17 de Diciembre de 2020
El presidente del Gobierno canario, Ángel Víctor Torres, explicó ayer que el crecimiento constante de los contagios de coronavirus en los últimos meses llevó al Ejecutivo a decretar el aislamiento de Tenerife, mediante la prohibición de entradas y salidas de este territorio, excepto por razones justificadas y de fuerza mayor en los próximos 15 días.
La medida, que entrará en vigor el próximo sábado 19 de diciembre, se prolongará, al menos hasta el 2 de enero. Precisamente dos de las semanas en que hay mayores niveles de movilidad, más actividad comercial y una cifra más importante de comidas y encuentros familiares que se prolongan durante muchas horas.
El toque de queda, que hasta ahora estaba fijado a las once de la noche, se adelanta a las diez y durará hasta las 6 de la mañana. La actividad en cafeterías, restaurantes o bares se suspende en el interior de los locales, pero se permite hacer comida para llevar. En las terrazas se permite un aforo del 50% y se podrán sentar solo personas convivientes. En los centros comerciales se reduce el aforo en un 33% por planta y la medida también se aplica a tiendas minoristas. La capacidad de los aparcamientos de los edificios comerciales baja al 50 por ciento.