29 de Julio de 2020
El que hasta ahora había sido referencia del mundo para los usuarios de motos; el Ayuntamiento de Barcelona persiste en su actual política de llenar las calles de obstáculos que suponen un riesgo para la seguridad vial circulando en moto. ANESDOR pide su eliminación y un cambio de rumbo en la política de movilidad
Barcelona pone en riesgo a los usuarios de dos ruedas con la ubicación de bloques de hormigón y pintura deslizante en la calzada. José María Riaño, secretario general de ANESDOR: “En Barcelona cientos de miles de ciudadanos se desplazan en vehículos de dos ruedas cada día: ubicar elementos que ponen sus vidas en peligro es inaceptable. Pedimos al Ayuntamiento que reconsidere estas actuaciones”
ANESDOR pide al Ayuntamiento que reconsidere su política de establecer obstáculos que pueden suponer riesgos a la seguridad vial en la ciudad. En los últimos meses, el Gobierno de la ciudad ha situado elementos como bloques de hormigón o pintura deslizante en el asfalto que pueden agravar de forma significativa tanto la posibilidad de que se produzcan accidentes como su gravedad.
En Barcelona centenares de miles de ciudadanos se desplazan en moto, bicicleta o vehículos de movilidad personal a diario y su seguridad debe ser una prioridad para la administración. Los motoristas y los ciclistas forman, junto a los peatones, los usuarios vulnerables en el tráfico, según la Organización Mundial de la Salud. Lejos de plantear nuevos riesgos como está sucediendo, es necesario que se apliquen medidas para mejorar su seguridad: como la pacificación del tráfico, ampliando las zonas 30 fuera de las grandes arterias de comunicación, o la inclusión una norma que permita a los motoristas circular por el carril bus.
José María Riaño, secretario general de ANESDOR explica que: “En Barcelona cientos de miles de ciudadanos se desplazan en vehículos de dos ruedascada día por decisión propia: ubicar elementos que ponen sus vidas en peligro es inaceptable. Pedimos al Ayuntamiento que reconsidere estas actuaciones”.
ANESDOR considera positivo que se haya reactivado el Grupo de Trabajo de la Moto pero advierte que solo será de utilidad si se atienden las necesidades sociales buscando soluciones realistas, bajo criterios técnicos de seguridad vial y movilidad.
La moto en Barcelona
La moto es, porque así lo han decidido sus ciudadanos, un medio de transporte fundamental en Barcelona. En los últimos años cada vez más ciudadanos en España y en Europa se desplazan en moto por su eficiencia, sostenibilidad y versatilidad. La tradición deportiva, social y empresarial de la moto en Barcelona ha situado a la ciudad a la vanguardia en este aspecto y la administración debería potenciar su uso.
Según José María Riaño, secretario general de ANESDOR “la moto es un vehículo adecuado en el entorno de una movilidad multimodal. Su uso es compatible al de otras formas de desplazamiento, como ir andando o en bicicleta, con la ventaja de ampliar los rangos de distancia. En el marco de las distintas soluciones de transporte que necesitan los ciudadanos, la moto es la mejor opción en muchos casos, especialmente para aquellos que no viven cerca de sus centros de trabajo”.
Restricciones de aparcamiento
En los últimos meses el Ayuntamiento ha comenzado a reducir el espacio para aparcar motos en algunas calles sin ofrecer una alternativa a los ciudadanos. ANESDOR considera que en las aceras la prioridad debe ser siempre del peatón, pero es necesario, como se ha planteado al Ayuntamiento, que se creen más plazas específicas en calzada para que los usuarios de vehículos de dos ruedas puedan cambiar la tendencia actual y aparcar en otro lugar. Es necesario ofrecer alternativas.
El Gobierno de Barcelona ha prohibido el aparcamiento de motos en 43.000 m² de acera hasta ahora utilizados por los ciudadanos para este fin lo que supone una reducción de 11.600 plazas. El Consistorio ha anunciado la creación de nuevas plazas específicas en calzada y que negociará con los parkings tarifas reducidas. ANESDOR considera estas medidas insuficientes. Hace años que desde el sector de la moto se lleva planteando la necesidad de crear 55.000 plazas en calzada, una cifra acorde con la realidad del porcentaje de motos en el parque de vehículos.
Entre Barcelona y su área metropolitana hay 490.000 motos. Contar con este parque es una fortaleza para la ciudad: tanto en el marco de la crisis sanitaria, ya que los desplazamientos en moto son libres de contagio, como en el de la nueva movilidad, ya que permite que se reduzcan las emisiones y los tiempos de desplazamiento.