Hay lugares que se disfrutan con los cinco sentidos, pero recorrer Gran Canaria en moto, y más si es sobre una Ducati, es una experiencia que va más allá. La isla ofrece un paisaje cambiante y carreteras de ensueño que parecen diseñadas para quienes viven la pasión del motociclismo. Y Ducati Canarias, fiel a su espíritu de comunidad y aventura, lo sabe muy bien.

Este sábado, a pesar de amanecer el día con amenaza de lluvia, más de 70 de ducatistas se dieron cita en una nueva ruta organizada por Ducati Canarias en la isla de Gran Canaria. Una jornada que combinó adrenalina, paisajes de postal y el inconfundible sonido del motor desmodrómico resonando entre los barrancos y las montañas grancanarias.

El punto de partida fue Ducati Service, en Miller Bajo, donde los participantes fueron recibidos con un desayuno y el calor de un equipo que cuida cada detalle. Tras las indicaciones de seguridad y la explicación del recorrido, se presentó al presidente y vicepresidente del DOC Canarias, los cuales explicaron en detalle el objetivo, funciones y perspectivas.  

Tras la foto grupal de todos los participantes, los motores comenzaron a rugir y el grupo partió rumbo a la Atalaya desde donde se bajaría hacia la zona de Telde para recorrer una de las zonas mas características de la isla atravesando Temisas en dirección Santa Lucía donde tuvo lugar la primera parada del día, lugar donde los participantes pudieron intercambiar impresiones sobre los modelos de la marca.

Tras esta parada se reanudó la ruta con la serpiente desmodrónica llevando su rugido a lo largo de las carreteras de la isla en dirección a Artenara donde tendría lugar la segunda parada, tras la cual se encaminaría hacia el lugar del almuerzo en el Restaurante La Marisma.

Más allá de las curvas, los paisajes o el sonido inconfundible de sus motores, lo que realmente hace especial cada ruta organizada por Ducati Canarias es el espíritu que se respira entre sus participantes. Un sentimiento de pertenencia, de compartir la misma pasión, de formar parte de una gran familia roja que te arropa desde el primer momento. Porque ser ducatista no es solo tener una moto, es vivir una forma de entender la vida sobre dos ruedas, rodeado de personas que sienten lo mismo. Y en cada salida, ese vínculo se fortalece, convirtiendo cada encuentro en una experiencia única y en un recuerdo imborrable.

Porque sí, Gran Canaria es un paraíso para cualquier motorista. Pero hacerlo con Ducati Canarias convierte cada kilómetro en algo épico. Si aún no lo has vivido, ¿a qué estás esperando para apuntarte a la próxima ruta?