01 de Junio de 2020
En esta época que nos ha tocado vivir, hay muchos ciudadanos que han visto en la moto una de las mejores opciones para moverse por la ciudad, pero no todos tienen un carné que les permita llevar “motos grandes” y no les gustan las ruedas pequeñas de casi todas las scooter del mercado. Si a todo esto le sumamos que hay muchas situaciones familiares o laborales que no permiten estirar el presupuesto, las “125 asiáticas de cambios” son su única opción… ¿o no?
La protagonista de nuestra prueba, la MH Bogga Rocket 125 es una lozana motocicleta sevillana que nace en una fábrica con más de 70 años de historia. Motor Hispania es una empresa que comenzó a fabricar motos en 1948 en la capital hispalense, dato al que la Bogga hace referencia en su placa lateral. En sus inicios, fabricaban las populares Moto Guzzi Hispania y, aunque tras varias décadas de idas y venidas de nuevos inversores, sigue produciendo motos como esta MH Bogga Rocket 125 que comercializa en Gran Canaria la empresa FEDEAUTO.
Por lo que te gastas al mes el transporte público, puedes tener tu propia moto, evitando colas y aglomeraciones.
Su original estética retro y un precio realmente competitivo no son sus únicas virtudes. La Bogga Rocket 125 es una moto que tiene en su comodidad y facilidad de conducción, dos de sus mejores argumentos. Una moto versátil y cómoda para usar todos los días con unas enormes ruedas con tacos que consiguen una línea verdaderamente llamativa.
Es una moto llamativa que gana mucho en vivo, con detalles de buen gusto como las llantas de radios, el remate de los amortiguadores traseros o sus placas laterales, con la inscripción "Since 1948". La carrocería es minimalista pero ofrece una buena posición de conducción, con un manillar alto y ancho, rematada por un asiento corrido con costuras y dos guardabarros de plástico mate oscuro, con el delantero muy corto, que estéticamente resultan impecables.
El chasis se basa en una sencilla estructura de acero, tipo espina dorsal, de la que cuelga el motor. Lo habitual en este tipo de motos. En la parte ciclo, con dos amortiguadores traseros con botella separada y una horquilla invertida de 38mm, que estéticamente resultan impecables, destacan las enormes ruedas de tacos con llantas de radio y aron en negro mate, que encajan los neumáticos (110/90-17 delante y 130/80-17 detrás). En cuanto al equipo de frenos, dos discos de freno de 280mm que actúan conjuntamente, actuando a modo de frenada combinada, un detalle que agradecerán los usuarios con menos experiencia.
El propulsor de la Bogga Rocket viene pintado de negro mate, al igual que el escape que discurre por el lateral derecho inferior y que remata su cola “tipo megáfono” con una placa cromada. El monociclíndrico Euro4 utiliza una culata de dos válvulas, inyección electrónica Delphi, refrigeración por aire y un cambio de cinco velocidades. Según Motor Hispania, en este caso entrega 9,4 CV a 7.500 rpm, con un par motor 9 Nm a 7.500 rpm. Mueve un conjunto cuyo peso total es de 130 kg según declara la marca hispalense. El consumo es muy reducido -2,4l/100km- lo que permite una gran autonomía.
Subidos a su posición de conducción, la MH resulta muy cómoda, con una buena visibilidad desde sus espejos y con un motor que desde el primer momento ofrece un funcionamiento muy redondo y suave, fácil de usar de cualquier forma y en cualquier rango de revoluciones. En cuanto a equipamiento, la Bogga Rocket va bien servida. El cuadro resulta minimalista pero completo. Preside un cuentavueltas analógico y una pantalla inferior con la velocidad, kilometrajes (lástima que l mando para cambiar los modos esté en la parte trasera), marcha engranada y nivel de combustible. Sólo se echa en falta un reloj horario en el tablero. Luz LED trasera, caballete central, y pata de cabra completan un equipamiento que también incluye, por si acaso, un pedal de arranque para accionar con la pierna.
La MH es estrecha, no muy alta, compacta y ligera, es una moto a la que resulta fácil acceder. El manillar es ancho y alto, las estriberas bastante centradas. De este modo es una moto con una posición de conducción muy tradicional y cómoda. Al pulsar el botón de arranque, se pone en marcha sin grandes vibraciones, con un sonido discreto y sin ruidos mecánicos.
El propulsor monocilíndrico cuatro tiempos con refrigeración por aire, con dos válvulas y configuración SOHC, está asociado a una caja de cambios de cinco relaciones con transmisión final por cadena y, en líneas generales, podemos decir que es un motor de tacto agradable y que le gusta girar bastante revolucionado, no es un motor deportivo, pero es cierto que te invita a llevarlo arriba para divertirte.
En ciudad es agradable. A pesar de contar con una horquilla invertida, comprobamos que ésta no limita su radio de giro. El embrague tiene buen tacto y el cambio también. Tienes cinco marchas bastante bien escalonadas y en ninguna cuesta se queda sin fuerza, pudiendo, en carretera, estirar la quinta casi hasta arriba llaneando. Las suspensiones son más bien blandas, cómodas, pero suficientes para sujetar la moto estable a velocidades normales.
Cuando salimos a carretera abierta, no pide, por carácter, una conducción deportiva, pero sí le gusta un ritmo alegre de su régimen de revoluciones. Los nueve caballos y medio de su motor, algo justos para las vías rápidas, marcan una velocidad punta en el límite de los 100 km/h reales de punta. Además, a esa velocidad vas ya dentro de la zona del cuentavueltas en que aparecen vibraciones, nulas hasta los 90 km/h de marcador, en torno a 80 km/h reales. En cuanto a chasis, da confianza para entrar a muy buen ritmo en esquinas y rotondas.
La frenada es otro de los apartados que nos ha sorprendido. En la fábrica sevillana se han decantado, en lugar de un sistema ABS, por la frenada combinada (CBS), pero han escogido una fórmula sensata. El sistema hace que cuando accionas la maneta de freno delantero se manda potencia a la pinza trasera en forma de apoyo, pero el pedal de freno trasero no actúa sobre el disco delantero, dejando el mismo para accionar únicamente el freno trasero. Un detalle que agradeceremos, sobre todo si nos lanzamos por lo marrón, una opción nada descartable con esta irreverente Bogga Rocket 125.
Sin duda la Bogga Rocket 125 es una moto ideal para empezar que reúne los requisitos que busca todo aquel que quiere huir de los corsés preestablecidos y que quiere disfrutar de las sensaciones de una moto de mayores prestaciones. Sí, ya sabemos que la potencia que entregan las 124 4T es la justa para circular por carretera, pero su controlable empuje es capaz de hacerte disfrutar de lo lindo, además de servirnos para soltarnos, aprender y, quién sabe, si será el trampolín para algo con más prestaciones en el futuro.
Unidad de prueba cedida por FEDEAUTO, distribuidor autorizado de MH Motor Hispania
Prueba realizada por el equipo de Canariasenmoto