04 de Abril de 2020
El piloto Tinerfeño Dailos Sainz nos cuenta su experiencia de la participación del Hispania Rally 2020.
El pasado mes de marzo, entre los días 2 y 7, se celebró el Hispania Rally, un rally en el desierto de Gorafe (Guadix, Granada). Contó con la participación de 188 pilotos de 26 países diferentes, entre los cuales había pilotos dakarianos, con gran experiencia y muy rápidos. El rally se desarrolló en 5 etapas, aproximadamente de 300km cada una, y todas ellas divididas en dos especiales cronometradas, más los tramos de enlace.
El atractivo de la prueba fue la navegación por Road Book, diseñada por grandes profesionales del mundo de los rallys y testada por el conocido piloto Gerard Farrés, quien, muchas noches, durante el Briefing, comentaba los cambios en el rutómetro y consejos de última hora.
El relato de Dailos Sainz...
Estamos en una situación nunca antes vivida a causa de la alarma Covid- 19, sin poder salir de casa, escuchando noticias muy tristes en las que cada día fallecen miles de personas.Igual no es el mejor momento para este tipo de noticias pero he querido compartir la experiencia vivida para todas y todos los aficionados de la moto y que puedan salir del casa, por unos instantes, para acompañarme con su imaginación.
Llegaba a la carrera con gran incertidumbre. Era mi primera participación en un rally de navegación por Road Book, sin apenas poder entrenar la navegación. Mi objetivo era terminar y como todo competidor, si era posible, estar a mitad de la clasificación.
Llegamos el lunes día 2 al vivac, donde encontramos un gran ambiente de camiones, carpas y mecánicos de todos los equipos. Lo primero fue hacer las verificaciones administrativas y técnicas y recibir nuestro primer road-book. Cada día nos fue entregado, sobre la misma hora, a las 19:30, para luego comenzar con el briefing a las 20:00.Seguíamos con la cena, revisión, pintado del roadbook, una operación que nos llevaba unas dos horas diarias.
El tiempo para dormir era muy poco. Me acostaba alrededor de la 01:00 de la madrugada y a las 6:00 sonaba el despertador para comenzar con las tareas: Desayunar, equiparme, calentar, estirar y tener unos minutos de concentración. Me daban la salida sobre las 8:15 de la mañana: 30 kilómetros de tramo de enlace y comenzaba la primera especial.
El primer día salí con mucha precaución. Normalmente me costaba coger el ritmo unos 15 kilómetros. Una vez concentrado y habiendo dejado a un lado los nervios iniciales cometía pocos errores en navegación y llevaba una buena velocidad. Terminó la primera especial, hicimos el tramo de enlace y comenzamos la segunda especial. Esta última fue neutralizada y con velocidad máxima de 50 km/h. Pude disfrutar del colosal paisaje y de las zonas por donde pasamos. Terminé la etapa sobre las 15:00 horas. Por la tarde, cuando salió la clasificación vi que estaba en el puesto 64… “Nada mal para el ritmo que llevaba y ser la primera vez”, pensé.
En la segunda etapa salí con muchas ganas y manteniendo un ritmo rápido, sin embargo, cometía muchos errores en la navegación. Me di cuenta que no compensaban los segundos que ganaba yendo a un ritmo alto, si los comparaba con los que perdía por errar en la navegación. Así que en la segunda especial pude corregir y reducir los errores. Terminé el 60 y me colocaba el 61 de la general.
Llegaba el momento de afrontar la tercera etapa. Me encontraba en el vivac, preparado para salir, moto arrancada y casco puesto, solo dos pilotos delante de mí para la salida pero sabía que algo grave había pasado… Los organizadores corrían de un lado a otro y no nos daban la salida… Paré la moto, vino un comisario y nos comentó que la etapa se suspendía durante todo el día por un accidente. Minutos más tarde nos comunicaban la triste noticia de que Alberto Martínez, piloto Vasco, había fallecido en un accidente en la autovía (tramo de enlace). Hubo un silencio atronador en el vivac. Muchos pilotos emocionados. Alberto, “Albertito CarpeDiem”, como era llamado, era un piloto muy querido y conocido tanto por la organización como por muchos pilotos que participaban en la prueba. Fue un golpe muy duro para todos, en especial para sus amigos. Un golpe que daña tu ilusión y que te hace replantearte qué haces ahí...
Tuve la suerte de conocerle el lunes. Compartíamos la terraza del apartamento donde nos alojábamos y cenamos juntos las noches anteriores. Fue un momento muy difícil. Decidí no estar en el vivac y acercarme al apartamento. Allí estaba mi pareja y mi hija, quise comunicárselos personalmente. Me cambié de ropa y salí a dar un paseo con ellas para intentar desconectar. El día se hizo largo y en mi cabeza sólo rondaba lo ocurrido… ¡Parecía un mal sueño! Algunos compañeros decidieron no continuar con el rally. Yo decidí intentarlo, salir con precaución y ver cómo estaba de concentración.
Esa misma noche, en el vivac, se le hizo un homenaje. La organización le dedicó unas palabras y todos guardamos un minuto de silencio.
Arrancó la cuarta etapa. Me sentía cómodo y sin errores. Subí el ritmo y fui adelantando a muchos pilotos. Había muchos tramos rápidos, donde mejor me defiendo, con algunos ríos secos de arena muy blanda. En este último, perdía algunos segundos con respecto a pilotos de mi nivel. Terminé el día con un magnífico puesto 25, remontando mucho en la general y alcanzando la posición 42ª.
Nos quedaba una última etapa. Había cansancio acumulado de toda la semana, nos esperaba un terreno muy técnico y con muchos kilómetros en una sola especial. Mi idea era mantener el ritmo y la posición, sin olvidar que el objetivo era llegar a la meta. Y afortunadamente lo logré. Llegué a meta sobre las 13:00 horas, muy cansado pero alegre y orgulloso de la carrera y la experiencia. Allí me esperaba mi familia, mi mecánico Julio y mi amigo Ramón. Posición final 41º. Recogimos la medalla de finisher y lo celebramos con un gran almuerzo.
Durante el tiempo de la prueba estuve bastante desconectado de las redes sociales y las noticias y sólo fui consciente de la situación de gravedad, en la que nos había colocado el Covid-19, cuando llegué a casa. Aún no he podido disfrutar de compartir mi aventura, personalmente,con la familia y amigos… Deseo poder hacerlo pronto porque eso será la inequívoca señal de que hemos ganado la batalla.
Espero que les guste y que ustedes y sus familiares se encuentren bien. Y que pronto disfrutemos de nuevo de nuestras motos y de la aventura de compartir la pasión que nos une.