Guardia Civil de Tráfico: de la libreta a la PDA

La imagen de un agente escribiendo una multa ya no existe en Canarias. Con una agenda electrónica y un puntero se da y recibe la información clave. El cuerpo se adapta a los nuevos tiempos.

Hace 48 años que los primeros guardias civiles de Tráfico empezaron a vigilar las escasas carreteras, las pistas de tierra y los caminos que por entonces había en Canarias. En ese medio siglo, las características del trabajo, las condiciones laborales y los medios técnicos han cambiado de manera espectacular, tal y como lo ha hecho la propia sociedad. Hasta tal punto es así que la imagen del agente escribiendo los datos para elaborar una multa en una libreta ya no existe en el Archipiélago. Ahora, la información que se emite para una sanción se envía a través de una agenda electrónica PDA, que directamente remite el escrito al centro de tratamiento de multas de León y a una pequeña impresora que se lleva en el coche o en la moto del guardia. Y eso ocurre así desde hace seis meses, aunque muchos usuarios no se han prectado de ello.

El máximo responsable de la labor de la Agrupación de Tráfico en ambas provincias de la comunidad autónoma es el comandante Benito Monzón, un madrileño de 44 años que llegó a su actual puesto de mando en enero de 2004. En ese periodo, se han alcanzado las mejores cifras del país en fallecidos en las carreteras y accidentes con víctimas mortales en las islas occidentales y orientales.

Monzón aclara que esa realidad no es fruto de la casualidad y que en ese descenso de las estadísticas trágicas han tenido mucho que ver las diversas campañas desarrolladas por la Dirección General de Tráfico y el sacrificado trabajo de los agentes del X Sector de la Guardia Civil de Tráfico.

La polémica del alcohol.- En 2004 se impulsó una lucha sólida contra la alcoholemia. Fue en aquel ejercicio cuando los funcionarios intensificaron los controles en el Norte de la Isla, especialmente en las vías próximas a locales donde el vino y otras bebidas alcohólicas se consumían con cierta alegría entre muchos conductores. La medida generó mucha polémica, pues los dueños de los establecimientos opinaban que el daño a sus negocios era demoledor. Con el paso de los años, esos "golpes de efecto" han tenido unos resultados evidentes. El comandante señala que, en 2003, de cada 100 conductores que pasaban por un control, siete u ocho daban positivo en el entorno de zonas donde "se bebe", especialmente junto a restaurantes y en las horas de comida. En estos momentos, el "alcoholímetro" sólo descubre a 1,5 ó 1,6 por ciento de personas al volante con exceso de alcohol. Y Monzón aclara que "nuestro objetivo es hacer muchas pruebas y no coger a nadie". En el 2005, los esfuerzos de los responsables de la seguridad vial se enfocaron hacia los controles de velocidad. El Instituto Armado creó equipos de agentes con radar en todas las Islas y, donde ya existían, aumentaron las dotaciones. La precaución de los conductores aumentó y el resultado también se notó en las cifras de fallecidos por accidente. Otra acción clave en la actual realidad del tráfico fue la implantación del carné por puntos. Sin embargo, para el máximo responsable del cuerpo encargado de la seguridad vial en Canarias, la medida más positiva fue la reforma del código penal, donde determinadas infracciones administrativas pasaron a ser delitos, como superar los 0,65 gramos de alcohol por litro de aire aspirado, el superar en 80 kilómetros por hora el límite de velocidad de una carretera o, por ejemplo, conducir sin haber tenido nunca el carné o la licencia de ciclomotor. Además, se celebran juicios tres o cuatro días después de haberse cometido el hecho delictivo.

Recursos humanos.- Para llevar a cabo el control en las carreteras y autopistas de Canarias, el X Sector de la Guardia Civil de Tráfico posee 422 agentes, lo que supone un 95 por ciento de la plantilla que debería haber según el catálogo de puestos aprobado por el Ministerio del Interior y que se considera un nivel muy alto de cumplimiento. Aunque parezca obvio, un mayor número de funcionarios en las vías también eleva la seguridad. Como apunta Benito Monzón, "todos levantamos el pie cuando vemos a la pareja, incluido yo". Cada vez, estos guardias disponen de mejores medios para desarrollar su trabajo. Todos los radares fijos cuentan, desde hace seis meses, con cámaras digitales, que ofrecen más precisión y calidad de imagen en caso de necesitar una ampliación. Hasta finales del año pasado, había que revelar carretes para obtener la imagen de cualquier infractor.

Nuevas tecnologías.- En las transmisiones también se ha producido una evolución perceptible. La implantación del sistema Sirdée ofrece a los agentes más cobertura, mayor nitidez de sonido y más seguridad, pues las comunicaciones están cifradas. Además, gracias a la existencia del sistema de localización por satélite (GPS), "sabemos dónde se encuentran y en caso de accidente, por ejemplo, podemos llegar más rápido", recuerda el comandante. La denuncia electrónica es una realidad en Canarias. Desde hace seis meses, todos los guardias civiles de Tráfico operan con agendas PDA, gracias a las cuales, sólo con apuntar la matrícula de tu coche o el documento nacional de identidad, pueden saber qué compañía de seguro tienes, si te han quitado puntos del permiso de conducción o dónde vives, entre otras cosas. Dicho avance tecnológico funciona en, aproximadamente, el 50 por ciento del territorio nacional y todavía no ha sido presentado oficialmente por las autoridades. Los agentes que trabajan en el Archipiélago fueron unos de los primeros en aprender a usarlo. Los motoristas de la Guardia Civil de Tráfico ya no tienen por qué pararse para llamar por una emisora ni llevan un pequeño megáfono en los vehículos para escuchar los avisos de urgencia. En el casco integral cuentan con un sistema de "blue-tooth" para escuchar los mensajes y un interfono para hablar sin dejar de conducir las motos a la velocidad que sea preciso.

Parque móvil.- Y hablando de potencia en las motos, en estos momentos disponen de las BMW 850, pero antes de que finalice el verano esperan pilotar las BMW 1.200, aún más rápidas. En cuanto al uniforme, ya han desaparecido de la vestimenta de los guardias aquellas botas altas, que parecían más propias de montar a caballo. La indumentaria se ajusta más a quienes circulan en moto, con calzado adecuado y diversas protecciones. El futuro pasa por un nuevo vehículo de patrulla, que, de momento, sólo es un proyecto. El comandante Monzón no desvela dato alguno sobre el mismo, aunque forma parte del grupo de trabajo que aporta ideas a dicha iniciativa, que persigue mejorar la operatividad del parque móvil del cuerpo.

"Puntos negros".- Respecto a las carreteras del Archipiélago, el jefe del Sector de Tráfico de la Guardia Civil manifiesta que "son muy seguras", sobre todo si se recuerdan las cifras de accidentes mortales. Además, recuerda que varias vías, como la autopista del Sur de Tenerife (TF-1) estará mucho mejor cuando acabe la obra de ampliación de tres carriles en cada sentido. Para Monzón, la tristemente famosa "curva de El Sauzal", en la autopista del Norte (TF-5), ya no es un tramo de concentración de accidentes, gracias a las obras realizadas por el Cabildo, consistentes en la mejora del firme, la corrección del peralte o la señalización, así como por la instalación de un radar fijo. Respecto a la Vía de Ronda (TF-13), el comandante confía en que la instalación de radares fijos contribuya a que los conductores tomen conciencia de que deben circular a menos de 60 kilómetros por hora.

Los peatones.- La asignatura pendiente en el tráfico, al menos una de las más importantes, es el problema de los peatones, muchos de los cuales cruzan la calzada por donde no deben, saltan las vallas y las medianas en cualquier lugar, van sin chaleco reflectante y caminan en el mismo sentido que los vehículos, cuando deben hacerlo en sentido contrario al de la circulación. Y esos hábitos pueden resultar fatales.