Prueba Suzuki V-Strom 650ABS 2012, lógica evolución

Hace unos pocos meses recibíamos los primeros bocetos de la esperada evolución de una de las trails asfálticas de media cilindrada con más éxito del mercado y como sucede en muchas de estas revisiones, nos temíamos que la V-Strom de toda la vida pudiera perder una de sus mejores virtudes; su personalidad…

Llegó el momento de comprobarlo en uno de los mejores escenarios posibles; la impresionante y variada orografía de la Isla de Tenerife, donde el Concesionario Oficial de la marca, Suzuki Fierro, puso a nuestra disposición una unidad durante los cuatro días en los que realizamos la prueba.

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Después de tanto verla en fotos, al natural la V-Strom 2012 gana mucho. La silueta general de la moto es mucho más fluida y todos los detalles en su diseño están mucho más cuidados. El nuevo frontal recuerda al anterior modelo pero es como si hubiese ido a una clínica de rejuvenecimiento,  es más moderno, estilizado y mucho menos voluminoso.  La pantalla, de nueva factura, se puede regular en tres posiciones con ayuda de un destornillador.  Los nuevos deflectores laterales que llegan al radiador y el resto del carenado que rodea al motor forman un conjunto más envolvente y ligero. El depósito es también más estrecho y el asiento, de doble altura, cuenta con un impecable tapizado personalizado con el logo del modelo. El escape también ha sido rediseñado y ahora está más integrado en un conjunto de colín-transportín más estrecho que permitirá montar accesorios para viajar con mayor facilidad.

Pero no todo han sido cambios, el motor es el mismo que el de la Gladius pero con gestión adaptada a una moto trail; más par, más suavidad y refrigerado sólo por agua; adiós a radiador de aceite. El chasis sigue siendo el efectivo doble viga de aluminio, la horquilla delantera, aunque con nuevos reglajes, sigue siendo la convencional de 43mm que tan buen resultado ha dado a lo largo de los años. El amortiguador es nuevo y la precarga se regula con un práctico pomo. El conjunto de frenos sigue siendo un doble discos delantero de 310mm y un sencillo trasero de 260mm, ahora con ABS de serie en ambos trenes.

Respecto a potencia, dimensiones y capacidades, Suzuki anuncia 2 caballos más, 6 kilos menos, 2 litros menos en el depósito y 1,5 centímetros más de altura del asiento al suelo, aunque a simple vista la moto parece ahora mucho más pequeña y ligera…

Nos subimos, por fin, a la V-Strom 2012 y la posición de conducción es “perfecta”, todo queda en su sitio y presientes que el tándem piloto-maquina va a acoplarse rápidamente. El cuadro de instrumentos que tenemos delante de la vista, no hay que bajar la cabeza para verlo, es, si no el mismo, muy parecido al de la GSR750. Cuenta con una información muy completa y de fácil lectura, incluido el práctico indicador de marcha engranada. Como anécdota, aunque nunca está demás, diremos que incluye un avisador de posible hielo en la carretera cuando la temperatura baja de 3º. Pulsando un botón en el manillar izquierdo accedemos al doble trip, al consumo instantáneo, odómetro e incluso se puede regular el brillo de la pantalla.

Pulsamos el arranque y el motor cobra vida de manera suave y silenciosa. Los primeros metros en ciudad son muy agradables, tanto al ralentí como a bajas revoluciones el funcionamiento es muy fino. El ancho manillar te permite desenvolverte con soltura entre las filas de coches. El tacto del cambio y embrague es muy suave y preciso y la seguridad que ofrece el ABS es una garantía ante los imprevistos en calles atestadas de tráfico. La protección del carenado en la zona de las piernas y de la cúpula en cabeza y hombros es eficaz en los trayectos por ciudad.

Dejamos atrás la ciudad y elegimos una de nuestras carreteras preferidas de la isla, de Las Teresitas a Taganana, es decir curvas, curvas y más curvas, de todos los radios, tanto en subida como en bajada. El comportamiento de la V-Strom es sorprendente y el acoplamiento, como presuponíamos, inmediato. Antes de darte cuenta estás disfrutando de una moto con un comportamiento neutro, refinado y efectivo. Uno de los detalles que más sorprende es el ejemplar funcionamiento de su caja de cambios y lo acertado de sus relaciones; curvas que en otras motos son de segunda, la V-Strom las afronta en tercera aprovechando de manera eficaz todo el par que su bicilíndrico en “uve” entrega a bajas vueltas que te catapulta hasta la siguiente frenada…

La elasticidad del nuevo motor es prodigiosa, tramos de subida con curvas amplias como la carretera de La Esperanza hasta el Portillo en las faldas del Teide, uno de los tramos más bellos de la isla, se pueden hacer en cuarta y quinta velocidad sin problemas y siempre con potencia suficiente para adelantar a los vehículos más lentos con un simple golpe de gas. La respuesta en aceleración y en recuperación en marchas largas es realmente buena teniendo en cuenta la cilindrada de esta moto. En curvas rápidas, de grandes apoyos, las suspensiones trabajan adecuadamente aunque el asfalto a veces no haga honor a su nombre, ni un mal gesto en los más de 500 kms que hicimos en los cuatro días. La frenada está garantizada con el equipo que monta esta versión de 2012 y el ABS tiene un funcionamiento correcto, muy poco intrusivo delante  y, detrás, notas los pulsos en el pedal en el momento justo.  No es desconectable pero dado que su utilización será eminentemente asfáltica, tampoco le damos mucha importancia a este detalle.

En autopista, sin maletas y sin los accesorios como cúpula sobre elevada o los cubremanos, el viento no llega a molestar circulando a velocidades en torno a 120 kms/h. La estabilidad, también sin haber podido montar maletas ni baúl, es buena y no se aprecian los “meneos” ni la tendencia a salir abierto de las curvas habituales de otras motos con suspensión de largo recorrido. Es cómoda en cualquier tipo de carretera. El consumo en autopista ronda los 5 l/100km (hay indicador de consumo en el tablero) y puedes ir a la velocidad máxima permitida en sexta a unas relajadas 5.000 rpm.

Bajar desde los 2.400 metros de Izaña hasta la costa en Candelaria supone un esfuerzo considerable para los frenos de cualquier moto y más si afrontamos este descenso al alegre ritmo que permite la confianza transmitida por la parte ciclo de la nueva V-Strom, que supera la bajada sin inmutarse y dejando en el piloto una sensación de que esta es una de esas motos ideales para nuestra orografía. Cuenta además con otros factores que avalan esta idea; el motor es muy elástico y con potencia suficiente, la parte ciclo aguanta lo que le echen y no se descompone ante tramos de asfalto rugoso o resquebrajado, un conjunto de frenos que nos ayudan a superar los imprevistos, el/la acompañante es bien recibido/a y viajará cómodamente en un amplio asiento y la capacidad de carga, con las maletas y el baúl trasero, nos dejará disfrutar hasta que un punto en el horizonte marque el final del nuestro viaje.

En Hamamatsu han acertado con la evolución de uno de los modelos más apreciados por los incondicionales de la marca. El diseño más actual, la suavidad de marcha, la curva de par más plana y el tacto más dulce son parte de la personalidad de esta nueva Suzuki que, además, no cuesta más que la anterior versión. ¿Subir la cilindrada?  Suzuki ya lo hizo con la 1000 que sin embargo nunca tuvo la aceptación esperada en el mercado. ¿Más potencia? Contar con unos 80 CV no estaría de más pero a costa de sacrificar suavidad de funcionamiento y, seguramente, molestas vibraciones. Con los 67 declarados podremos ir más rápido de lo permitido y no es ese el objetivo de esta moto.

Otro de los aspectos que más ha cuidado Suzuki a la hora de lanzar la nueva V-Strom al mercado es que contase con una completa y específica gama de accesorios que se integren perfectamente con el diseño y la filosofía de esta trail asfáltica con grandes expectativas viajeras. El listado incluye cubre cárter, protector de motor, caballete central, distintos asientos y cúpulas, soporte para navegador, elevación de retrovisores, maletas de anclaje rápido, protector de depósito, puños calefatables, toma de corriente y cubremanetas.

Subjetivamente mejoraría…
* La regulación de la cúpula que debería contar con algún sistema de regulación sin tener que recurrir a herramientas….
* La altura del asiento, que aunque en parte está resuelto con la opción de asiento bajo (- 2 cms), sigue siendo alto para los que medimos menos de 1,70, será que quedamos pocos…

* Incluiríamos de serie el cubre cárter del motor que mejora mucho el aspecto de la parte baja...

En resumen…Es una moto moderna, sencilla, confortable y ágil con la que disfrutará en todo tipo de carretera tanto la persona que acaba de sacarse el carné de moto, como en motero de toda la vida harto de motos exigentes.

A poco que la Marca y los Concesionarios se marquen unas buenas fórmulas de venta y opciones de financiación, será una de las motos con más éxito del mercado. ¿Aún no has pasado por Suzuki Fierro a probarla? Acércate y llévate un regalo por hacerlo.

La nueva V-Storm 2012 está disponible en los siguientes colores: Blanco Nacarado, Naranja Fox Metalizado y Negro Brillante Glaseado.

Moto de prueba cedida por Suzuki Fierro, Concesionario Oficial Suzuki en Tenerife

Tarifa Suzuki V-Strom 650ABS 2012.- 8.399 Euros   (Tarifa Septiembre 2011)

Texto: Fernando Jiménez
Fotos: Hacomar López

Equipo de Canariasenmoto.com