De Machu Picchu al Titicaca: una travesía por encima de las nubes

Surcando los Andes en moto: el reto de Enduro Sin Límite en Perú y Bolivia

El equipo de Enduro Sin Límite, formado por Javier de Miguel, Miguel Amaro y Aníbal Amaro, vuelve a la acción. Esta vez, los motoaventureros tinerfeños han cambiado de continente para enfrentarse a un nuevo reto: cruzar en moto parte de Sudamérica, recorriendo los caminos de tierra que unen Cusco (Perú) con el Lago Titicaca, en la frontera con Bolivia. Sin embargo, esto no significa que su travesía africana haya terminado. En agosto y septiembre, retomarán la segunda fase de su expedición África Sí o Sí.

Machu Picchu: el primer contacto con la mística de los Andes

Tras aterrizar en Lima, su primera parada fue Cuzco, la ciudad imperial de los incas. Desde allí, se dirigieron a una de las maravillas del mundo: Machu Picchu. Esta joya arqueológica, rodeada de montañas cubiertas de exuberante vegetación y con el río Urubamba serpenteando en el valle, les dejó sin palabras. Tanto la grandeza de los restos incas como la imponente naturaleza andina marcaron el inicio de su travesía.

Preparando las motos para la gran ruta

El siguiente paso fue recoger y preparar las motos en Big Trail Cusco, gracias a su contacto Brian. En una tarde de trabajo intenso, lograron dejarlas a punto, listas para afrontar el exigente recorrido que tenían por delante.

El reto de las Siete Montañas

El primer gran objetivo de la expedición fue alcanzar el famoso Parque de las Siete Montañas, una de las joyas naturales de la región. La ruta los llevó hasta los 4.800 metros de altitud en moto, desde donde iniciaron una caminata de una hora hasta la cima, a 5.200 metros, para contemplar el increíble paisaje multicolor de estas montañas sagradas.

Durante el trayecto, atravesaron aldeas rurales donde el tiempo parece haberse detenido. Allí, los pobladores aún cultivan la tierra y crían rebaños de llamas como lo hicieron sus antepasados incas. A más de 4.000 metros sobre el nivel del mar, las pequeñas comunidades viven en casas de adobe con techos de paja, resistiendo un clima extremo.

El ascenso fue complicado: el frío, la lluvia y la neblina los acompañaron durante toda la jornada, pero la majestuosidad del paisaje hizo que cada esfuerzo valiera la pena.

Superando el barro y los ríos en el altiplano andino

A pesar de las condiciones adversas —terrenos embarrados, ríos crecidos por las lluvias y la falta de oxígeno debido a la altitud—, las motos están respondiendo mejor de lo esperado. Esta fiabilidad les ha dado un gran impulso moral para continuar con su viaje hacia el Lago Titicaca, su gran meta.

Para alcanzarlo, tendrán que enfrentarse a los desafiantes páramos del altiplano, circulando por senderos que serpentean entre 3.500 y 5.000 metros de altitud. La travesía promete ser intensa, pero el espíritu de Enduro Sin Límite sigue intacto: avanzar sin importar las dificultades, siempre en busca de la próxima gran aventura.