11 de Marzo de 2010
Prueba SOLO MOTO.
Al igual que en la gama GS, la RT de BMW se renueva con un nuevo carácter de motor y una imagen más moderna, que hacen de la reina del touring una moto más atractiva… Fiel a sus principios, en BMW siguen apostando por su motor boxer, no sólo en la legendaria gama GS, sino también en esta elegante rutera.
Una moto que apareció en el mercado en 2001 y que ahora se presenta con un carenado rediseñado más moderno estéticamente y con la agradecida pantalla regulable eléctricamente, que ofrece una superior protección a la altura de los hombros.
Con sus maletas de 32 litros de capacidad de serie y gran cantidad de opciones, viajar con la RT supone hacerlo con un elevado grado de confort, que no está reñido con la sensación de conducir una moto manejable y con un elevado nivel de equipamiento. Pese a sus características, una moto por encima de los 260 kg es más de treinta kilos más ligera que la más liviana de su segmento.
Al igual que en la GS, el motor ha ganado potencia y una mejor respuesta en bajos, que se aprecia especialmente a bajas vueltas, recurriendo a la culata de la HP 2 DOHC de cuatro válvulas radiales para alcanzar los 110 CV de potencia a 7.750 rpm, con un par motor de 12,2 kgm a 6.000 rpm. También se incorpora una válvula de escape controlada electrónicamente en el silenciador, que regula la presión de los gases de escape, y la tobera de admisión es más grande.
Otras novedades en esta tercera versión de la RT afectan al conjunto de los retrovisores e intermitentes, la quilla rediseñada, el cuadro de instrumentos, que ahora incluye una visera para tener una mejor visibilidad y unas esferas de nuevo diseño. También es nuevo el conjunto de mandos y depósitos de hidráulico (freno delantero y embrague), así como el conjunto de mandos e interruptores, heredados de la K 1300.
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