La pasión por las dos ruedas desborda la Villa de Moya

XXXII Edición del Viejas Glorias Canarias.

La Villa de Moya se convierte en la capital del motociclismo clásico durante un fin de semana inolvidable.

Del 15 al 17 de noviembre, la Villa de Moya se transformó en el epicentro del motociclismo clásico con la celebración de la XXXII edición del Viejas Glorias Canarias. Miles de personas se dieron cita en este evento que, año tras año, demuestra ser la gran fiesta de las dos ruedas en las Islas Canarias.

Desde el viernes por la tarde, un ambiente inconfundible de gasolina y aceite impregnó las calles de Moya. Los rugidos de motores y el trasiego constante de moteros, procedentes de todos los rincones de Canarias e incluso de la península, marcaron el inicio de un fin de semana que nadie quería perderse.

La localidad grancanaria, por segundo año consecutivo, hizo suyo el Viejas Glorias, convirtiéndose en un escenario idóneo para este evento. Vecinos, visitantes habituales y curiosos que vivieron su primera experiencia en el Viejas Glorias se unieron en un ambiente familiar y festivo, donde el motor fue el gran protagonista.

El alma del Viejas Glorias: las motos clásicas

En el entorno del parque de Pico Lomito, auténticas joyas sobre ruedas capturaron la atención de los asistentes. Motos con más de 40, 50 e incluso 60 años, restauradas con mimo o conservadas en su estado original, devolvieron a muchos los recuerdos de su juventud. Cada una de estas piezas contaba una historia, reflejo de décadas de pasión por la restauración y el cuidado de vehículos que, a pesar del paso del tiempo, siguen siendo símbolos de libertad.

Destacaron colecciones emblemáticas como la de "motos japonesas" de Los Ramones, el animado rincón de "Las Vespa" en la Plaza de la Concordia, liderado por los Vespa Faiter, y la dedicación de Pepe Monzón al preservar la historia del motociclismo. También brillaron los tesoros de "Los Impresentables", un grupo que representa la esencia misma del Viejas Glorias: amor por las motos y trabajo incansable para mantener viva su memoria.

Un programa para todos los gustos

El XX Rally Viejas Glorias, organizado por Trail Adventure Team y TopTime Eventos, celebró dos décadas de recorridos con roadbook, atrayendo a participantes de lujo. Por su parte, el IX Biker Show, a cargo de Radical Custom Performance, reconoció la labor de preparadores y customizadores, destacando la creatividad y el ingenio que caracterizan a este sector.

El evento también contó con un componente comercial vibrante. Empresas como Valsebike, Motocard, Rafonso Yamaha y Moto Morini Canarias aportaron lo último en equipamiento y novedades del mercado, conviviendo en armonía con las motos clásicas que representan el patrimonio cultural e histórico de Canarias.

Además, se presentaron los carteles de próximos eventos como el Vespasión Canarias y la Marcha 70 Canarias, dejando claro que el Viejas Glorias es una plataforma clave para el calendario motero. Clubes como el HOG Las Palmas Chapter y otras agrupaciones destacaron su compromiso con la comunidad motera canaria, consolidando este evento como una cita imprescindible.

Momentos para el recuerdo

El "Homenaje a los Moteros Caídos" fue, como cada año, uno de los actos más emotivos. Con las motos de Heladio (DeP) y Nonín (DeP) sobre el escenario, se rindió tributo a quienes ya no están, recordando el fuerte vínculo emocional que unen a estas motos con sus familias. Estas reliquias, heredadas de padres y abuelos, son restauradas con cariño y habilidad, perpetuando la memoria y el amor por las dos ruedas.

Moya, sede consolidada

Por primera vez en su historia, el Viejas Glorias repitió sede en un mismo municipio. Este hecho insólito sirvió para afianzar a la Villa de Moya como un referente para los amantes de las dos ruedas, reforzando la conexión entre la historia del motociclismo y la belleza de este enclave grancanario. Vecinos y visitantes coincidieron en el éxito de esta edición, donde se vivió una fusión perfecta entre tradición, cultura y pasión motera.

El XXXII Viejas Glorias Canarias deja una huella imborrable en la Villa de Moya y en todos los que tuvieron la suerte de vivirlo.

Nos vemos en el XXXIII Viejas Glorias Canarias 2025. ¡Hasta entonces, rueda seguro!