22 de Noviembre de 2017
“Las tendencias sociales como la urbanización y la sostenibilidad cambiarán ostensiblemente la movilidad y la motocicleta tal como la conocemos hoy en día”, asegura Dirk Hoheisel, miembro del Consejo de Administración de Robert Bosch, para quien “las tecnologías de Bosch hacen que la moto se adapte al futuro: primero, haciéndola más segura, y después haciendo que su propulsor sea más eficiente”. La visión de Bosch, presentada en EICMA 2017, es hacer que “la movilidad del futuro esté libre de accidentes, de estrés y de emisiones, y esto también sirve para las motocicletas”.
Se prevé que en el año 2021 la producción mundial anual de motocicletas alcance los 160 millones de unidades, un tercio más que en la actualidad, lo que hace que la tecnología de la motocicleta sea un gran campo de negocios. Así, la unidad Two-Wheeler & Powersports de Bosch, con sede en Yokohama (Japón), ha registrado un crecimiento de sus ventas de más del 20% en comparación con 2016, el doble que el mercado. Para 2020, Bosch prevé alcanzar unas ventas de mil millones de euros con sus tecnologías para motocicletas: sistemas de asistencia, soluciones de conectividad, y sistemas de propulsores y de electrificación.
La seguridad de los vehículos de dos ruedas, admite Bosch, comienza con la bicicleta eléctrica, con el inicio de la producción del primer sistema de frenos antibloqueo ABS para eBikes del mercado. Con este sistema, la distancia de frenado se puede acortar y se reduce el riesgo de salir despedido por encima del manillar. Según un estudio de investigación de accidentes realizado por Bosch, alrededor de una cuarta parte de los accidentes con “pedelecs” podrían reducirse si todas las bicicletas eléctricas estuvieran equipadas con el sistema ABS.
Bosch ha conseguido, como proveedor mundial de tecnología para motocicletas, que los sistemas de asistencia para motos, como ABS, MSC (control de estabilidad para motos) y ‘side view assist’ (asistente de visión lateral) se afiancen en el mercado. La compañía está creando sistemas de conectividad que permitan a los motoristas comunicarse con los vehículos, con la infraestructura y con otros usuarios de la carretera, como si fuera un escudo de protección digital. Otra solución que le permite al motorista mantenerse conectado y seguro es el horizonte conectado: los motociclistas pueden mirar alrededor de la próxima curva y obtener avisos anticipados sobre posibles peligros.
Pero ahí no quedan las cosas, además de la conectividad, que continúa cogiendo ritmo en Bosch, la electromovilidad forma parte de las claves del futuro de la moto. En los próximos años, se espera que el mercado de vehículos eléctricos ligeros, como los eScooters (scooters eléctricos), crezca aproximadamente un 40%. Los estudios indican que, hasta el 2020, alrededor de 100 millones de estos vehículos se fabricarán en todo el mundo. Esta es la razón por la que Bosch ha desarrollado sistemas de propulsión escalables que permitan la electrificación de vehículos ligeros de cuatro, tres o dos ruedas, como Govecs eSchwalbe o AIMA eScooter. Los sistemas incluyen un motor, una unidad de control, batería, cargador, pantalla (HMI) y unidad de conectividad, así como una aplicación interactiva que conecta el smartphone del conductor con el vehículo.
La empresa alemana también continúa mejorando el motor de combustión mediante la aplicación de soluciones electrónicas en la gestión de motores. Estas permiten que los vehículos de dos ruedas puedan cumplir las últimas regulaciones en materia de emisiones, como Euro 5 y BS 6 (etapa Bharat), y puedan reducir las emisiones de CO2, al tiempo que satisfacen la demanda de las últimas funcionalidades y mejoran rendimiento.