer reconocimiento que recibe la XSR900, ya que los japoneses pueden estar contentos de haber logrado otros como el GoodDesign BEST100, Auto Color Award 2016, JIDA DesignMuseumSelection Vol.18 y el iFDesignAward.
Pero aunque su diseño merece atención, y mención honorífica, para mi, antes de probarla, no dejaba de ser una aportación más al mundillo conocido coloquialmente como el de las “Cafe Racer”. La rival de motos como la BMW NineT, Triumph Thruxton, o las más recientes Kawasaki Z900RS, Honda CB1000R, y Suzuki Katana.
Pero ahora le he descubierto otro enfoque… y es que tras estrenarla, yo le he imaginado otra semejanza, tal vez involuntaria en Yamaha, con la RD350 y el recuerdo que tengo de ella en manos de aquel irreverente personaje de finales de los ochenta.
A los mandos de la XSR900 (a la que yo llamo ahora SeX900R) todo encaja a la perfección. Su posición te da control absoluto de la moto. La tensión muscular de cada elemento de tu cuerpo que participa en su “pilotaje” se reparte de manera homogénea sin ningún tipo de dolor o molestia. De manera que hasta tu tramo de carretera de curvas más odiado, se convierte en un “paseando a Miss Daisy”.
A mi me produce especial antipatía ese tramo que hay desde el restaurante “El Mirador” de Santa Lucía hasta la gasolinera del barranco de Tirajana. Con esa especie de montaña rusa de curvas en bajada que me produce dolor de cervicales y algo de mareo. En la SeX900R puedo mantener la trazada con precisión, flexionando el cuello sin dolor, haciendo que parezca que he pasado por un tramo recto. ¡Imagina lo que se puede hacer con ella en tu tramo favorito!
En resumen, es una moto de estética neo-retro, pero con el cuerpo intacto de una naked de última hornada como la MT09. O dicho de otro modo. Si la peculiar estética “DarkSide Of Japan” de la familia MT no caló en tus cánones estéticos, y tampoco quieres pagar el peaje (en precio y condicionantes) de las opciones estéticamente más clásicas del mercado… tal vez deberías pedir una prueba de nuestra SeX900R...perdón, XSR900. Igual es esa moto divertida y atemporal que estabas buscando. Digna de aparecer en la mismísima saga del “Joe Bar Team”.
Epílogo...
En 2017 me llamó mucho la atención la Yamaha Yard Built XSR900 de Jeff Palhegyi, un giño a las icónicas TZ750. En el TheBikeShed London Show de 2019 pude conocer en persona al diseñador británico, corredor y legendario colaborador de la revista FastBikes, Hag Hughes, con su increíblemente bien terminada RD350LC sobre la base de la XSR900.
A veces uno es lento y no se da cuenta de las cosas; es más, hasta ahora no había entendido su elección, pero menos que existen las motos de prueba en los concesionarios…