12 de Abril de 2015
Sabido es, que la picaresca y las coñas de juventud siempre fueron la guinda en las reuniones y fiestas de los recordados años sesenta. Los más espabilados. Apostaban a la primera. Con tal de obtener razones de supremacía y liderazgo
Apareció un día Floro González con una preciosa Bultaco Metralla MK II. Kim América, que era la sensación del momento. En la reunión estaban un puño motoristas de la Gavia. La mayoría. San Roque, Atalaya y alrededores. Floro. Sacaba pecho arrogante con aquella bestia de moto
Hasta que Tito Robayna. Harto de aguantarle la perreta. Le dijo que si quería echar un pique. Con la suya. Una Bony 500.
Salto sobre la marcha Floro. ¡Donde quieras..! Te paso por la Piedra.. Menospreciando la pesada Triumph Inglesa. Con más porte. Más peso y más motor.
Acordaron un lugar predispuestos por Tito Robayna. Venía a ser, parte del circuito de Corralillos, uno de los primeros circuitos en las carreras de los años 50/60. Conocedor de los pormenores y las máquinas. Eligió la recta, a sabiendas, desde el Cruce Arinaga hasta Las Crucitas, en Aguimes...!
De árbitro, pondrían a Juan "Tortas" personaje peculiar de la panda, con su Derbi Antorcha
Y hasta El cruce Arinaga se fueron con una jartá de motos y un ambiente de euforia y competición. Entusiasmados todos por el pique de los "Velocistas de Telde", cómo así le llamaron para la historia..
Salieron los dos a la bajada de mano. De Juan Tortas. Pero en la recta de Los Corralillos. La moto de Tito volaba...! En la zona de curvas. Ya le había encajado 100 metros de por medio. Y después de acercarse en la doble paella. Volvió a volar. Para llegar con casi 50 metros, sobrado. Antes que el Metralla del arrogante Floro..!
Aún le duele. El recuerdo de la lección. ¡Que le dio la Triumph...!
Tiempos aquellos donde un pique, era un espéctaculo de la Peña motorizada...