16 de Junio de 2013
El tiempo de respuesta de los servicios sanitarios para atender a los heridos tras un suceso vial y la colaboración del resto de usuarios es pieza clave para evitar males mayores. Como conductores, ¿cómo podemos actuar si durante nuestro trayecto nos encontramos con un siniestro de tráfico? La famosa frase sobre, la hora de oro o los primeros sesenta minutos tras producirse un siniestro en la red vial, según su autor, será un tiempo determinante para sobrevivir o morir en el caso de sufrir lesiones graves.
Por tal motivo, si somos los primeros en llegar a un siniestro con ocasión del tráfico de vehículos o peatones, tanto en casco urbano como en carretera y vemos que hay personas accidentadas tenemos que ser conscientes, como conductores, de nuestra obligación de ayudar y colaborar con las personas que requieran ayuda y esperar a que lleguen los servicios de emergencia. Por otro lado, si no somos los primeros en llegar y no sabemos cómo actuar, lo mejor será abandonar el lugar cuanto antes para no ser un obstáculo o crear otro incidente.
Hay una hora de oro entre la vida y la muerte. Si estás gravemente lesionado, tienes menos de sesenta minutos para sobrevivir. Puedes no morir entonces, pero lo puedes hacer tres días o dos semanas después, porque algo ha ocurrido en tu cuerpo que es irreparable
Adams Crowley, cirujano militar y director del Centro de Atención al Shock traumático de Maryland (EE.UU)
No hacer nada, estando obligado a ello, está castigado en nuestro actual código penal por incurrir en un supuesto delito contemplado en el título IX que habla de la omisión del deber de socorro que puede cometer un particular y la denegación del deber de auxilio cuando la comete un profesional. Por otro lado, prestar ayuda no significa que tengamos que parar nuestro vehículo ocupando la calzada y junto a los vehículos accidentados, mover a los heridos o cualquier otra acción que pueda empeorar aún más la situación.
Artículo 195.-
1. El que no socorriere a una persona que se halle desamparada y en peligro manifiesto y grave, cuando pudiere hacerlo sin riesgo propio ni de terceros, será castigado con la pena de multa de tres a doce meses.
2. En las mismas penas incurrirá el que, impedido de prestar socorro, no demande con urgencia auxilio ajeno.
3. Si la víctima lo fuere por accidente ocasionado fortuitamente por el que omitió el auxilio, la pena será de prisión de seis meses a 18 meses, y si el accidente se debiere a imprudencia, la de prisión de seis meses a cuatro años.
Artículo 196.-
El profesional que, estando obligado a ello, denegare asistencia sanitaria o abandonare los servicios sanitarios, cuando de la denegación o abandono se derive riesgo grave para la salud de las personas, será castigado con las penas del artículo precedente en su mitad superior y con la de inhabilitación especial para empleo o cargo público, profesión u oficio, por tiempo de seis meses a tres años.
Hay cientos de manuales sobre cómo actuar en caso de encontrarnos ante un accidente de tráfico. En Circula Seguro dejamos claro hace tiempo la regla básica: PAS (proteger, avisar y socorrer) que estoy seguro que las sabemos de sobra pero conviene recordarlas, sobre todo, cuando se van acercando las fechas de vacaciones y realizamos desplazamientos largos para no mostrar ignorancia ni caer en errores ante una situación que, por desgracia, nos puede tocar en cualquier momento durante nuestra etapa como conductores, si es que no la hemos vivido ya. En su caso, sería una buena oportunidad poder comentar y compartir experiencias. Os invito a ello.
¿Qué debemos hacer, esperar o no hacer nada?
Pues bien, antes de prestar ayuda debemos parar nuestro vehículo en un lugar seguro, bajarnos del mismo con el chaleco de alta visibilidad colocado, señalizar y proteger el lugar mientras avisamos y esperamos a los servicios de rescate y emergencias. De no hacer estas primeras acciones podríamos empeorar la situación creando una posible colisión por alcance por el llamado efecto mirón o sufrir en nuestra propias carnes un atropello por falta de visibilidad si el incidente se produce de noche, en condiciones climatológicas adversas o en carreteras poco frecuentadas.
Una vez controlada la situación, si sabemos atender a las víctimas pediremos a alguien que nos sustituya de nuestra tarea de señalización del lugar para proceder con los primeros auxilios hasta que llegue personal sanitario. Es importante, si necesitamos entrar en el interior del vehículo accidentado para interesarnos por su conductor u ocupantes, dejar la llave del vehículo en posición de off o apagado para dejar sin corriente eléctrica el vehículo. Digo esto porque si quitamos la llave del todo sin más, como indican muchos manuales, podemos dejar el contacto puesto sin saberlo y también dificultaremos el rescate del vehículo por parte del operario de grúa, al no poder maniobrar con el volante las ruedas directrices.
Por último, teniendo en cuenta todo lo comentado más lo que está por llegar y esperemos que sea pronto como, por ejemplo, la implantación de las hojas de rescate o ficha de instrucciones visibles desde el interior del vehículo para ahorrar tiempo a los bomberos en sus labores de salvamento de las personas y el sistema europeo eCall instalado en todos los vehículos de serie para avisar automáticamente al 112 cuando se sufre un accidente, seguramente, conseguiremos reducir las consecuencias de la siniestralidad vial.