La carretera GC-200 se cobra otra vida de otro motorista

TRAGEDIA EN GRAN CANARIA

Un nuevo drama ha sacudido este domingo, 13 de abril, a la comunidad motera de Gran Canaria. Un motorista ha perdido la vida tras sufrir una aparatosa caída en la peligrosa carretera GC-200, a la altura del kilómetro 45, en el término municipal de La Aldea de San Nicolás.

Según la información proporcionada por el Centro Coordinador de Emergencias y Seguridad (CECOES) 1-1-2, el suceso se produjo sobre las 14:20 horas. Una llamada alertaba de que un motorista se encontraba gravemente herido sobre el asfalto tras una caída. De inmediato, se movilizaron los servicios de emergencia, incluyendo una ambulancia sanitarizada del Servicio de Urgencias Canario (SUC) y un médico del Centro de Salud de La Aldea.

A su llegada, los sanitarios encontraron al afectado en parada cardiorrespiratoria. Durante varios minutos, se le practicaron maniobras de reanimación avanzadas, sin éxito. Finalmente, se confirmó su fallecimiento en el mismo lugar del accidente.

Una carretera con trágico historial

La GC-200, donde se produjo este nuevo siniestro, es tristemente conocida por su peligrosidad. Su trazado estrecho y sinuoso, la exposición al viento y las pronunciadas curvas la convierten en un entorno de alto riesgo, especialmente para los motoristas que transitan por ella.

Esta nueva pérdida humana vuelve a poner en evidencia la urgente necesidad de seguir apostando por la mejora de la seguridad vial en zonas de alta siniestralidad. La carretera GC-200 no es solo un punto negro por su orografía, sino también por el volumen de tráfico que atrae, especialmente los fines de semana y en jornadas soleadas, cuando muchos motoristas salen a disfrutar de la conducción por la costa y las cumbres.

Una víctima más que se suma a una lista trágica

El fallecimiento de este motorista en La Aldea eleva aún más la ya dolorosa cifra de muertes sobre dos ruedas en Canarias en lo que va de 2025. Una realidad que no puede ni debe normalizarse. Cada víctima representa una vida truncada, una familia rota, una pérdida irreparable.

Desde aquí, enviamos nuestras condolencias a sus seres queridos y hacemos un llamamiento a todos los conductores: extremen las precauciones, respeten las normas y recuerden que la carretera no perdona los errores, especialmente cuando vas en moto.

La seguridad vial es tarea de todos.