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Prueba Ducati Monster 821 2018, rebosante de adrenalina

01 de Febrero de 2018

Prueba Ducati Monster 821 2018, rebosante de adrenalina

Después de tres años en el catálogo de Ducati, la firma de Borgo Panigale ha presentado la nueva Monster 821, la segunda generación del modelo más equilibrado de la popular familia del fabricante boloñés. Una renovación que viene avalada por los cambios y el restyling vistos ya en su hermana mayor, la Monster 1200.

 

Coincidiendo con el 25º aniversario del lanzamiento de la primera Monster 900, Ducati ha traído al mercado una moto que hereda muchas de las virtudes de la original, sobre todo las que tienen que ver con su agilidad, rendimiento y facilidad de conducción.

 

Las motos son cada día más intuitivas. Los fabricantes realizan un gran trabajo para provocar chorros de adrenalina, enfatizando las sensaciones por encima de las prestaciones puras. “Diversión con control”, ese es el mantra con el que las marcas acercan sus productos al piloto. Una filosofía que se ve muy bien reflejada en esta nueva Monster 821.

 

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Equilibrada, musculosa y tecnológica…

Respecto a la versión anterior, la peso medio de Ducati Canarias dispone de un nuevo conjunto depósito-asiento-colín, con un depósito más estrecho y un colín más estilizado y sin asas laterales, inspirado en la versión original del 92. La pestaña de sujeción del depósito en la parte delantera es uno de los guiños a los orígenes de la Monster. El subchasis trasero también ha sido ligeramente modificado, al igual que la posición de las estriberas

 

El silenciador adopta un aspecto más racing para compensar las restricciones de la Euro4 y el faro delantero incluye iluminación de posición con tecnología led. La pantalla TFT del cuadro de instrumentos, también heredada de la 1200, dispone de grafismos diferentes, a todo color, e incluye una de las grandes demandas de los usuarios, el indicador de marcha engranada, además de un práctico nivel de combustible.

 

 

No hay cambios aparentes en el chasis multitubular de acero, con el motor como parte estructural. Tampoco los hay en el basculante de aluminio, doble, no como el monobrazo de la 1200, ni en las medidas y geometrías. El equipo de frenos Brembo mantiene el doble disco de 320 mm, con pinzas radiales monobloc M4-32, en el tren delantero y un simple disco trasero. Las suspensiones incluyen una horquilla invertida de 43 mm delante y un monoamortiguador Sachs ajustable detrás. Completan el conjunto unos neumáticos Pirelli Diablo Rosso III en medidas 120/70 ZR17, delante, y 180/60 ZR17, detrás, montados en ambos casos sobre llantas de aleación ligera de 10 radios.

 

El bicilíndrico desmodrómico en “L” también permanece inalterado (recordemos que ya cumplía con la normativa Euro4) y declara una potencia de 109 CV a 9.250 rpm y 86 Nm de par a 7.750 rpm. Además cuenta de serie con el Ducati Safety Pack, compuesto por un sistema de freno ABS Bosch y un control de tracción con varios niveles de intervención. Asimismo contamos con la posibilidad de elegir tres mapas diferentes de conducción para adecuar el carácter del motor a todo tipo de conducción.

 

El cambio semiautomático up/down “Quick-Shift” es un accesorio opcional (202 euros) que realmente merece la pena para sacarle todo el jugo y disfrutar aún más de las brillantes prestaciones de la Monster 821.

 

 

La Monster 821 es una naked para todas las tallas. Estrecha, ligera (179 kg en seco) y ergonómicamente acertada, es una de esas máquinas en las que todos encajamos a la perfección. Y aunque su postura está pensada para una conducción divertida, no es nada extrema y puedes disfrutar durante muchos kilómetros sin que el cansancio te agote.

 

Antes de ponernos en marcha jugamos con la playstation, perdón, con los parámetros de su cuadro de instrumentos. Algo que, para ser honestos, diremos que ha mejorado mucho y ahora, ponerlo a nuestro gusto, es más sencillo e intuitivo y los botones más agradables al tacto. Mapas de conducción (Urban, Touring o Sport), niveles de ABS y/o de control de tracción, pueden ser personalizados a gusto de cada uno, aunque el tarado que trae de serie en cada mapa, se muestra acertado. También cambia el aspecto de los gráficos que en cada uno de ellos se muestra en la pantalla.

 

Bajamos la visera del casco y metemos primera, en el modo Urban para ir conociéndonos, tampoco vamos a darlo todo en la primera cita… ¿O sí? A los pocos kilómetros consideramos que ya hemos pasado por un purgatorio que vendrá muy bien para ahorrar combustible en ciudad a o para las situaciones de poco agarre en el asfalto. Seleccionamos el modo Touring… Más feeling y mayor control de la trazada con el gas. Los caballos llegan de forma más directa y las sensaciones crecen en igual proporción. Exactamente no llego a identificar en qué, pero respecto a la versión anterior, esta nueva 821 permite una conducción más limpia. Disfrutando más de la carretera. Es más refinada y los sutiles cambios en la posición de conducción permiten moverte mejor y jugar con los pesos de forma más eficiente.

 

 

El frio de la mañana deja paso a un sol que calienta poco a poco el asfalto. La temperatura sube también bajo el mono de cuero y llega el momento de conjugar el cambio excelente quick-sift con el mapa sport. El cambio del carácter del motor es bastante apreciable. La conexión entre acelerador y rueda trasera abandona el hilo de cobre y se pasa a la fibra óptica. No es necesario abusar del sobrerrégimen. El par en medios te permite enlazar curvas con prodigiosa facilidad, aunque el excitante tacto del cambio semiautomático te incitará a no dejar de usarlo.

 

La conducción es fluida, sin necesidad de estresarte y en las correcciones de trazada no aprecias queja alguna por parte de unas suspensiones con un acertado equilibrio entre firmeza y confort. Los frenos tampoco decaen aunque les sometas a exigencias intensas durante largor periodos. Hacen gala de una excelente relación tacto-potencia y contar con una ABS firmado por Bosch es sinónimo de confianza.

 

La agilidad es uno de sus fuertes. Además destaca por su buena respuesta a bajo y medio régimen, ideal para la ciudad pero también para salir sin titubear de cualquier tipo de curva cuando realizas una conducción más deportiva. Hilvanar una curva tras otra es casi un juego de niños gracias a su agilidad en el cambio de dirección y a la respuesta progresiva de su bicilíndrico de 109CV.

 

 

El lavado de cara que Ducati le ha hecho a su Monster 821 la ha convertido en una moto aún más equilibrada, con una estética derivada de la M1200 y unas prestaciones superiores a la M797. En ese punto intermedio está la virtud de un modelo que mejora para convertirse en la preferida por los seguidores de la saga Monster. Una moto concebida para disfrutar, sin estrés, de las sensaciones del espíritu deportivo con el que la fábrica de Borgo Panigale impregna a todas sus motocicletas.

 

La nueva Monster 821 está al alcance de todos los usuarios (puede limitarse para el Permiso de Conducción A2) en el característico color amarillo Ducati, además del habitual rojo y el sobrio negro mate de la versión Dark.

 

Unidad de prueba cedida por Ducati Canarias, importador y distribuidor Ducati en toda Canarias

 

Prueba realizada por el equipo de Canariasenmoto

 
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