Llevar cámara On Board en la moto: ¿seguridad o riesgo legal?

Cámaras On Board para moto: ¿Aliadas o fuente de problemas?

Cada vez es más común ver motos equipadas con cámaras on board. Algunos motoristas las usan para registrar sus rutas y compartirlas en redes sociales, otros como una herramienta de seguridad en caso de accidente. De hecho, muchas marcas, sobre todo chinas, han empezado a incluir cámaras en sus motos de serie. Pero ¿qué dice la ley sobre su uso? ¿Pueden servir como prueba en caso de siniestro o simplemente complican aún más la vida del motorista?

La Doble Cara de las Dashcams en Moto

Las cámaras de acción y dashcams han ganado popularidad en los últimos años como testigos silenciosos en la carretera. En el mundo de las motos, donde la vulnerabilidad es mayor, contar con una grabación de un incidente puede ser clave para demostrar lo ocurrido. Sin embargo, la validez de estas grabaciones como prueba en un proceso legal no es tan sencilla como podría parecer.

¿Pueden multarte por lo que grabas en tu moto? Lo que dice la ley

Desde Pyramid Consulting, especialistas en la defensa de sanciones de tráfico, explican que las grabaciones pueden ser admitidas en procesos administrativos y judiciales, pero con condiciones. Thomas Mentucci, abogado especializado en derecho de tráfico, aclara que existen tres principios fundamentales para que una grabación sea aceptada:

✔ Consentimiento: Si en la grabación aparecen terceros, podría ser necesario su consentimiento. En espacios públicos, esto es más flexible, pero sigue siendo un aspecto delicado.

✔ Proporcionalidad: No basta con grabar; la imagen debe demostrar claramente los hechos sin invadir innecesariamente la privacidad de otras personas.

✔ Legalidad: Si la grabación ha sido manipulada o obtenida de manera ilícita, podría ser rechazada como prueba.

¿Un arma de doble filo?

Aquí viene la parte polémica: lo que muchos motoristas consideran su mejor defensa en caso de accidente, puede volverse en su contra. La grabación puede ser utilizada no solo para probar la culpa de otro conductor, sino también para demostrar la del propio motorista. ¿Y si la cámara muestra que ibas demasiado rápido? ¿O que realizaste una maniobra dudosa antes del impacto? No sería la primera vez que una prueba pensada para defenderse termina siendo el mejor argumento de la parte contraria.

Además, la Ley Orgánica de Protección de Datos y Garantía de Derechos Digitales (LOPDGDD) establece que cualquier grabación que identifique a personas debe respetar su privacidad. Si la grabación se presenta en un juicio sin haber pixelado rostros o matrículas, podría ser impugnada.

¿Cuándo Pueden Ser Útiles?

Pese a las dudas legales, las grabaciones pueden ser determinantes en ciertos casos:

✔ Demostrar que no se cometió una infracción: Una multa por adelantamiento indebido o un semáforo en rojo puede refutarse si la grabación muestra lo contrario.

✔ Errores de identificación: Si la cámara recoge que el vehículo sancionado no era el tuyo, puede servir como prueba.

✔ Accidentes sin testigos: En una colisión donde la otra parte niegue lo sucedido, la grabación puede ser el único respaldo del motorista.

Cómo Asegurar Que la Grabación Sea Válida

Si decides usar una cámara en tu moto, ten en cuenta estas recomendaciones de los expertos:

✔ Asegura una buena calidad de imagen y sonido. Si la grabación es borrosa o ininteligible, será fácilmente descartada.

✔ Evita editar el vídeo. Aunque puede ser necesario para proteger la privacidad de terceros, manipular la grabación puede hacerla inadmisible.

✔ Guarda los metadatos. Fecha, hora y ubicación pueden marcar la diferencia a la hora de demostrar la veracidad del vídeo.

Conclusión: ¿Vale la Pena Llevar una Cámara?

Llevar una cámara en la moto es una decisión personal, pero es importante conocer los riesgos legales. Puede ser tu mejor aliada en caso de accidente, pero también podría usarse en tu contra si no actúas de manera responsable en la carretera. Antes de confiar ciegamente en sus ventajas, conviene estar bien informado y, si es necesario, consultar con expertos en derecho de tráfico.