30 años de ilusiones frustradas. 30 años de promesas incumplidas

Esa es la triste historia del Circuito de Tenerife. Un proyecto que ha estado permanentemente envuelto en mentiras y en manos de gobernantes que nunca se lo tomaron demasiado en serio y que con su actitud han faltado al respeto de una afición ejemplar y de unos deportistas que son los únicos del archipiélago que no tienen una cancha digna donde poder practicar su deporte con un mínimo de seguridad.

En la imagen, datada hace casi treinta años, se puede ver al trístemente fallecido Adán Martín, en aquella época Presidente del Cabildo de Tenerife, y a Paulino Rivero, quien también fuera presidente de todos los canarios y en aquella época, Consejero de Deportes del Cabildo de Tenerife. Pero no han sido sólo ellos, los responsables políticos competentes, o mejor dicho, incompetentes, si atendemos al resultado, no han sido capaces de poner en marcha un proyecto que en 1990 estaba presupuestado en 1.000 millones de pesetas, es decir, 6 millones de euros, cuando en la actualidad se habla de cifras cercanas a los 40 millones de euros.

Seguiremos esperando a que algún mandatario nos tome en serio... Pero por favor, ¡no otros 30 años más!