21 de Febrero de 2018
La Guardia Urbana de Barcelona tiene orden de poner fin a la arraigada y consensuada costumbre de aparcar las motos sobre las aceras. Por su parte, los motoristas de la ciudad condal afirman que si les obligan a bajarse de la acera para aparcar en la calzada aumentará la contaminación de la ciudad y se perderán miles de horas de trabajo.
Los motoristas que aparcan en las aceras se encuentran desde el pasado mes de diciembre con unas perchas (carteles que se cuelgan sobre el puño de la moto) en las que se les avisa de que "no debe dejar la moto estacionada en ese lugar por que ha llegado el FIN DE LA TOLERANCIA".
El Ayuntamiento que dirige Ada Colau quiere que las aceras sean exclusivamente para el uso y disfrute de los peatones y confirma que tras un perido de avisos, comenzará a sancionarse. La pretensión de la corporación municipal es que los motoristas utilicen las plazas habilitadas en la calzada y los estacionamientos subterráneos. Por su parte, Mercedes Vidal, la concejal de Movilidad, ha anunciado con rotundidad que "toda la política de movilidad de nuestro equipo de gobierno va dirigida hacia el peatón”.