24 de Enero de 2015
No vamos a ser tremendistas en este artículo, pero sí realistas. Los conductores de ciclomotor, típicamente, son adolescentes. Existe mucho joven y adulto responsable en ciclomotor, pero no nos engañemos, los adolescentes son el público más masivo de estos vehículos y muchos tienen sus "características especiales". A estos "casos especiales" nos referimos en este artículo por su seguridad, sobre todo, pero también porque su mal ejemplo nos perjudica a todos los que formamos parte del colectivo motero.
Y sin necesidad de horrorizarnos o llevarnos las manos a la cabeza, no es muy extraño ver a estos jóvenes sin el casco reglamentario, con sacamultas "medio huevo", con sacamultas mal colocados o desabrochados, con “paquete” que, a su vez, ni lleva casco, ni pone interés en sujetarse bien. Y no es algo extraordinario ver cómo, invariablemente, muchos de ellos pasan de largo ante los semáforos en rojo, no hacen un stop ni por casualidad, y los ceda el paso los interpretan como “pasamos, o pasamos”.
Con sólo tener un par de dedos de frente podemos presumir que en caso de colisión, el ciclomotor y su conductor lo llevan crudo. Es cuestión, también, de controlar las hormonas y las ganas de correr que todos tenemos a ciertas edades (y que conservamos, más adultos, pero controlada o redirigida a algún escarceo en algún circuito seguro). Pero como todos hemos sido jóvenes, sabemos que es muy complicado explicar algo así a los que tenemos más cerca... Pero hagámoslo, de todos modos. Y, si por casualidad, alguno de estos "casos especiales" llega a leer este artículo, no deje de leer los consejos que a continuación les ofrecemos: