11 de Mayo de 2024
168 KM: De La Esperanza (El Rosario) a Los Abrigos (Granadilla de Abona)
Después de saborear el frío eterno de la noche esperanzera, amanece en este pasillo verde, donde corre el alisio en forma de nubes y aguas que huyen desde el norte de la isla para peinar la altura con el fenómeno más increíble del cuaternario, la sensación de esta condensación perenne casi todo el año, acentúan la suerte de vivir en una tierra agraciada.
El municipio de El Rosario despertó esta mañana con una trashumancia inusual, un enorme panal de abejas en su plaza Mayor, comenzaba a emerger por todas partes, vespas de colores, vespas añejas, vespas olvidadas, vespas rojas, azules, verdes, mostazas, amarillas, rosas, blancas. Multicolor de esencia que atrapaba las sonrisas y el silencio vespertino le sacudía su nostalgia de que se gestaba algo maravilloso.
La reunión anual de Vespasion Canarias, no pasa inadvertida a nadie, sacude la parte romántica de la filosofia a la vieja usanza, mezclado con el aroma clásico y antiguo del cortejo de las motos.
Caras alegres en el reencuentro, abrazos, sonrisas y repaso a la vida, mientras se última la llegada del resto de amigos que llegan de Gran Canaria, más de lo esperado, caras nuevas que se unen a esta expedición entrañable.
Y tras unas breves palabras del alcalde que se las lleva el viento regala suerte en el recorrido y agradecimiento por tenerles en cuenta un año más en la salida anual.
Arranca el zumbido del enjambre, una abejonera increible con ambiente de expectación, como salidos del túnel del tiempo, envueltos en el aroma de las mezclas de los aceites y desodorantes se van perdiendo entre callejones y empinadas, para doblar en altura y perderse en el bosque de medianías, pronto la caravana supera los dos kilómetros un rosario que despierta admiración a su paso, por la tierra de los vinos y las nubes bajas; Ravelo, El Sauzal, Palo Blanco, Cruz Santa...
Abajo, el valle de la Laguna, despierta lentamente del sueño que acaricia el alisio cada noche, donde los caldos se elaboran en bodegas altivas y los guachinches deshornillan el humo y los aromas de la tierra. El inmenso Valle de la Oratava hace de pasillo y miradas, jugar entre los pazadisos de las medianías, con la sintonia tranquila de la vida en Vespas.
Pronto llega el almuerzo en Icod y sube el volumen de la amistad y la alegría continuamos el tirón kilométrico, hacia las tierras altas del trigo, El Tanque, la Montañeta, la vegetación y el tiempo siguen anclados en el sueño de las erupciones del volcán chinguaro. El musgo tapiza el verde bosque y deja el sello milenario de su pasado reciente.
Nos acercamos a otro fenómeno digno de mención y fácil observación. Donde las tierras del norte intercambian el tiempo por las del sur. La luz por las sombras, el frio por el calor, el bosque de pinares por el de verodes, el paisaje dormido por la luz azul del atlántico. Santiago del Teide, bajando desde el puerto de Erjos es impresionante, con la mirada majestuosa de la curvatura del Teide y el viejo volcán.
Parada, repostaje y el tobogán de Tamaimo y los Gigantes para seguir descendiendo hacia la ciudad turística, que invaden el sur enorme de la isla, cansancio y mucho tráfico en la llegada a Chafiras, el hotel, la ducha y el merecido descanso cerca del mar.
Es pronto para quitar poesía y aplicar critica constructiva, de momento este tren enorme de Vespas a cubierto su primera etapa demoledora, de norte a Sur, sin muchas bajas y la cobertura garantizada de Vespa Rent de Miguel.
Mientras descansamos y reponemos fuerza para escalar de nuevo al cielo de Nivaria, nos sentimos agradecidos de este fenómeno mundial de reuniones de Vespas que nos devuelven el motorista clásico que llevamos dentro y nos ralentiza la mirada en el paisaje una vez al año.
Mientras tecleo este breve resumen en la madrugada del sur de la isla grande, se cocina lentamente en el despertar el asalto final a la jornada dominical.
Suerte para todos. La vida en Vespa es más simpática.