Enrique de Vidania entrevista al piloto Jorge Lorenzo

“No elijas una vida de imitación” entona Anthony Kiedis en una de sus canciones y Jorge Lorenzo (Palma de Mallorca, 04/05/1987)  se ha aprendido bien la lección de tanto escuchar a Red Hot Chilli Peppers dentro y fuera de la pista. La vida es así; se lucha y se gana o se pierde, enseñanza que ha ido calando poco a poco en la filosofía de vida de este tetracampeón del mundo (dos títulos de 250cc y dos de MotoGP) al que poco incomodaban las cámaras para expresar toda su frustración.

Ha encontrado una enseñanza en cada caída, en cada lesión, en cada traspiés, en cada crítica… Y ha comenzado a forjarse un nombre, más allá de su armadura de espartano.

Se montó por primera vez en una minimoto con tres años, con cinco ya competía. Esto es una proeza que sólo se consigue si lo llevas en la sangre (hijo de mecánico y de mensajera de Correos motorizada), se entiende, ¿no? Con sólo quince años, a golpe de soplido de velas, se sube en una 125cc en Jerez para debutar en el mundial; con toda la ilusión, coraje y miedos de un chavalín, casi un niño.

Pudo ser que la rebeldía de un guerrero (no sólo de corazón, sino también de apellido) le quitara algo más que la aprobación de muchos, pero poco a poco junto a la madurez han llegado los títulos y es que ante nosotros tenemos al primer español con dos títulos en la categoría reina.

Se podría decir que encontramos dos Giorgios; el primero, el que lucía el 48 –indomable–, y el segundo, con el 99 (desde 2009, ángel y demonio –la esencia del de antes con el juicio del Jorge de 26 años). Cada cual que haga su elección, aunque yo voy a ser de la detractora, de todos aquellos que piensan que nada ha cambiado, que sólo es otra escena de este polifacético campeón. No se cuántas más pruebas deberá pasar.

En él encontramos un piloto cercano, uno que se debe a sus fans, que no sabe qué hacer para demostrar que está ahí, junto a ellos, para divertirse todos juntos (podrás encontrar en Twitter y en Instalgram a su nuevo compañero el gorila Lorenzin).

No hablamos de sólo un piloto, sino también de un chico que sabe lo que quiere y también como conseguirlo, como narra su biografía de Twitter: “La frustración llega la mayoría de las veces por no pelear lo suficiente”.

Sólo les animo a que lean la entrevista y lo conozcan, que lo admiren y lo comprendan. Y posteriormente que vivan las carreras, de pie, como si estuvieran a pie de pista y pudieran oler la goma quemada.

- ¿Ha pensado Jorge Lorenzo que hará al finalizar su carrera deportiva? ¿Hará como otros colegas de Manager, de comentarista, de probador o estará en la escuela de su padre?
Todavía no lo sé, estoy centrado en MotoGP y no miro el futuro fuera de las carreras. Pero sí, creo que estaré vinculado al motociclismo. Me gustaría ayudar a jóvenes pilotos a cumplir sus sueños.

 - Si tuviese que elegir entre las 47 victorias que tiene, ¿con cuál se quedaría?
Ha habido tantas que elegiría la primera en Brasil en 2003. Fue un momento único. Tenía 16 años y eso no se olvida, es de las que más recuerdo.

- ¿Como le gustaría a Jorge Lorenzo que se le recuerden dentro de unos años?
Me gustaría que me viesen dentro de una de las mejores épocas del motociclismo, como un piloto que luchó por conseguir sus metas. El talento es importante, pero el trabajo es al final el que marca la diferencia en un mundo tan competitivo.

 - Cuando sale a carrera, ¿cómo se motiva habiendo ganado todo en el motociclismo?
Me gusta mejorar, crecer. Hay muchas cosas donde creo que se puede mejorar y eso es lo que hago. Obviamente, lo hago para intentar ganar. Me motiva saber que puedo seguir luchando por subir al podio y la victoria.

- ¿Tiene alguna espina clavada de algo que no haya podido conseguir?
No conseguí el Mundial de 125cc, pero no es una espina. Lograr el título en la máxima categoría es más de lo que imaginaba de niño. Siempre podré estar con la conciencia tranquila con lo que conseguí.

 - El día de mañana si tuviese un hijo y le dice que quiere ser piloto, ¿le entrenaría de la misma forma que lo hizo su padre con usted, con esa intensidad y exigencia?
No lo sé, es una pregunta que no sé responder en estos momentos. No sé si querría que mi hijo fuese piloto. Eso llegará y él decidirá. Yo apoyaría a mi hijo a ser lo que él quiere ser.

 - Imagino que la admiración de Jorge Lorenzo por Lance Armstrong habrá caído. ¿Qué opinión tiene a cerca de los casos de dopping que están saliendo a la luz? ¿En el motociclismo se dopan las motos?
Lamentablemente el ciclismo vive un mal momento y han aparecido muchos casos de dopaje. En el motociclismo no es posible que ocurra lo mismo, salvo algún caso aislado. Pero las motos se podrían ‘dopar’, y esto sería como incumplir el reglamento. Pero eso es muy complicado porque hay muchos controles.