20 de Febrero de 2011
La Guardia Civil, el cupo de multas y el pito del sereno...
Cuenta la Asociación Unificada de Guardias Civiles que si los agentes de Tráfico de Extremadura no alcanzan un cupo mínimo de sanciones se exponen a dejar de cobrar parte de su salario, o complemento, o como se llame. Que perderán unos 300 euros al mes si no multan a destajo, vaya.
Según denuncian los defensores de los guardias civiles, desde arriba se les está comunicando que existe una diferencia entre su rendimiento y la media de la unidad a la que pertenecen los agentes, pero sin informarles de cuál es esa media. Es decir, que quienquiera que haya tomado la iniciativa de forzar la situación se ha cuidado de no dejar huellas, por si acaso. Mientras, desde la Asociación aseguran que prima la recaudación por encima de la seguridad.
Tomar a uno por el pito del sereno equivale a no tener en cuenta lo que ese uno haga o diga, tal y como les pasaba a los serenos que pasaban la noche dando la hora y tocando un silbato que, francamente, a todo el mundo se la traía al fresco. ¿Puede sucederle lo mismo a la Guardia Civil si sigue así la cosa?
Siempre han existido los mitos del cupo de multas y del plus por entregar recetarios agotados, y lo cierto es que esta denuncia emitida por la organización que defiende los intereses de los guardias civiles disipa algunas dudas sobre estas leyendas urbanas que al parecer no lo son tanto, pero presenta algunos puntos que resultan de todo menos tranquilizadores.
Así, tal y como dicen los agentes, al no conocer en qué números se mueven para saber si tienen que denunciar más o menos se empieza una carrera por la sanción que lleva a los de la Benemérita a multar a todo bicho viviente, venga o no a cuento. Textualmente, cuentan que antes se paraba al vehículo cuando había infracción, mientras que ahora se para al vehículo para buscarle la infracción.
A mí, la verdad, todo esto me suena a película americana de domingo por la tarde en la que el sheriff de turno empuña un rifle y a culatazos le rompe los faros al coche del protagonista para poder multarlo por llevar los faros rotos, de manera que quiero pensar que las cosas no degenerarán lo suficiente, si no es que lo han hecho ya, como para que esta situación se prolongue en el tiempo.
Y es que una cosa es recaudar para hacer frente a la crisis, y otra meter a cobradores del frac a quienes están para proteger el libre ejercicio de los derechos y libertades de los españoles y para garantizar la seguridad ciudadana. Si desde las alturas quieren recaudadores, que sigan plantando radares en lugares absurdos de cara a la seguridad vial, que todos lo tenemos ya más que asumido, pero que no impliquen a los guardias civiles ni a ningún otro cuerpo de seguridad pública en todo este disparate porque, si lo hacen, los ciudadanos acabarán teniendo por todos los agentes implicados el mismo respeto que tienen actualmente por los radares: ninguno. Y eso es más que peligroso.