Las motos de la Guardia Civil, tan viejas que salen ardiendo

Una tragedia evitada por poco

El reciente incidente en el que una motocicleta de la Guardia Civil de Tráfico salió ardiendo en una gasolinera, ha puesto de manifiesto una preocupante realidad: las motos utilizadas por los agentes son tan antiguas que representan un grave riesgo. Este suceso, que podría haber terminado en una auténtica tragedia, afortunadamente no dejó heridos, pero revela la urgente necesidad de renovar la flota de vehículos de la Benemérita.

Según la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC), el incidente "es un claro ejemplo de las nefastas consecuencias que puede acarrear la falta de inversión y renovación en los vehículos oficiales”. Actualmente, muchos agentes están utilizando motocicletas con más de 14 años de antigüedad y un kilometraje superior a los 130.000 kilómetros. Esta situación, como han denunciado desde AUGC, representa un peligro no solo para los motoristas que luchan diariamente para reducir la siniestralidad en nuestras carreteras, sino también para el resto de los usuarios.

Desde AUGC exigen que "se dé una solución inmediata a esta problemática", instando a las autoridades a modernizar la flota de motos de la Guardia Civil. Los agentes, que trabajan día a día para garantizar la seguridad vial, merecen contar con vehículos en condiciones óptimas que aseguren tanto su seguridad como la del resto de los conductores.

Es inaceptable, como bien señalan desde AUGC, que la falta de inversión siga poniendo en peligro la vida de los profesionales encargados de velar por la seguridad en nuestras carreteras. Este incidente no solo es un llamado de atención, sino una prueba contundente de que la modernización del parque vehicular de la Guardia Civil no puede seguir esperando. Renovar las motos es una prioridad para evitar futuras tragedias.