La siniestralidad de la moto sigue siendo alarmante en Canarias

Cada víctima en accidente de tráfico es una tragedia. En lo que va de año 11 motoristas han perdido la vida en Canarias, una cifra que supone un alarmante incremento respecto a los años anteriores. En las islas, una de cada tres víctimas mortales en accidente de tráfico circulaban en moto, suponiendo éstas solamente el 11% de parque móvil de las Islas Canarias.

Si analizamos los datos de los últimos años en Canarias, en 2018, de los 43 fallecidos en carretera, 14 fueron motoristas. En 2017, hubo 44 víctimas mortales de las cuales, 21 iban sobre dos ruedas. Y en 2016, fallecieron 17 motoristas en un año con 38 victimas mortales en toda Canarias. Un dato que debería hacernos reflexionar a todos sobre nuestra parte de responsabilidad, pero que además debe impulsar medidas alternativas por parte de la administración que difieran de las habituales sanciones, que no se están mostrando eficaces.

Puntos a cambio de una mayor seguridad vial para los motoristas

La DGT quiere reducir, cueste lo que cueste este dato macabro y aportó varias ideas para bajar la siniestralidad en moto, una de ellas es un mayor conocimiento en seguridad vial y la realización de cursos de conducción segura. Esto es clave y la DGT premiará a los motoristas que hagan estos cursos con puntos extra.

¿Qué se puede hacer para terminar con esta sangría?

Lo que está claro es que algo hay que hacer para frenar esta tendencia, y para ellos de debe empezar por el conocimiento de lo que hay que hacer y lo que no. Los coches cada vez son más seguros, pero la la mayoría de las motos siguen siendo igual de peligrosas que hace 20 o 30 años.

La mayoría de los accidentes de moto no son graves y los provoca otro vehículo

Las estadísticas de accidentes en moto dan mucha información y no siempre se "subraya" lo más destacado. Cuando hay un siniestro con una moto suele haber más daños personales, sí, pero la mayoría de veces estos daños son leves. Y además si en el accidente hubo otro vehículo implicado, la moto suele ser la víctima inocente.

Los datos ofrecidos por la patronal de las aseguradoras (Unespa) sobre estadísticas de moto, son conluyentes. De los siniestros declarados el año pasado, un 54 por ciento afectó a motos, un 27 por ciento a scooter (diferencian motos y scooter) y un 19 por ciento a ciclomotores. En total, esos siniestros representan un 3’75 por ciento del total de vehículos a motor (coches, camiones, autocares, etcétera) que es un dato bastante bajo en relación a la cantidad de vehículos (parque).

El porcentaje aumenta en algunos tipos de siniestros, es decir, cuando se analiza qué tipo de reclamación o indemnización hubo que valorar por parte del seguro. El que más, lógicamente, cuando afecta a los ocupantes: un 21 por ciento del total nada menos, es decir, que es el tipo de vehículo cuyos ocupantes resultan más afectados cuando hay un accidente. A continuación y como consecuencia de ello están los daños corporales (indemnizaciones por responsabilidad civil, a un pasajero por ejemplo) con un 11 por ciento, los mismos que la defensa jurídica. Sí, muchas veces el siniestrado ha necesitado un abogado para defender su inocencia y reclamar los daños sufridos posiblemente sin haberlos provocado.

En cuanto a las lesiones, es bueno recordar de forma resumida. La mayoría de personas que sufren un accidente en moto (el 70 por ciento) solamente sufre lesiones leves. Son las secuelas que las compañías aseguradoras valoran en 1 punto. A la mayor parte de estos les quedan dolores de espalda o cuello… como ocurre con los accidentados en coche (siendo el “alcance” el más habitual en cuatro ruedas).

Por desgracia hay otro porcentaje que sí sufre secuelas menos leves, incluso alguna incapacidad, y luego están los que lamentablemente no sobreviven al accidente. Recordemos también que cuando interviene otro vehículo en el siniestro, la culpa suele ser del otro (no de la moto) en dos de cada tres casos: por no haber percibido la presencia de la moto (no mirar, o no ver) o por no haber respetado su prioridad, es lo más habitual.