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Prueba Ducati Scrambler Sixty2, juguetona con mucho carácter

30 de Marzo de 2016

Prueba Ducati Scrambler Sixty2, juguetona con mucho carácter

Ducati ha ampliado su exitoso universo Scrambler con la incorporación de esta nueva Sixty2 de 400cc. Una moto desenfadada y divertida que busca empatizar con los clientes más jóvenes a los que les gusta vivir su vida sin demasiadas ataduras. Para ellos, una moto es simplemente, uno más de los elementos cotidianos que les conduce a la diversión. Manejable, pequeña y muy accesible, la Sixty2 es ideal para los conductores con carnet A2 que ven las cosas de otra manera, influenciados por los iconos pop de los años 60/70.

 

El nuevo modelo de la familia Scrambler de Ducati se convierte en la puerta de entrada a la marca de Borgo Panigale. Y su principal objetivo es ponérselo muy fácil al cliente que se decida por la hermana pequeña de la Scrambler 800. Para conseguirlo, la firma boloñesa ha puesto toda la “salsa” en conseguir que su “peque” sea la más sencilla de conducir de la familia Ducati. Los 41 suaves caballos de su bicilíndrico, combinados con una parte ciclo sencilla y eficaz, la hacen ágil y divertida en ciudad y carretera. E incluso te permite hacer tus pinitos cuando el asfalto termina, buscando esa cala única de la costa de cualquiera de las Islas Canarias.

 

 

Al igual que su hermana mayor, la Sixty2 se gana al cliente al primer golpe de vista gracias al acertado diseño estético de una moto que ha llegado en el momento oportuno en el que los usuarios comienzan a darse cuenta de que para disfrutar de la moto no hace falta tanto componente o accesorio innecesario. Su sencillo diseño se basa en las primeras “Scrambler” que comenzaron a aparecer en el año 1962 (de ahí su nombre como homenaje). Su atractiva línea, creada para los que les gusta la moda retro que ahora está tan de moda, no olvida los detalles que la convierten en una moto totalmente actual y que no renuncia a ninguno de los elementos de seguridad del siglo XXI.

 

Conserva, íntegra, la línea de la Scrambler 800, incluidos los elementos más reconocibles de la gama como son el faro  circular con borde luminoso en LED y el atractivo depósito de lágrima con adhesivos específicos de la Sixty2. El cuadro de instrumentos permanece inalterado, y seguimos echando el falta un indicador del nivel de gasolina y el testigo de la marcha engranada. El guardabarros delantero, el escape de salida lateral y los Pirelli MT 60 RS de tacos intermedios, creados expresamente para la familia Scrambler, terminan de identificarla como integrante de la gama más joven y alegre de Ducati. Y si a su esculpida figura y a sus cuidadas curvas le sumamos las infinitas posibilidades de personalización, gracias al inmenso catálogo de la propia marca italiana, tenemos una moto perfecta para personalizar al gusto de cada cliente.

 

 

Si analizamos las diferencias con la Scrambler 800, dejando a un lado el motor, que trataremos más adelante, veremos que no son demasiadas; es más, la mayoría de los componentes son compartidos por ambos modelos. El basculante de aluminio de la 800 deja paso a uno más sencillo, de acero, en la Sixty2. La horquilla invertida Kayaba cede su función a una Showa convencional y para morder el disco delantero -320mm en lugar de los 330 de la 800- se ha pasado a una pinza de dos pistones, en lugar de la de cuatro pistones de la Scrambler 800. Componentes todos ellos acordes a la nueva cifra de potencia de la “peque” de la familia.

 

El propulsor de dos cilindros en L refrigerado por aire ha visto reducida su cilindrada hasta los 399 cc, con un decremento de su potencia hasta 41 CV a 8.750 rpm. Pero no creas que por ello va a carecer del carácter intrínseco en toda Ducati, se trata de un motor que entrega la potencia de forma progresiva y que ofrece unas aceleraciones más que respetables. El cambio sigue teniendo seis relaciones. Con más razón para extraer el mejor rendimiento del pequeño V90º desmodrómico de dos válvulas. Un motor que ofrece un alto rendimiento específico y un programa de mantenimiento realmente económico. Y aunque su consumo es muy contenido, el depósito de gasolina aumenta un litro su capacidad.

 

 

La Sixty2 es una moto en la que la diversión prima sobre las prestaciones, y para ello nada mejor que unas medidas razonables y un peso justo; 183 kilos, tres menos que la 800. El manillar ancho, al estilo de los que se usaban al otro lado del océano en los años 60-70, y el asiento a una altura prudente, para que nadie se quede sin su moto “chic” por problemas de estatura. La posición de conducción es natural, con el relajado triángulo formado por el confortable asiento, el ancho manillar y unas estriberas retasadas que te permiten controlar los movimientos de la moto con un simple golpe de cadera, al viejo estilo.

 

Desde el primer momento el comportamiento es intachable, siguiendo fielmente la trayectoria marcada. Noble en ciudad y divertida en cuanto la carretera se retuerce. Zigzagueando entre el tráfico de la ciudad, se siente ligera a la vez que noble en sus reacciones. Otro punto a su favor es que apreciamos menos calor entre las piernas que en la versión de 800cc, posiblemente porque se ha modificado el recorrido del colector del cilindro posterior, que abandona el lateral para discurrir por debajo, hacia atrás, evitando así el molesto sobrecalentamiento de tu pierna derecha cuando te detienes en los semáforos.

 

 

En cuanto abandonamos la ciudad para poner rumbo a cualquiera de las carreteras que circundan la ciudad, las revoluciones del motor, y acompasadas, también las de tu corazón, comienzan a alegrar su ritmo. La Sixty2 permite que extraigas lo mejor de ella cuando superas las 6.500rpm. A partir de ese punto todo fluye de forma natural y la Sixty2 hace honor a Ducati. Y no hace falta ser un experto para disfrutarla, obteniendo lo mejor de ella. Todo sucede de manera predecible. Eso sí, no busques en ella las sensaciones de una Panigale o una Multistrada, la Sixty2 juega, evidentemente, en otra liga, pero el carácter de Ducati es algo que va intrínseco en su ADN.

 

Lo más divertido será hacer tramos conocidos enlazando curvas y disfrutando de su agilidad en los cambios rápidos de dirección. Ese es uno de sus fuertes, la agilidad. La diferencia de sección del neumático trasero, 180 en la 800 por 160 en la 400, la hace más juguetona, sin que por ello pierda precisión en la pisada, incluso cuando el asfalto se termina y quieres seguir disfrutando de tu moto en busca de ese lugar único. El chasis multitubular le confiere un comportamiento que te ofrece una gran confianza. La suspensión delantera firmada por Showa mantiene un buen compromiso entre comodidad y firmeza, aunque queda algo comprometida por el excelente trabajo del amortiguador trasero, regulable en precarga, algo más firme, incluso con dos pasajeros a bordo. El freno delantero cumple con su cometido, si bien algo más de mordida inicial no le vendría mal. Junto con la potencia del motor, puede que la frenada sea una de las mayores diferencias entre la 400cc y su hermana mayor.

 

 

La Sixty2 nos ha sorprendido gratamente, dejando en evidencia a los que piensan que prestaciones es sinónimo de diversión. Por 7.135 euros, Ducati Canarias te ofrece una moto con un motor bicilíndrico y refrigerado por aire que destaca por ese tacto predecible y preciso que tan bien encaja con los usuarios de carnet A2. Además, para mayor seguridad, equipa el sistema ABS de serie. Y si quieres hacer tus pinitos fuera del asfalto, los Pirelli MT 60 RS de tacos intermedios te permitirán circular con soltura por las serpenteantes pistas que con tanta rabia has dejado millones de veces al margen de tu ruta.

 

Basada en el mismo concepto que han llevado a sus hermanas de 800cc a ser una de las motos más vendidas del año en todo el mundo, la Sixty2 llega para convivir con su hermana mayor y compartir con ella la polivalencia más accesible para todo aquel que busca una moto desenfadada y divertida. Si tu objetivo es desconectar, la Sixty2 es tu moto. Disfrútala y ocúpate sólo de sonreír… ¡Tu media naranja se llama Sixty2!

 

Unidad de prueba cedida por Ducati Canarias, importador de Ducati para todas las Islas Canarias.

 

Precio Ducati Scrambler Sixty2.- 7.135 € (Campaña de descuento de 500 € incluida)

 

Prueba realizada por el equipo de Canariasenmoto

 
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