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Honda SW-T 400 vs Yamaha YP 400 Majesty

28 de Octubre de 2009

Honda SW-T 400 vs Yamaha YP 400 Majesty

HONDA SW-T 400 vs YAMAHA YP 400 MAJESTY, ambos se renuevan para esta temporada y así seguir al día en el mercado. El exclusivo segmento de 400 c.c. se ha renovado de cara al presente año. Primero, con la llegada del SW-T de Honda, y ahora, con la reciente incorporación del actualizado Majesty de Yamaha.

 

Honda SW-T 400
Potencia máxima 39 CV
Consumo medio 5,2 l/100 km
Autonomía teórica 308 km
Peso real en seco 247 kg

 

Los cambios recibidos para este año se han enfocado claramente a mejorar el aspecto estético de este scooter bicilíndrico. Se trata de un intenso lavado de cara que lo convierte en un scooter más actual y acorde con las nuevas tendencias, con un diseño realmente atractivo. Asimismo, se ha aprovechado para mejorar algunos aspectos de la parte ciclo, como, por ejemplo, la frenada.

 

A FAVOR
Potencia-tacto frenada
Ergonomía a bordo
Capacidad cofre
Prestaciones
Tacto motor
Autonomía
EN CONTRA
Precio elevado
Apertura cofre
Peso total


Yamaha YP 400 Majesty
Potencia máxima 34 CV
Consumo medio 5,2 l/100 km
Autonomía teórica 269,2 km
Peso real en seco 209,5 kg

El pasado año se presentó en sociedad, y en estas páginas os ofrecemos el primer comparativo en el que interviene. Se trata de la nueva versión del Majesty 400 que, aunque no ha cambiado mucho, luce un diseño más actual y con un nivel de acabados superior. De la parte ciclo no cambia nada, se mantiene con el impecable chasis perimetral de aluminio y un equipo de frenos con o sin ABS, como queramos.

 

A FAVOR
Calidad de acabados
Comodidad a bordo
Potencia frenada
Capacidad cofre
EN CONTRA
Suspensiones blanditas
Precio exclusivo

Si queremos un scooter para darle uso diario en ciudad y que al mismo tiempo nos permita disfrutar cuando salimos por carretera para hacer unos cuantos kilómetros, los dos invitados de este comparativo son de lo mejorcito dentro del segmento GT de media cilindrada; ambos se muestran muy amables en la acogida y muy solventes tanto mecánicamente como por lo que respecta a la parte ciclo.

Los dos han recibido un restyling completo para el presente año, aunque en el caso del Honda ha sido más profundo, ya que le ha llevado incluso a disponer de un nuevo nombre. Aun así, los dos han mejorado más en estética que en parte ciclo o mecánica.

 

Viajar en un sofá
Mucha gente piensa que un scooter, por muy GT que sea, está por debajo en prestaciones de cualquier moto, y eso, aunque no es completamente falso, no se ciñe del todo a la realidad. Para empezar, los scooters no son vehículos pensados para el mismo uso que se le pueda dar a una moto en el aspecto deportivo, y si somos conscientes de su capacidad, así como de sus limitaciones, con un scooter como los que hoy comparamos en estas páginas podremos irnos hasta el fin del mundo, y sin apenas cansarnos. Ésa es la clave, comprender que un scooter de estas características sirve para viajar cómodamente, incluso a dúo, y mirado desde ese prisma, ambos modelos nos han parecido de lo mejorcito existente en el mercado. Tanto el Honda como el Yamaha presentan un extraordinario nivel de acabados y equipamiento para hacernos más llevaderos los trayectos diarios y muy cómodos los viajes largos.

 

Para empezar, en los dos dispondremos de un gran asiento, con un acolchado muy envolvente y acogedor. El del Honda nos ha parecido más cómodo, gracias a que es más plano y amplio en su parte delantera –esto viene favorecido también por la menor altura al suelo-, y además, disfrutaremos de un par de lumbares muy aprovechables para conductor y pasajero, mientras que en el Yamaha sólo hay uno para el conductor, también muy cómodo y útil de cara a relajar la espalda en trayectos de cierta distancia (en las fotos podéis ver el respaldo opcional que ofrece la marca de Iwata para nuestro acompañante).

 

Como es lógico en un GT que se precie, ambos nos permiten estirar las piernas adelantando los pies en la plataforma. En este sentido son scooters muy bien diseñados; resulta verdaderamente agradable salir por carretera con ellos conduciendo en esta posición. Por otro lado, la protección aerodinámica, aunque en el Majesty de las fotos podemos ver que disfruta de una pantalla opcional más ancha y alta y unos deflectores en los laterales, se muestra muy generosa en ambos casos. Desde la posición de conducción se aprecia que el Honda monta un frontal más estrecho en la parte de los relojes, pero eso no hace que pierda comba respecto al Yamaha en lo que a protección se refiere, pues las salidas de aire de los flancos sirven para desviar los rebufos derivados de la marcha y alejar su radio de acción de nuestro cuerpo. Se podría decir que los dos scooters nos aíslan de manera muy eficaz del viento de la marcha, tanto que en lugar de desear mayor protección en invierno vamos a querer algo menos para los días más calurosos del verano.

 

Elementos de lujo
Ya hemos dicho que son vehículos muy cómodos a la hora de conducirlos, y a pesar del gran peso que ostentan (209,5 kg el Yamaha y nada menos que 247 el Honda), podremos desenvolvernos bastante bien entre el tráfico urbano gracias a la escasa altura de sus asientos (760 mm en el Majesty y tan sólo 740 en el SW-T); de hecho, nos resultará más complicado de dominar el volumen de ambos scooters que no su peso en sí.

 

La posición a adoptar es mejor en el Honda que en el Yamaha, al menos desde el punto de vista turístico, que es lo que piden estos scooters. Desde el asiento del conductor, el manillar del Yamaha nos queda algo más bajo, y la diferencia de la altura del asiento, aunque mínima, no se nota en parado, pero sí en marcha, perjudicando la sensación de aplomo en el Majesty, otra cosa es que la calidad de la parte ciclo hace que tan sólo se quede en eso, en una sensación.

 

Elementos para facilitarnos la vida los encontramos por todas partes. En los dos tenemos un par de guanteras (una de ellas con cerradura), de las cuales la situada en el lado izquierdo del contraescudo en el Majesty es la única realmente amplia, las demás se pueden calificar sólo de “vaciabolsillos”; para la documentación, las tarjetas, el móvil y poco más.

 

Los cuadros de mandos son muy completos y ofrecen elementos exclusivos, como el pequeño ordenador de a bordo en el Honda (pequeño porque sólo nos muestra el consumo medio). Los dos ofrecen la información repartida entre varios relojes analógicos y una pantalla digital; en el caso de la Yamaha la lectura del cuadro es mejor, más nítida e intuitiva.

 

Un detalle curioso a tener en cuenta es la apertura del cofre, pues mientras que el Yamaha la coloca en la piña de contacto, algo habitual y casi imprescindible en scooters de esta categoría, el Honda mantiene la obsoleta cerradura en un lateral de los plásticos (izquierdo). No obstante, cabe destacar que podremos acceder a ella desde ambos lados del scooter, ya que está en posición casi plana. En el interior de cada uno hay espacio para dos cascos integrales sin problemas. Además, la categoría de estos modelos se nota en que el interior está tapizado para evitar que se rayen los cascos. Tampoco falta la luz de cortesía -la del Honda se puede desconectar para así ahorrar batería- y unos amortiguadores para mantener los asientos abiertos sin tener que sujetarlos con la mano mientras manipulamos en el interior.

 

A la hora de colocar el freno de estacionamiento de rigor, lo hace de manera más curiosa el SW-T, pues lo sitúa en el contraescudo, bajo las guanteras, y su accionamiento es del tipo freno de mano de los coches. En cambio, el Majesty coloca el suyo en el manillar izquierdo y el sistema que lo acciona es de tipo palanca; resulta más sencillo de utilizar pero no tan estético como el del Honda.

 

Uno ó dos cilindros
Aunque estamos hablando de dos scooters que pertenecen a un mismo segmento, existe entre ellos una diferencia muy importante a tener en cuenta, y la cual es además responsable en gran medida de la disparidad en el precio entre los dos. Hablamos de la configuración del motor, pues el Yamaha se decanta por un elemento propulsor compuesto por un solo cilindro, mientras que el Honda lo hace por un bicilíndrico, una arquitectura muy exclusiva y casi única entre los scooters.

 

El resto de los elementos mecánicos son casi los mismos, como el doble árbol de levas (DOHC), las cuatro válvulas por cilindro o la refrigeración líquida. En ambos casos estamos ante un motor de gran calidad, que transmite buen feeling a la hora de conducirlo. Sus respectivos sistemas de alimentación, por inyección electrónica, son eficaces y bastante rápidos; al tratarse de unos GT no se les puede exigir la eficacia de un sistema de alimentación de una moto R, pero, aun así, nuestras acciones en el puño del gas reciben una respuesta muy proporcional, con reacciones suaves y muy dosificables en ambos casos.

 

Aunque se ha trabajado en el motor del Yamaha por lo que respecta a la transmisión (correa y embrague) y eso le permite unas aceleraciones algo más efectivas, así como un tacto del motor en su entrega inicial más suave que antes, hay que decir que las cifras de aceleración del Honda son sustancialmente mejores, más potentes. Eso se debe, sin duda, a los dos cilindros de su propulsor.

 

Además de tener un tacto más suave y sin apenas vibraciones, el motor del SW-T se nota más consistente a la hora de acelerar. De hecho, las recuperaciones a velocidad media (entre 80 y 120 km/h) no tienen nada que ver con las del Yamaha. Es cierto que el de Iwata no es un scooter pobre, y de hecho se puede catalogar como uno de los grandes entre los scooters, con sus 34 CV (39 CV para el Honda) brinda una buena salida desde parado y empuja con ganas hasta los 100-110 km/h, pero a partir de esa velocidad se ve superado por el SW-T con bastante contundencia. Nosotros no hemos pasado de los 150 km/h en el Yamaha y de los 160 km/h en el Honda, pero podemos deciros que para llegar a estas respectivas velocidades se precisa de bastante más espacio en el caso del Yamaha que con el Honda.

 

Otro aspecto en que se ve favorecido el SW-T por disponer de un cilindro más -y más par y potencia- es a la hora de movernos a dúo. No es que el Yamaha tenga problemas con eso, pero se le nota el peso extra, mientras que en el caso del Honda eso no sucede, apenas se ve penalizado por ello.

Ficha Técnica Honda SW-T 400
Tipo
Scooters
Cilindrada
400
Motor
Bicilíndrico en paralelo, 4 tiempos, DOHC, 8 válvulas Refrigeración Líquida Inyección electrónica de gasolina PGM-FI
Potencia
39,2 C.V.
Transmisión
Automático centrífugo
Cambios
NO
Chasis
Columna central; tubo de acero
Ficha Técnica Yamaha Majesty 400 / ABS
Tipo
Scooters
Cilindrada
400
Motor
Monocilíndrico 4 tiempos, DOHC, 4 válvulas y refrigeración líquida
Potencia
34 C.V.
Transmisión
Variador toma constante
Cambios
NO
Chasis
Viga de aluminio
 
 
Fuentes de la noticia

www.soloscooter.com

 
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