El dakariano Eduardo Naval ha compartido su experiencia offroad con aficionados de Gran Canaria

GS Riders Canarias organizó el domingo 1 de septiembre en la isla de Gran Canaria una experiencia offroad bajo la tutela de Eduardo Naval, el primer canario en terminar, en moto (2005) y en coche (2007), el raid más exigente del mundo. Hasta en siete ocasiones Naval llevó los colores de la bandera de Canarias al Dakar, tres de ellas en moto, una en quad y otras tres más sobre las cuatro ruedas de un coche todo terreno.

"La idea de esta experiencia se fraguó en Tenerife", nos contaba Eduardo Naval en una de las pausas de la mañana. "Coincidimos en una jornada con los amigos del GS Riders Canarias y me propusieron replicarlo en Gran Canaria. Dicho y hecho. Aquí estamos con 14 participantes, en su mayoría BMW R1200 GS/Adv y la KTM Super Adventure de un hermano del grupo. Esta primera experiencia ha sido organizada en exclusiva para los componentes de GS Riders Canarias, pero espero poder compartir más jornadas abiertas a todo aquel que quiera participar", señalaba Eduardo.

El propósito de este dakariano convertido en profesor no es otra que la de ayudar a mejorar la técnica y el conocimiento de los participantes para que sean capaces de superar los obstáculos y las situaciones de peligro que puedan encontrarse durante una salida en moto fuera del asfalto.

Durante los ejercicios de conducción, los participantes fueron poniendo en práctica las lecciones aprendidas en la parte teórica de esta jornada formativa. Desde sortear las distintas zonas de trabajo, con obstáculos naturales, a rodar por pistas rápidas y trialeras, minimizando los riesgos. 

"La primera parte de la jornada, de iniciación, la dedicamos a maniobras sencillas, equilibrio y maniobras con conos", admitía Naval, que como preámbulo de la actividad sobre la moto les habló de la postura sobre la moto y de cómo actuar en caso de caída. Tras la comida, la segunda parte de la experiencia, la avanzada, tenía cómo objetivo el dominio de la moto, fundamentalmente, de pié sobre las estriberas, sobre un circuito con diferentes obstáculos: "Es necesario que entienda las inercias de este tipo de motos, con más de 250 kilos, sobre la tierra. Son máquinas que realmente responden, pero hay que habituarse a los movimientos y saber reaccionar", sentenciaba el dakariano que tiene como próximo reto participar en la Tenerife Mototrans con Rafa y Adrián, el hijo de Rafa, en la categoría Maxitrail: "Con tres categorías, la Mototrans puede ser muy dura o llevadera, pero creo que no tiene sentido meterse con uan maxitrail por trialeras. Como decimos en el curso, no hay una moto ideal para todo. Las maxitrail son para pistas fáciles y poco más".

Con más ánimo que experiencia, en alguno de los casos, los participantes fueron ejecutando los ejercicios, primero con dificultad y después con maestría, buscando además de perfeccionar su conducción la posibilidad de seguir divirtiéndose sobre sus motos cuando se termina el asfalto.

Entre los participantes, Luis Hernández (BMW R 1200 GS) decía llevar poco tiempo con la moto: "Sólo tres meses, pero tenía muchas ganas de ampliar las posibilidades de aventura con la moto fuera del asfalto y esta es una oportunidad perfecta para ganar en seguridad sobre cualquier terreno", declaraba este componente del GS Riders Canarias "un grupo, no dinámico, lo siguiente. Yo no puedo seguirles el ritmo con tanta actividad", decía bromeando de un grupo que le aporta mucho en cuanto a conocimiento de la moto y de rutas por las islas.

Paco Toledo, 10 años a lomos de su GS, y uno de los responsables de GS Riders Canarias nos cuenta que "aunque no somos un grupo muy grande, salimos casi todos los fines de semana, hacemos muchas actividades y salidas a otras islas. Haber podido contar con Eduardo Naval ha sido un acierto. Es una persona muy paciente y queríamos conocer otras técnicas offroad, además de las que nos ofrecen los grandes instructores que tenemos en Gran Canaria. No ha habido hueco para todos los que quisieron apuntarse y algunos se han quedado fuera", reconocía.

Eduardo Santana, era el único que defendía el honor de la KTM Super Adventure. Una moto con la que lleva año y medio, además de ser la primera incursión en tierra con la moto naranja. "Espero no defraudar en medio de esta jauría de BMWs", decía bromeando. "Los conocimientos adquiridos dan sus resultados y se aplican a diario, aunque sea sobre el asfalto. Tener mejor dominio de la moto es crucial, en situaciones inesperadas", afirmaba este simpático motero que asegura haber trabajado la tierra con zacho... "pero sobre dos ruedas la tierra flanea demasiado".

Mario Betancourt, comparte aventuras desde febrero con su BMW R 1200 GS "la mejor moto que he tenido", decía a modo de presentación. "La experiencia me ha parecido genial. Ganas mucha pericia para manejar una moto tan pesado sobre tierra", decía este componente del GS Riders Canarias que aprovechaba para invitar a todo aquel que tenga la oportunidad de participar en una experiencia similar.

Ignacio Martín, que lleva una año con su BMW R 1200 GS, reconoce tener muy poca experiencia en tierra "aunque últimamente parece que en el grupo hemos sentido la llamada de la tierra", bromeaba. "Hace poco hicimos una maravillosa excursión por Ayagaures, pero para ir con más confianza por tierra, un cursillo de este tipo es primordial para saber reaccionar con la moto en tierra". Raúl Moreno (BMW R 1200 GS) coincidía con Ignacio y reconocía que ha pasado "de no querer entrar en tierra a querer comérmela, aunque espero que no sea literalmente", zanjaba.

El objetivo marcado; que todos ellos pudieran aprender, mejorar y disfrutar de una experiencia inolvidable junto el piloto dakariano, se consiguió, aunque lo que más entusiasmó a Eduardo Naval fue el convencimiento que estas prácticas les habrán servido para mejorar su seguridad sobre dos ruedas gracias a la mejora de sus habilidades a los mandos de una moto.