La DGT está estrenando sus nuevos radares. Son casi indetectables y muy pequeños. Pero, al parecer, una parte de ellos podría ser también ilegal. Se trata de sus soportes. De hecho la Unión Internacional para la Defensa de los Motociclistas denuncia que los soportes de los nuevos radares podrían ser ilegales.

Los nuevos radares llegan ya a las carreteras españolas. Se trata del Velolaser de la DGT, dotado de WiFi. En su presentación, se resaltó su pequeño tamaño en comparación con los otros radares, además de prestaciones más modernas. Así, tienen WiFi y 4G, por lo que pueden ser manejados a distancia.

Pero a pesar de todos estos extras, hay uno que podría ser ilegal. Así lo asegura, al menos, la Unión Internacional para la Defensa de los Motociclistas. La ONG ha denunciado que su colocación podría resultar ilegal.

Los soportes de los radares serían ilegales

Así pues, el problema no radicaría en los propios radares, sino en los soportes, en concreto cuando se ponen encima de los guardarraíles.

Y es que la Unión Internacional para la Defensa de los Motociclistas exige que se superen las pruebas de la EN 1317. También quieren que se estudien los resultados en caso de impacto y desprendimiento del dispositivo en el caso de que se sufriese un impacto contra él.

Exactamente, a la asociación le preocupa qué pasaría si una motocicleta colisionares contra los radares cuando están colocados sobre el guardarrail.

Una cuestión de seguridad

Desde la Unión Internacional para la Defensa de los Motociclistas solicitan, así pues, los resultados de estas pruebas, así como los informes de testado y certificación.

En caso de no contar con estas certificaciones, su instalación sería totalmente irregular. Igualmente, para que la Guardia Civil pueda usar los cinemómetros sobre sus trípodes, estos deben colocarse a una distancia de 1,6 metros tras la barrera.